Por @Alvy — 21 de Enero de 2017

Pokemón / NatureAddict @ Pixabay

Cuenta la BBC los datos de un trabajo publicado en Psychological Science sobre un estudio llevado a cabo con 120.000 jóvenes de 15 años y sus hábitos de uso de dispositivos electrónicos: móviles, ordenadores, televisión… El asunto es que tan malo es que utilicen demasiado tiempo los dispositivos al cabo del día (lo que se suele asociar con la «adicción») como que apenas los usen, lo cual puede llevar a problemas de aprendizaje, comunicación e integración con su grupo de iguales.

Los resultados del estudio marcan unos tiempos máximos respecto a los cuales se ha comprobado que es beneficioso que los usen un tiempo suficiente dentro de lo razonable:

Tiempo máximo diario conveniente para el uso de dispositivos digitales de entretenimiento:

ActividadDuración máxima
Videojuegos1 hora 40 minutos
Teléfonos móviles1 hora 57 minutos
TV y películas3 horas 41 minutos
Ordenadores4 horas 17 minutos

Los efectos que se produce son positivos hasta alcanzar estas cifras, pero si se superan comienzan a aparecer señales negativas. Como pista, recordemos que entre una hora y media y dos horas (que es lo que dura una película) todo el mundo lo consideraría «razonable» para alguna de estas actividades. Si se sumaran todas serían 12 horas y media junto a todo tipo de dispositivos, algo que puede parecer mucho pero que siendo realistas está muy lejos del alcance de la mayoría simplemente porque los jóvenes no suelen tener tanto tiempo libre si se tiene en cuenta el tiempo de clases, deberes y estudio, transporte, comida, aseo, estar con los amigos, etc.

Durante los fines de semana los tiempos convenientes que resultan beneficiosos aumentan hasta un 25%, más o menos.

Curiosamente muchos jóvenes son capaces de hacer usar una especie de modo multitarea sin problemas y llevar a cabo dos o más de estas actividades a la vez, como ver una película mientras juegan con la tableta y hablan con los amigos por el móvil (de hecho algunos consideran «obsoleto» tener que hacerlo «en persona» y están más cómodos con mensajes o videoconferencias: de hecho les permite estar en contacto con mucha más gente de la que podrían ver en persona). Si todo esto es «bueno» o «malo» daría para otro artículo completo, claro, pero lo importante es que hasta cierto punto no es necesariamente malo.

Incluso los «efectos negativos» de pasar demasiado tiempo de ocio electrónico (por ejemplo por usar el móvil o ver la televisión más allá de lo recomendable) se consideraron tan solo un tercio de «potencialmente peores» que los que suponen otros problemas bien identificados como no dormir lo suficiente o saltarse el desayuno.


Visto lo visto, los expertos recomiendan a los padres utilizar la negociación para acordar con los jóvenes los tiempos de uso máximo, ofreciéndoles diversas opciones sobre a qué dedicar su tiempo libre. Esto también debe incluir otras actividades no-online o no-digitales más tradicionales, como por ejemplo las actividades al aire libre, leer libros y revistas, las comidas y cenas con la familia y similares.

{Foto (CC) NatureAddict @ Pixabay}

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