Por @Wicho — 22 de Mayo de 2020

Tras día y pico la misión DM-2 de SpaceX, la que será la primera misión tripulada de una Crew Dragon, ha pasado su Flight Readiness Review (FRR).

Pasar la FRR es un paso imprescindible para el lanzamiento de cualquier misión de la NASA pues significa que todas las personas, departamentos, organizaciones y empresas implicadas en ella tienen claro que está todo listo. Wayne Hale, ex-director del programa de transbordadores espaciales, describía así estas reuniones:

En una FRR de la NASA se supone que cada área debe demostrar que todas y cada una de las piezas del vehículo que va volar fue diseñada según los estándares de ingeniería adecuados para lograr el propósito requerido; y que además cada pieza fue fabricada con tolerancias exactas y pasó las inspecciones pertinentes; y aún más que cada pieza fue probada o certificada para las condiciones que experimentará durante el vuelo. Si se detectaba la más mínima discrepancia, debía darse una explicación extremadamente detallada y con montones de argumentaciones de ingeniería -pruebas y análisis- para demostrar que la discrepancia era aceptable. Una buena FRR para el transbordador espacial podía durar dos o más días con largas presentaciones, preguntas comprometidas, debate a veces agrio, y finalmente una resolución: volar o retirarse y arreglar lo que hiciera falta.

Así que no es de extrañar que la FRR de la DM–2 haya durado más de un día. Es algo que ya estaba previsto así que no va a tener impacto en la fecha de lanzamiento. Un momento muy importante de ella ha sido cuando Kathy Lueders, la directora del programa de tripulaciones comerciales de la NASA, firmó el certificado para misiones tripuladas de SpaceX. La última vez que la NASA certificó una nave para misiones tripuladas fue hace 39 años con los transbordadores espaciales.

Kathy Lueders en el momento de la firma – NASA
Kathy Lueders en el momento de la firma – NASA

El siguiente paso es una prueba estática de los motores del Falcon 9 que va a lanzar la misión. Esto es una prueba estándar en todos los cohetes de SpaceX y consiste en encender los motores durante unos segundos para comprobar que tanto ellos como los sistemas asociados funcionan correctamente. Se producirá a las 22:33, hora peninsular española, del 22 de mayo. Justo a la misma hora en la que está previsto el lanzamiento del día 27. Habrá una retransmisión no oficial a través de Internet.

Es la última ocasión en la que la NASA y SpaceX podrán obtener datos del cohete, que de acuerdo con los requisitos de la agencia para misiones tripuladas, es completamente nuevo.

Ya el sábado se hará un simulacro de lanzamiento en el que se seguirán todos los pasos de un lanzamiento hasta justo el momento de empezar a cargar combustible. Esto incluye que Bob Behnken y Doug Hurley se monten en la Crew Dragon. Por cierto: no irán a la plataforma de lanzamiento en una de las tradicionales furgonetas de la NASA sino en un Tesla Model X.

Con todo esto el lunes 25 se llevará a cabo la Launch Readiness Review (LRR), la revisión que efectivamente autorizará –esperemos– el lanzamiento en sí. Está previsto para las 22:33, hora peninsular española, del día 27.

Será la primera vez desde 2011 en el que una tripulación estadounidense despegue en una nave estadounidense desde suelo estadounidense. Si todo va bien la entrada en servicio de la Crew Dragon –orgullo patriótico aparte– permitirá asegurar una segunda vía de acceso de misiones tripuladas a la Estación Espacial Internacional; desde la retirada de los transbordadores espaciales en 2011 todo depende de las Soyuz rusas.

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