Por @Wicho — 18 de Septiembre de 2024

Esta mañana un Falcon 9 de SpaceX ponía en órbita dos satélites más del sistema de navegación Galileo. Pero esta vez Europa lo reconoce, no como en la anterior ocasión en la que ninguna de las notas de prensa, tuits o similares por parte de la Agencia Espacial Europea (ESA) y otras organizaciones europeas interesadas lo reconocieron. Como si a estas alturas fuera posible ocultar algo así.

Son los satélites FOC FM26 y FM32 de la constelación. FOC quiere decir Full Operational Capability, Capacidad operativa completa. En las próximas semanas alcanzarán su órbita de trabajo por sus propios medios y entrarán en servicio en cuanto sean probados.


Impresión artística de la separación de los satélites de su lanzador – Dirección General de la Industria de Defensa y Espacio de la UE (DG DEFIS)

Galileo es el sistema de navegación europeo –el GPS europeo, para entendernos– y es un recurso estratégico importante para Europa. Porque aunque su uso es libre el gobierno de los estados unidos podría decidir cerrar el acceso al GPS por causas de seguridad nacional y similares.

Tanto los dos satélites lanzados hoy como los dos lanzados el pasado 28 de abril tenían que haber sido puestos en órbita con el Soyuz ST, la versión del conocido cohete ruso que se lanzaba desde el espaciopuerto europeo de Kourou. Pero con la invasión de Ucrania por parte de Rusia esa colaboración se fue al garete.

Así que su lanzamiento pasó al Ariane 6. Pero con los retrasos del Ariane 6 –que aún lleva un sólo vuelo– al final a Europa no le quedó más remedio que alcanzar un acuerdo con SpaceX para, por ahora dos lanzamientos. El acuerdo garantiza que las personas que trabajan para la UE y la Agencia Espacial Europea (ESA) tengan acceso a la plataforma de lanzamiento en todo momento y, en caso de algún percance, que sean quienes primero accedan a los restos. Esto a cambio de un 30 % de recargo en el precio de lo lanzamientos, que han sido contratados por 180 millones de euros.

En el lanzamiento anterior la primera etapa del Falcon 9 fue la B1060, que volaba en su misión número 20. Aunque SpaceX no intentó recuperarla por los requisitos del lanzamiento. Pero en este la primera etapa era la B1067, que volaba en su misión número 22. Y en esta ocasión SpaceX consiguió recuperarla a pesar de que los requisitos de la misión le llevaban más al límite que nunca en ningún lanzamiento de la empresa.

No deja de ser sorprendente que Europa y la ESA, con su conocida aversión al riesgo, hayan permitido los lanzamientos con primeras etapas reutilizadas. Muy reutilizadas. Y hace pensar, una vez más, en el enorme error que ha sido diseñar el Ariane 6 sin nada reutilizable.

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