Por @Wicho — 14 de Julio de 2005

En la NASA andan como locos intentando aislar la causa del fallo del sensor de nivel de combustible que ayer obligó a cancelar el lanzamiento del transbordador espacial Discovery.

El sensor en cuestión es uno de los cuatro que miden el nivel de combustible que queda en el depósito principal y activa el apagado civilizado de los motores - es como cuando a un ordenador portátil se le está agotando la batería y se pone en reposo automáticamente en lugar de seguir funcionando hasta que esta se agota completamente- y los cuatro han de funcionar perfectamente para que el lanzamiento se pueda realizar, pues de lo contrario se podría producir un apagado prematuro de los motores con consecuencias potencialmente desastrosas.

Ya en una prueba de los tanques realizada en abril falló este sensor, pero curiosamente esa prueba se hizo con otro tanque de combustible que al final los responsables de la NASA decidieron modificar para instalarle mecanismos que eviten en la medida de lo posible la formación de hielo en su superficie, así que parece razonable suponer que el fallo esté en el propio transbordador.

Lo malo es que no es un problema reproducible sino de esos que aparecen cuando les parece, por los responsables de la misión no quieren dar fechas para volver a intentar el lanzamiento.

De hecho todavía no saben si lo podrán reparar en la plataforma de lanzamiento o si habrá que devolver al Discovery al Vehicle Assembly Building, lo que supondría un mayor retraso y podría hacerles perder la oportunidad de realizar el lanzamiento este mes, en cuyo caso hasta septiembre la órbita de la Estación Espacial Internacional no volvería a ser la adecuada para realizar el lanzamiento con luz diurna, un requisito específico e inalterable de esta misión.

En el mejor de los casos, podrían intentar de nuevo el lanzamiento a las 18:40 GMT (dos horas más en España) de este sábado, 16 de julio.

En otras noticias relacionadas, este martes la NASA anunciaba que ha escogido a Lockheed Martin y a un equipo formado por Northrop Grumman y Boeing para que elaboren propuestas para el CEV, el vehículo que debería convertirse en el sustituto de los transbordadores en 2010, mientras que hoy mismo el gobierno ruso anunció la aprobación un plan de diez años para buscar sustituto para el Soyuz en el que se van a gastar menos dinero que la NASA en un sólo año; aún así, no hay que olvidar que la Estación Espacial Internacional ha sobrevivido estos dos últimos años gracias a los lanzamientos realizados por Rusia.


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