Cada día uno o dos satélites Starlink terminan desintegrados en la atmósfera. Puede ser porque se haya terminado su vida útil y la empresa los haya hecho reentrar a propósito o porque hayan fallado y no puedan utilizar sus motores para recuperar altitud. También hay épocas en las que una mayor actividad solar hace que la atmósfera «se hinche» y eso provoca más reentradas. Pero para cuando estén completadas todas las constelaciones de acceso a Internet que se están lanzando el número de reentradas puede subir hasta cinco al día. Las empresas tienen esto previsto y, de hecho, SpaceX lanzó casi 300 satélites nuevos en septiembre. Lo que no está tan claro son los efectos a largo plazo de todo ese material que queda en suspensión en la atmósfera. [Fuente: Jonathan McDowell en 1 to 2 Starlink satellites are falling back to Earth each day.]

