Por @Alvy — 3 de Septiembre de 2003
El País titulaba el 1 de septiembre,
El Corte Inglés ganó un 10,5% más en 2002, con unas ventas de 13.000 millones
La cadena de grandes almacenes creó 4.015 empleos y seguirá abriendo nuevos centros (...)
... y blah blah blah. La noticia sería incluso normal porque se trata de los resultados de una de las grandes empresas del país... si no fuera porque El Corte Inglés ha sido calificada como la empresa más opaca de España y también como «enigmática e impenetrable», sobre la cual apenas se publica «información» (publicidad sí, hasta el aburrimiento). No cotiza en bolsa, no se sabe demasiado de ella, no aparecen buenas ni malas «noticas»...
Resultados buscando en iConoce hoy:
Telefónica, 132
Iberia, 14
El Corte Inglés, 0
En fin, si se busca un poco hay por ahí toda una serie de informaciones bastante conspiratorias. El periodista Javier Cuartas, por ejemplo, dedicó diez años a analizar en un libro de 800 páginas, titulado Biografía de El Corte Inglés la historia de Ramón Areces (El Corte Inglés) y Pepín Fernández (Galerías Preciados).
«Mi libro surge de la estupefacción como universitario de que nadie (catedráticos, historiadores, sociólogos o periodistas) haya planteado, estudiado e investigado, desde la Universidad o no, más allá de las notas remitidas por la empresa (...) Posteriormente, al tratar personalmente a algunos de los mejores creativos españoles de publicidad, consolido mi expectativa de estudio del fenómeno al parecerles, igualmente insólito, que se desconociese el origen y autor del slogan más acreditado y famoso de la publicidad española: Ya es primavera en El Corte Inglés. Me dicen que ése es todavía el gran misterio de nuestra publicidad, pendiente de descubrir. Entonces me propuse averiguarlo y descubro la verdadera faz de la empresa, que es la opacidad más absoluta. Los nuevos directivos que se incorporan sólo van interiorizando las pautas de comportamiento de la organización porque el gran secreto nunca lo cuentan quienes lo saben.»
(Javier Cuartas, en La Economía)
A principios de los 90 Espasa Calpe imprimió 20.000 ejemplares. Sencillamente, desaparecieron: se vendieron todos misteriosamente sin necesidad de llegar a las librerías. Editorial Límite publicó una segunda edición de 10.000 ejemplares que sí se pudieron distribuir. El otro día una amiga de Gijón me dijo que me podía conseguir uno a través de unos libreros conocidos suyos.

Si todo esto te parece extraño (y tomaré prestada la frase de Sparky, el pingüino de Tom Tomorrow) ¿No te parece más extraño que tengas que enterarte en un blog de Internet? Seguiremos informando.
Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear