(cc) Dominik Bartsch
«Resulta más complicado fabricar zettabytes de almacenamiento que producir zettabytes de datos.»
* * *
Del mismo modo que el disco de tu ordenador o la memoria de tu teléfono se llenan más pronto que tarde, al mundo se le acaba el espacio de almacenamiento. O eso dice el artículo The data capacity gap: Why the world is running out of storage space,
La cantidad total de información digital producida en 2013 fue de 3,5 zettabytes (3500 millones de terabytes) y para el año 2020 se calcula que el mundo producirá unos 40 zettabytes de datos, el equivalente a un millón de fotografías o 1500 películas en HD por cada habitante del planeta.
(...)
Esto puede producir un desfase entre la capacidad de almacenamiento que se demanda y la capacidad de almacenamiento que se produce. Producir más discos duros y más centros de datos no es la respuesta. El hecho es que resulta más complicado fabricar zettabytes de almacenamiento que producir zettabytes de datos.
Por producir más discos duros y más centros de datos no es la respuesta el artículo se refiere a que a la escala actual el mismo problema se produciría de forma recurrente una y otra vez; eso unido al hecho de que almacenar más información en menos espacio físico comienza a resultar cada vez más difícil, incluso «complejo a nivel molecular».
Así que, como sucede con todos los recursos finitos, el artículo recomienda optimizar su consumo y gestionar el espacio de almacenamiento equilibrando entre rapidez de acceso, gestión eficiente y coste de mantenimiento.
Un método es el almacenamiento por niveles o capas que aproveche las virtudes de cada tipo de almacenamiento disponible utilizando la tecnología de almacenamiento más apropiada según la importancia y el tipo de los datos a guardar.
Es decir, combinar la capacidad de almacenamiento de los discos duros (más lentos pero más caros), el rendimiento de los discos SSD (más rápidos pero más costosos) y los híbridos SSHD, una combinación de los dos anteriores — y combinarlos de forma efectiva. Que en realidad es algo que hacen cada vez más usuarios en su casa, pero que todavía se hace poco en entornos empresariales, según el artículo.