Por @Wicho — 21 de Septiembre de 2016

Mientras no inventemos la anti–gravedad la principal forma que tienen las distintas agencias espaciales de entrenar a sus astronautas para un paseo espacial es sumergirlos en una piscina metidos en un traje espacial convenientemente lastrado para simular la ingravidez.

Entre el empuje del agua debido al principio de Arquímedes y el peso del astronauta + traje + lastre la sensación es muy similar, aunque no del todo, ya que en el espacio, cuando están en caída libre, los cuerpos de los astronautas «flotan» dentro del traje, mientras que en la piscina se apoyan contra este debido a la gravedad.

Pero lo dicho, mientras no inventemos otra forma de hacerlo, esto es lo que hay.

Un astronauta en el NBL
Un astronauta en el NBL

En este vídeo en 360º se puede ver una inmersión en el Neutral Buoyancy Laboratory, la piscina cubierta más grande del mundo, que la NASA tiene en el Centro de Entrenamiento Sonny Carter, cerca de pero no en el Centro Espacial Johnson, y en cuyo interior hay una reproducción a tamaño real del segmento estadounidense de la Estación Espacial Internacional.

En ella se entrenan los astronautas de la NASA y agencias asociadas, de tal forma que para cuando salen de verdad al espacio para hacer un paseo espacial de unas 5 horas antes se han pasado al menos 100 horas bajo el agua ensayándolo paso a paso.

El vídeo incluye también una toma desde la sala de control en la que se pueden ver todos los monitores que se usan para ver que todo va bien.

La otra opción para entrenar a los astronautas en la ausencia de gravedad son los vuelos en caída libre, que si bien son más parecidos a la realidad están limitados a periodos de ingravidez de unos 30 segundos.

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