Por @Wicho — 16 de Junio de 2020

El 15 de junio de 2020 la sonda Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea alcanzaba la distancia mínima al Sol –perihelio– de su primera órbita. El acercamiento fue hasta unos 77 millones de kilómetros, aproximadamente la mitad de la distancia que separa la Tierra del Sol. El próximo perihelio se producirá a principios de 2021.

Durante la semana inmediatamente siguiente a su primer perihelio el equipo de la misión aprovechará para probar todos los instrumentos de a bordo. Así por fin los diez instrumentos trabajarán en conjunto en un entorno similar a aquel para el que fueron diseñados y podremos empezar a ver cómo los datos que obtienen se complementan unos a otros. De hecho el día 14 a media tarde terminó la fase de puesta en marcha de la sonda, que ahora está oficialmente en su fase de crucero.

Lanzada el 10 de febrero de 2020 la misión intentará ayudarnos a entender cómo el Sol crea e influye en la heliosfera, la gran burbuja de plasma que rodea todo el Sistema Solar e influye en sus planetas. En concreto se centrará en cuatro áreas principales de investigación:

  • Viento solar: ¿Qué impulsa el viento solar y la aceleración de las partículas del viento solar?
  • Regiones polares: ¿Qué ocurre en las regiones polares cuando el campo magnético solar invierte su polaridad?
  • El campo magnético: ¿Cómo se genera el campo magnético dentro del Sol y cómo se propaga a través de la atmósfera del Sol y hacia el espacio?
  • El clima espacial: ¿Cómo impactan en el Sistema Solar eventos repentinos como llamaradas y eyecciones de masa coronal? ¿Cómo producen las erupciones solares las partículas energéticas que llevan a un clima espacial extremo en la Tierra?

Además la Solar Orbiter está siguiendo un camino que, gracias a dos asistencias gravitatorias de Venus y una de la Tierra, le permitirá ir modificando su órbita hasta abandonar el plano de la eclíptica. Eso nos permitirá, por primera vez en la historia, ver los polos del Sol. ero eso no será hasta 2025. Estas modificaciones en su órbita le permitirán, además, llegar a acercarse hasta tan sólo unos 48 millones de kilómetros de él a partir de 2022. Menos de la distancia a la que lo orbita Mercurio.

En cualquier caso eso no impide, por supuesto, ir «aciendo la cencia» mientras alcanza su órbita definitiva. Y fotos bonitas. Los responsables de la misión esperan publicar a mediados de julio las fotos que haya hecho del Sol. Serán las fotos más cercanas de las que dispongamos aunque aún no hay alcanzado su distancia mínima al Sol.

Tendrán, eso sí, menos resolución que las obtenidas por el Telescopio Solar Daniel K. Inouye situado en Maui con su espejo de cuatro metros. Pero a cambio no estará la atmósfera de la Tierra interfiriendo.

Y aunque la Parker Solar Probe de la NASA se acercará bastante más al Sol no tiene ninguna cámara que apunte directamente al Sol; sólo capta imágenes de su corona.

Así que esperamos con ansiaviva esas fotos.

La misión está en Twitter como @ESASolarOrbiter. Y algunos de sus instrumentos también tienen cuenta:

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