Si los wearables y los sensores siguen popularizándose estos dispositivos estarán registrando nuestra privacidad constantemente. También existe la posibilidad de que otra persona pueda robar estos datos por aproximación o por contacto. Además se ha incrementado la vigilancia en tiempo real de tal modo que otros pueden controlar nuestros movimientos y comportamiento.
De modo que en caso de que alguien se aproxime demasiado automáticamente —o manualmente, cuando uno lo desee— la mochila empezara a producir niebla alrededor del usuario producida con el hielo seco y el agua cargados en la bolsa.
El uso de la niebla no tiene como finalidad sólo alejar a quien invade el espacio vital; según el autor sirve también para ocultarse de los demás a la vez que representa la vaparización de la intimidad y de los datos personales en el eufemismo de «vestir una nube». Una paja mental divertida y con cierto trasfondo a tener en cuenta.