Por @Wicho — 19 de Febrero de 2023

En la madrugada del sábado 18 de febrero la cápsula de carga Progress MS-21 se desacopló de la Estación Espacial Internacional (EEI). Es la cápsula que el pasado día 11 se quedó sin presión en su sistema de refrigeración a causa de una fuga. Así que la tripulación del segmento ruso de la Estación tomó el control manual de la maniobra para hacerla girar sobre su eje y obtener imágenes en alta resolución para intentar localizar la fuga.

Pero a pesar de que en las imágenes se ve una mancha de un color similar al que rodea al agujero por el que se produjo la fuga de refrigerante de la cápsula tripulada Soyuz MS-22 Roscosmos dice que no se aprecia ningún daño en las imágenes. Y de hecho se pueden ver manchas similares en otras Progress que no tuvieron problema alguno.

El agujero que causó la fuga de refrigerante en la Soyuz MS-22 en una fotografía obtenida por el brazo robot de la Estación Espacial Internacional. Está rodeado de restos del refrigerante que se escapó
El agujero por el que se produjo la fuga en la Soyuz MS-22 y los restos anaranjados de refrigerante – NASA/Roscosmos

En un principio manejaron la opción de no deorbitar la cápsula e incluso volver a atracarla en la EEI para continuar con la investigación. Pero finalmente decidieron deorbitadarla en la madrugada del domingo 19. Eso provocó una reentrada controlada en la atmósfera en la que tanto la cápsula como su contenido, materiales de desecho y ya no necesarios a bordo de la Estación, resultaron incinerados.

Pero queda en el aire la cuestión de cómo es posible que en un par de meses una Soyuz primero y una Progress después hayan sufrido averías tan similares. Roscosmos atribuía el fallo de la Soyuz al impacto de un micrometeorito o de un fragmento de basura espacial. Pero es muy extraño que la Soyuz fallara igual.

Y queda también en el aire cómo se va a comportar la Soyuz MS-23, la cápsula tripulada que viajará vacía a la Estación para sustituir a la MS-22. Roscosmos hizo inspecciones extra en la cápsula tras la fuga de refrigerante de la Progress y no encontró nada. Pero es muy, muy raro e inquietante.

La Soyuz MS-23 está ya encapsulada dentro de su cofia protectora y en los próximos días será acoplada al cohete Soyuz que va a lanzarla. El lanzamiento estaba previsto para el 20 de febrero pero tras la revisión extra ha sido retrasado al día 24.

La cápsula tumbada de lado mientras está siendo introducida en la cofia, que está también tumbada frente a ella
La Soyuz MS-23 a punto de ser encapsulada en la cofia protectora – RKK Energia

Hay una cierta urgencia en este lanzamiento porque una vez que Roscosmos decidió que la Soyuz MS-22 no estaba en condiciones de ser utilizada como nave tripulada Sergey Prokopyev, Dmitri Petelin y Frank Rubio se quedaron no sólo sin nave con la que volver a casa sino también sin salvavidas en caso de tener que abandonar la Estación.

Por ahora, por si acaso, el asiento de Frank Rubio está instalado, sujeto con cinchas, en la Crew Dragon Endurance de la misión Crew-5. Prokopyev y Petelin tendrían que jugársela en la Soyuz MS-22 con la esperanza de que con dos personas a bordo en lugar de con tres los sistemas de a bordo aguantaran la falta del circuito de refrigeración

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