Por Nacho Palou — 14 de Marzo de 2002

El término Brainstorming o reunión de reflexión se utiliza genéricamente para referirse al pensamiento creativo, basándose en el principio de la suspensión de juicio, que está probado científicamente resulta ser altamente productivo tanto en esfuerzo individual como de grupo, y tanto para la generación de nuevas ideas como para la resolución de un problema o problemas planteados. En el brainstorming la fase de generación de ideas es independiente de la fase de pensamiento serio o juicioso.

Algunas reglas básicas del brainstorming en grupo son tales como tener claro el problema y que todos los participantes lo conozcan y asegurarse de que está claramente expuesto, aceptar que todas las ideas son buenas y no merecen crítica y sí anotarse o grabarse -- preferentemente por una sola persona actuando como coordinador del cotarro que debe preocuparse, entre otras cosas, de mantener la sesión centrada en el tema; deshinibirse y dar a conocer ideas propias, incluso las que puedan parecer dispares, animando además a los otros a que también lo hagan.

Aunque la idea del brainstorming parte de que los comentarios de la gente estimulan las ideas de uno mismo, en una especie de reacción en cadena de ideas, en algunos aspectos el brainstorming individual es más adecuado, especialmente para producir o generar ideas o planteamientos nuevos. Cuando la idea o el problema ya existe una reunión en grupo puede ser mejor para ampliarla, desarrollarla o solucionar el problema abriendo nuevos caminos y el enfoque original propuesto por el autor.

Una vez finalizado el brainstorming se revisan y evalúan las respuestas para, entre otras cosas, eliminar las respuestas parecidas o repetidas o definitivamente no-válidas, agrupar los conceptos y resumir las respuestas restantes para discutirlas como grupo.

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