Por @Alvy — 31 de Agosto de 2005

Alguna vez me he quejado de que las actualizaciones del sistema ocupan demasiado. Más bien diría que al software en general le pasa esto. Es un efecto secundario de que la RAM y otros sistemas de almacenamiento sean tan baratos. Menos mal que con un ADSL potente esas descargas se resuelven en cuestión de segnudos o minutos como mucho, mientras te tomas un cafetito. El caso es que hoy viví uno de esos momentos absurdos de nuevo. El ordenador de la oficina se conectó tras un mes de inactividad y avisó que había unos 35 MB en cuatro de actualizaciones de componentes de Tiger para mi iMac G5, listas para bajar. La más divertida era esta:

Actualización Luz Reposo iMac G5 1.0 - 860 KB

En otros tiempos no tan lejanos 860 KB eran más memoria RAM de la que tenía un ordenador completo. Ahora se necesita un «mini-parche» de este tamaño para actualizar la luz que parpadea cuando la máquina no está haciendo nada. Alucinante.

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