Por Nacho Palou — 12 de Diciembre de 2016

Unsplash / Annie Spratt

Aunque de entrada los árboles de navidad de plástico parecen una opción mejor para el planeta lo cierto es que no es necesariamente así, y la respuesta sobre qué opción es mejor no es sencilla. Según el artículo Real Christmas Trees Or Fake Ones — Which Are Better For The Planet? del Huffington Post, «en igualdad de condiciones los pinos de verdad parecen una opción mejor para la Tierra, pero en ciertas circunstancias el árbol artificial puede ser una buena opción.»

Entre esas «circunstancias» el artículo incluye el material en el cual está fabricado el árbol de plástico. Por ejemplo, el PVC (policloruro de vinilo) es un material no reciclable y tóxico para la salud y para el medio ambiente. El polietileno (PE) es una opción «menos tóxica».

También cuenta cuál es el lugar de origen del árbol: no es lo mismo que el árbol artificial sea de fabricación local o nacional a que haya que traerlo desde países asiáticos como China, «lo que aumenta significativamente la huella de carbono», la emisión de CO2 asociado a su transporte (la de producción sería igual). Para amortizarla hay que estar dispuesto a utilizar el árbol de plástico entre 10 y 20 navidades — aunque lo cierto es que el PVC seguirá siendo PVC dentro de diez años, y no se podrá reciclar.

Por su parte los árboles de navidad reales se cultivan con el fin de ser «árboles de navidad», por lo que —según el artículo— es mejor para todos hacerse con uno de éstos, especialmente si se adquiere en un vivero o cultivo local: los árboles de verdad cumplen su función biológica durante su crecimiento, y una vez usados (a diferencia de los de PVC) se pueden reciclar.

Fotografía: Unsplash / Annie Spratt.

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