Por @Wicho — 2 de Noviembre de 2020

La semana pasada Rocket Lab lanzó sin problemas su decimoquinto cohete Electrón, bautizado In focus. A bordo iban nueve satélites SuperDove de Planet y el CE-SAT-IIB de Canon. Pero el lanzamiento incluía una sorpresa de la que no hablaba el kit de prensa de la misión: la tercera etapa del cohete fue utilizada para colocar el satélite de Canon en una órbita con distinta inclinación a los de Planet. Esto es una novedad muy relevante en cuanto a las capacidades del Electrón y más en concreto de su tercera etapa.

En concreto los SuperDove están en una órbita de 507×524 kilómetros y 97,5 grados mientras que el CE-SAT-IIB está en una órbita de 507×524 km y 96,65 grados. Es una diferencia de un grado, lo que puede no parecer mucho. Pero cambiar la inclinación del plano orbital es costosísimo en cuanto a combustible: con el combustible usado para mover un grado la inclinación de la órbita podían haber aumentaoo du altitud en varios cientos de kilómetros.

Hasta ahora habíamos visto como la tercera etapa había sido utilizada para circularizar la órbita de los satélites que llevaba a bordo. Y también como los colocaba a distintas altitudes mediante sucesivos encendidos de su motor.

Pero colocarlos en órbitas con distinta inclinación es algo que no habíamos visto hasta ahora. Y eso es muy importante de cara a poder personalizar aún más los lanzamientos. Un cliente que necesite un lanzamiento con una inclinación específica no tiene por qué reservar un lanzamiento propio o esperar a juntarse con otros clientes con el mismo requisito: un mismo Electrón, dentro de las capacidades de cambio de inclinación de la tercera etapa, puede darle servicio a todos.

Lo hemos dicho ya muchas veces: el Electrón cumple con creces aquello de «pequeño pero matón».

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