Por @Wicho — 30 de noviembre de 2023

Esta semana Virgin Atlantic se ha convertido en la primera aerolínea en hacer un vuelo comercial trasatlántico sólo con combustible sostenible (SAF por sus siglas en inglés). El vuelo especial VS100 del día 28 voló de Londres a Nueva York utilizando única y exclusivamente SAF para alimentar los motores Rolls Royce del Boeing 787 que lo llevó a cabo.

Los preparativos para el vuelo llevaron un año mientras se hacían todas las comprobaciones necesarias para asegurarse de que el vuelo era seguro aún a pesar de que el SAF es prácticamente indistinguible del combustible obtenido del petróleo. Pero ya se sabe aquello de que los experimentos en casa y con gaseosa. Aunque según Jon Walker, el capitán al mando del vuelo, llegado el día los preparativos fueron esencialmente los mismos que los de cualquier otro día.

El avión en cuestión aterrizando en Londres
El avión que llevó a cabo el vuelo fue el Boeing 787-9 G-VDIA «Lucy in the Sky» – Wicho

El combustible de aviación sostenible es un tipo de combustible para reactores producido a partir de fuentes renovables y sostenibles. A diferencia del combustible convencional obtenido del petróleo, el SAF se fabrica a partir de materias primas como residuos agrícolas, aceites usados y biomasa.

Pero, como ya mencionaba arriba, salvo su origen, es prácticamente indistinguible del Jet-A de toda la vida. Así que se puede usar sin necesidad de modificaciones en las aeronaves y motores, así como en los sistemas de almacenamiento y distribución actuales. Aún así los fabricantes de aviones y motores por ahora no han certificado las operaciones diarias con más que un 50 % de SAF como mucho. El VS100, al haberlo usado al 100 %, quiere servir como una demostración de que es posible volar sólo con SAF.

La idea de utilizar este tipo de combustible es reducir al máximo las emisiones de carbono asociadas a los vuelos con el objetivo final de conseguir vuelos neutros en carbono. En el vuelo VS100 el cálculo es que se redujeron en un 70 %.

Aunque el verdadero problema con su uso está por un lado en la disponibilidad y por otro en el precio. En la disponibilidad porque la producción mundial no cubre ni de lejos la cantidad necesaria para toda la industria aeronáutica. De hecho no cubre tan siquiera las necesidades de una aerolínea: apenas llega a un 0,1 % del combustible de aviación que se usa en el mundo. Y en cuanto al coste por ahora aún es unas cuatro veces más caro que el combustible tradicional.

A pesar de eso los gobiernos y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) tienen el objetivo de que para 2030 el 10 % del combustible usado por la aviación sea SAF. Veremos.

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