Por @Wicho — 7 de Diciembre de 2022

Impresión artística del telescopio en el espacio con él en primer plano y un fondo de estrellas en el que destacan varios puntos rojos que representan asteroides
Impresión artística de NEO Surveyor en el espacio – NASA/JPL-Caltech

La misión NEO Surveyor de la NASA acaba de pasar lo que la agencia llama Key Decision Point C (KDP-C, Punto clave de decisión C). Eso quiere decir que la agencia considera que la misión cumple todos los criterios de viabilidad técnica, presupuesto, y calendario de ejecución como para que se pueda aprobar su construcción. Así que si todo va según lo previsto para junio de 2028 tendremos un telescopio espacial en órbita destinado a detectar asteroides potencialmente peligrosos. Por la cuenta que nos tiene.

NEO Surveyor es un telescopio de infrarrojos diseñado para ayudar a avanzar en los esfuerzos de defensa planetaria de la NASA. Mejorará nuestra capacidad para descubrir y caracterizar al menos el 90% de los asteroides y cometas potencialmente peligrosos que se acercan a menos de unos 50 millones de kilómetros de la órbita de la Tierra. Son los conocidos como objetos próximos a la Tierra, o NEOs. Detectarlos a tiempo podría permitirnos desviarlos en caso de necesidad.

Está diseñado para trabajar en el infrarrojo porque en luz vivible los asteroides engañan: pueden reflejar muy poca luz y aparentar ser pequeños cuando en realidad son más grandes. Esto no sucede en el infrarrojo, que permite calcular el tamaño de un asteroide con un 10 % de margen de error:

Infografía que explica como asteroides de muy distinto tamaño pueden parecer iguales en luz visible pero no así en el infrarrojo
La importancia de observar en el infrarrojo – NASA/JPL-Caltech

Monta un telescopio de 50 centímetros con un campo de vista de 11,56 grados cuadrados –la Luna ocupa 0,2 grados cuadrados– capaz de ver en dos longitudes de onda, 4 µm and 10 µm. El telescopio va unido a unos detectores con una resolución de 2.048×2.048 píxeles que producirán 82 gigabits de datos al día. Los detectores usan refrigeración pasiva, por lo que NEO Surveyor no tendrá el problema de que se le acabe el refrigerante, como por ejemplo sucedió con el telescopio espacial WISE.

Estará en órbita en el punto de Lagrange L1 del sistema Tierra–Sol, situado a 1,5 millones de kilómetros en dirección al Sol. Desde allí puede observar la mayor parte de la órbita de la Tierra en un momento dado. Y gracias a su parasol podrá mirar hasta unos 45 grados del Sol, aunque no directamente hacia él. Es también un punto lo suficientemente lejos como para proporcionar un entorno estable y frío, pero lo suficientemente cerca como para soportar las comunicaciones de radio de alta velocidad necesarias para enviar las imágenes de gran formato de NEO Surveyor a la Tierra. Aunque para mantener la órbita es necesario usar los motores de maniobra, así que la duración de sus propelentes será la que en último término limite la de la misión.

Las estimaciones son que en el transcurso de 4 años aproximadamente dos tercios de todos los asteroides potencialmente peligrosos pasarán dentro de su ventana de observación y serán observados, detectados y notificados.

NEO Surveyor tenía una cuenta propia en Twitter, pero ahora está dentro del paraguas de la cuenta NASA Asteroid Watch, @AsteroidWatch. También hay información acerca del «asuntillo» de los asteroides en @NASASolarSystem.

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