Por Nacho Palou — 23 de Marzo de 2016

Microondas-Limpia-Cuaderno

Hace un año la gente de Rocketbook Wave recaudó más de un millón de dólares con su campaña de financiación colectiva en Indiegogo para fabricar un cuaderno cuyas páginas vuelven a quedar blancas después de meterlo en el microondas.

La idea de Rocketbook Wave es que el cuaderno sirve como soporte físico para capturar temporalmente notas, bocetos, apuntes,... pero que todo eso se guarda y gestiona de manera definitiva en formato digital, capturando las notas con la cámara del teléfono móvil mediante la aplicación Rocketbook.

Para ello las páginas del cuaderno Rocketbook Wave tienen marcas y códigos, de tal modo que la aplicación móvil captura el contenido del usuario e información sobre cada nota —por ejemplo, dónde se quiere almacenar: en Evernote, Dropbox, Drive,...— y otros datos que facilitan su organización y acceso futuro.

Rocketbook-Wave-Codes

Una vez todas las hojas están llenas, cuando el cuaderno se ha acabado, basta con meterlo unos segundos en el microondas y todas las páginas, de material plástico, vuelven a estar en blanco.

Para que el cuaderno Rocketbook Wave funcione hay que escribir en él con un bolígrafo FriXion de Pilot, incluido, cuya tinta termosensible se vuelve invisible con el calor.

¿Segunda ronda de financiación colectiva?

Esta vez Rocketbook Wave ha iniciado la nueva campaña de financiación colectiva en Kickstarter dado que en Indiegogo ya la hizo. Un movimiento que de entrada resulta un poco raro.

Buscando al respecto llegué al artículo The Microwaveable Cloud Notebook Is Crowdfunding Again—And Not Everyone Is Happy.

El artículo recoge algunos argumentos dados desde Rocketbook sobre por qué iniciar una segunda financiación en otro sitio, incluyendo que de ese modo pueden «dedicar todos sus recursos a mejorar el producto tanto como sea posible en lugar de tener que lidiar con la búsqueda de capital para fabricar y tener inventario». Puede tener sentido pero, de entrada, al tenerlos contados, no se pueden comparar más de forma convencional, desde fuera, y se producen retrasos si los backers piden más.

De hecho el mismo artículo se refiere, además de a algún que otro percance, a que todavía un año después no todos los backers de la primera ronda han recibido su cuaderno, en parte por el problema que supone tenerlos tan contados. Rocketbook afirma que «los irán recibiendo», pero no aclara si la segunda ronda heredará el retraso de la primera o si habrá y cómo una tercera ronda.

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