Por @Wicho — 17 de abril de 2024


Dos de las muchas cuentas suspendidas

Desde ayer por la tarde son continuos los tuits que hablan de una gran masacre de cuentas de Twitter en España. Al principio parecían afectadas sólo cuentas de divulgadoras e investigadoras. Pero con las horas también han caído cuentas de medios de comunicación o de personas que en principio no encajan con ese perfil como por ejemplo la madre de Kurioso. O la cuenta de Pint of Science España.

En principio se trata de suspensiones definitivas de las cuentas, sin posibilidad de apelación.

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Pero aún queda la esperanza de que pueda tener algo que ver con una actualización que mencionó Elon Musk hace unos días. Se supone que es para eliminar bots y trolls. Sólo que podría habérseles ido de las manos. No sería la primera vez.

Aunque por otro lado hay un grupo que está atribuyéndose esas suspensiones. Claro que sin más pruebas podría ser un intento de colgarse una medalla que no les corresponde más que otra cosa.

El mayor problema es que hace mucho que Twitter España está absolutamente descabezado, así que puede ser complicado –o imposible– que hagan caso de todas las reclamaciones que está habiendo al respecto.

Mientras se aclara el asunto –o no– El profe de física está haciendo una lista de cuentas suspendidas y sus alternativas, si es que las hay.

Actualización 16:30 – Javier Díaz me cuenta que desde su lado de Twitter las cuentas afectadas son «perfiles de personas católicas, gente que ofrece oración y difusión de temas de fe, mayoritariamente.»

Así que me estoy decantando cada vez más por la teoría del algoritmo fuera de control en vez de la de un ataque concertado contra divulgadoras y activistas, digan lo que digan algunos energúmenos. Otra cosa será lo que tarde Twitter en reaccionar. La cuenta del equipo de desarrollo ya acumula unos 13.000 tuits con reclamaciones al respecto de todo el mundo.

Actualización 18:00 – Las cuentas van siendo reactivadas. Y Mari Luz Congosto confirma que fue cosa de un algoritmo descontrolado o mal concebido. O las dos cosas. Parafraseando a James Carville, fue el algoritmo, estúpido. Aunque también sirve fue el algoritmo estúpido.

(Gracias, @shingouzz, por ponerme en la pista de lo de Javier Díaz).

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