Por @Alvy — 22 de Noviembre de 2012

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Pasé unas cuantas semanas probando el proyecto Unobrain y el casco MindWave de NeuroSky, para comprobar en primera persona cómo es eso del Brain Fitness que parece haberse puesto de moda con gadgets que parecen aterrizados desde el futuro y «software mental» de todo tipo. Toda una experiencia.

La idea general es que se trata de un sistema de entrenamiento mental, control de estrés y mejora de la concentración bajo criterios científicos - pero de una forma simpática y divertida: manteniendo en forma el cerebro jugando. Aunque se puede probar gratis jugando a algunos de los ejercicios vía web, la experiencia completa requiere un casco de ~120€, (IVA incluido) y una suscripción por el servicio de ~11€ mensuales. (Lo normal es optar por la oferta de 220 euros, que incluye los cascos y dos años de suscripción.)

Decir que Unobrain «lee la mente» o «permite controlar el ordenador por la mente» es una simplificación poética: en realidad detecta y guarda pequeñas señales emitidas por el cerebro y facilita una primitiva forma de control, por ejemplo para hacer explotar globos en un juego con solo parpadear. La realidad: hardware de este estilo hay mucho; lo importante es el software, lo que se hace con esos datos y lo que convierten la experiencia en algo útil, divertido o diferente.

El hardware

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La parte hardware es un casco llamado MindWave de NeuroSky que básicamente lee las ondas alfa y beta del cerebro como en un EEG muy básico; los datos viajan por Bluetooth hasta el ordenador. También incluye una llave USB y funciona en Windows o Mac OS X – aunque para mi gusto lleva demasiado software y hardware innecesario y demasiado complicado de instalar.

El casco funciona con una pila AAA que dura varias sesiones. Es regulable y lleva unos puntos de contacto que hacen la lectura de las ondas cerebrales; también hay que colocarse una pequeña pinza en la oreja, para algo así como «anular» la señal en reposo bajo condiciones normales. Es interesante cómo detecta los parpadeos para no tenerlos en cuenta.

En el software instalado y en las páginas web del servicio hay herramientas para comprobar que está bien calibrado y leer los valores básicos. Uno de ellos muestra gráficas de las señales cerebrales en las diferentes frecuencias; me pareció de lo más interesante aunque en la práctica el sistema lo simplifica en un par de valores numéricos.

Cómo funciona

Unobrain resume lo datos recibidos desde el casco con un modelo matemático en dos parámetros: atención y relajación. El primero mide la intensidad con la que está concentrada la persona en una tarea «sin despistarse» y el segundo su grado de relajación (frente al estado de «estrés» o «alerta») que es lo que se intenta promover.

Lo interesante es saber que se pueden variar estos valores pensando y controlando el propio cuerpo; para verlo aparece un dial de 0 a 100. Se puede mejorar la atención fijándose o pensando en algo concreto: números, letras o un dibujo de la pantalla (a mi me resultaba fácil mirando a la propia aguja del dial). Para relajarse, nada mejor que pensar en una situación agradable, la playa de una isla desierta o la brisa acariciando unas palmeras. Combinar ambas cosas ya es más complicado, pero no imposible: es lo que en el juego se llama «meditación» y consiste en algo así como «estar muy atento en la tarea de relajarse» – al menos así lo entendí yo. Es distinto de la meditación entendida como «relajarse y dejar la mente en blanco», al menos en los juegos de este programa.

El gimnasio cerebral de Unobrain

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Una sesión típica con Unobrain consiste en ponerse el casco, calibrarlo y asegurarse de que funciona y realizar unas sesiones de concentración (3 minutos), relajación (otros 3) y meditación (6 minutos). Entre unas cosas y otras hay que dedicarle 20 o 25 minutos de calma, que serán probablemente los más relajantes del día si acaso alguien consigue reservarlos en esta frenética vida en la que estamos inmersos en la sociedad moderna.

Opcionalmente, y abiertos a cualquiera que quiera probarlos, la web de Unobrain incluye un montón de «juegos para la mente», muy al estilo del popular Brain Training de Nintendo, del que se declara sucesor. Es lo que denominan Unobraining, y son decenas de sencillas pruebas muchas de las cuales son bien conocidas y populares, con las que se puede llevar a cabo el entrenamiento cerebral. (Todo esto funciona bajo Windows, Mac OS X y en el iOS de los iPad.)

En muchos de los juegos hay que sumar u ordenar números, recordar secuencias, letras o hacer buen uso de la orientación espacial para analizar figuras. Cada uno requiere no más de unos pocos minutos y se pueden usar simplemente para pasar el rato, como parte de la rutina diaria o como forma de medir los progresos; la web convierte todos los resultados en un valor llamado el UBI (Unobrain Index) a modo de puntuación general.

Como para participar hay que registrarse (bien con correo, Twitter o Facebook) los datos se guardan y analizan en gráficos con curvas de rendimiento, comparaciones y percentiles. De modo que no sólo hay récords personales que batir, sino que en todo momento se puede saber qué tal lo hacemos respecto a la población general o a grupos demográficos similares.

Los juegos son divertidos, y simplemente por eso ya tienen su gracia como mero entretenimiento. Aunque no hay un consenso sobre la efectividad científica de cada uno de ellos más allá de la pura diversión –y seguramente hacer sudokus, jugar al Tetris o simplemente hablar con los amigos es igual de efectivo para mejorar la memoria o las habilidades de cálculo, como decían en un artículo de la BBC neurocientíficos ingleses– puede haber gente que prefiera este formato: bien porque les atraigan más los juegos lógicos en el ordenador, bien porque les guste la gamificación de la experiencia, con récords que batir y gente con la que compararse.

Los creadores del proyecto están trabajando para combinar las posibilidades de los dispositivos de este tipo no solo para el entrenamiento mental –que puede ser especialmente importante para colectivos como las personas mayores– sino también con módulos como UnoMenu (dieta sana con especial énfasis en que sea sana para el cerebro) o UnoGym (ejercicio y actividad física convenientes para estimular la mente gracias a las sustancias que se liberan).

Respecto a la base científica del sistema, la documentación y la investigación de nuevas posibilidades de este tipo de dispositivos, en Unobrain trabajan en colaboración con neuropsicólogos de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Cada día están surgiendo nuevos aparatos y software en este terreno; Unobrain tiene la ventaja de estar desarrollado por una empresa española, con una web completamente en nuestro idioma. Aunque su web podría utilizar un lenguaje más divulgativo y ser más sencilla, resume bien el concepto del «gimnasio para el cerebro». Su proyecto puede aportar curiosos detalles a los amantes del concepto del yo cuantificado del que tanto se habla también en estos tiempos; en este caso, entrenando y haciendo el seguimiento de algunas de las variables de nuestro cerebro.

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