Por @Wicho — 15 de Mayo de 2020

Cabina de un A350 – Airbus / J. V. Reymondon
Cabina de un A350 – Airbus / J. V. Reymondon

Imagino que una de las cosas más embarazosas que te pueden pasar cuando estás a los mandos de un avión de muchos millones de euros es que se te caiga el café (o similar) sobre los instrumentos. Pero ese momento de vergüenza se te debe pasar rápidamente si a consecuencia de eso se para uno de los motores del avión. Al menos se te pasa mientras gestionas la emergencia.

Pues justamente eso pasó en dos vuelos operados por sendos Airbus A350. Uno de Asiana en noviembre de 2019 y uno de Delta en enero de 2020. En ambos casos cayó un cafe sobre el panel que gestiona el arranque de los motores que está situado en el pedestal central de instrumentos, el que está sentado entre los dos asientos de la tripulación. En ambos casos al cabo de un tiempo el motor derecho del avión se paró y no hubo manera de volver a arrancarlo, con lo que hubo que desviar el vuelo al aeropuerto más cercano. Los dos vuelos pudieron aterrizar sin problemas con un sólo motor.

Al investigar los dos incidentes quedó claro que se había producido un fallo de los componentes electrónicos del panel. Una primera medida por parte de Airbus fue publicar una revisión del manual del avión que define una zona libre de líquidos en la cabina y cómo proceder en caso de que se derrame alguno. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) a su vez publicó una directiva de aeronavegabilidad (AD) que esas modificaciones que exige la incorporación de esa modificación del manual.

Pero la solución definitiva, al menos por ahora, ha venido en la forma de una cubierta plástica que hay que colocar sobre el pedestal central salvo en las fases críticas del vuelo como son la de despegue, aproximación y aterrizaje, momentos en los que la tripulación, en cualquier caso, no debería estar tomándose un café.

La EASA ha publicado una nueva AD que exige el uso de la cubierta y la adopción de los protocolos creados por Airbus para su utilización y para la operación del avión si falta la cubierta en cuestión o si está dañada.

La solución definitiva, definitiva, podría pasar por una revisión de esos paneles para que fueran resistentes a salpicaduras. Como lo es, por ejemplo, un reloj digital de 20€. Lo que no deja de ser bastante WTF. Pero seguro que en los requisitos de diseño del pedestal no estaba lo de ser resistente a salpicaduras. O sí y realmente el café que sirven las aerolíneas es aún peor de lo que recuerdo.

(Gizmodo vía Eguino).

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