Por @Wicho — 7 de Septiembre de 2023


Despegue de la misión – MHI Launch Services

Después de tener que cancelar un primer intento el pasado 28 de agosto por la presencia de vientos demasiado fuertes en altura hace unas horas un cohete H-2A despegaba del espaciopuerto de Tanegashima y ponía en órbita con éxito tanto el telescopio de rayos X XRISM (se pronuncia «crism»), que era la carga principal de la misión, como la carga secundaria, el aterrizador lunar SLIM.

La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) confirmaba poco después del lanzamiento que el telescopio y el aterrizador han completado correctamente sus fases iniciales de puesta en marcha. Eso quiere decir que ya están perfectamente orientados respecto al Sol y que sus paneles solares están generando electricidad, así que ya no dependen de sus baterías.

Rayos X por la vía de urgencia

XRISM, de X-Ray Imaging and Spectroscopy Mission, Misión de Espectroscopia e Imágenes de Rayos X tiene como objetivo estudiar el universo en la gama de los rayos X, donde se producen algunos de los eventos más violentos que conocemos. Cosas como lo que queda después de la explosión de una estrella y los chorros de partículas a velocidad cercana a la de la luz lanzados por agujeros negros supermasivos en los núcleos de las galaxias.

Es un proyecto de la JAXA con la colaboración de la NASA y contribuciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de la Agencia Espacial Canadiense (CSA).

Para llevar a cabo su misión XRISM monta dos instrumentos, Resolve y Xtend.

Resolve es un espectrómetro desarrollado en colaboración entre JAXA y la NASA. Cuando un rayo X incide en el detector de 6 por 6 píxeles de Resolve, su energía provoca un minúsculo aumento de la temperatura. Al medir la energía de cada rayo X, el instrumento proporciona información sobre la fuente de ese rayo, como su composición, movimiento y estado físico.


Resolve monta una rueda de filtros para observar distintas longitudes de onda o incluso bloquear los rayos X cuando una estrella o un agujero negro emiten tanta radiación que ciegan el detector; ha sido desarrollada por la Universidad de Ginebra y SRON, el Instituto Holandés de Investigación Espacial, para la ESA – SRON/ESA

Xtend ha sido desarrollado por JAXA. Gracias a él, XRISM tendrá uno de los mayores campos de visión de todos los telescopios de rayos X lanzados hasta la fecha, observando un área aproximadamente un 60% mayor que el tamaño medio aparente de la Luna llena. Las imágenes que obtenga complementarán los datos recogidos por Resolve.


Cada uno de los instrumentos de XRISM monta un espejo –aquí se ve un cuarto de uno de ellos– con 203 láminas ligeramente cónicas que enfocan los rayos X que las pasan rozando en un punto 5,6 metros por detrás de ellos – NASA

La atmósfera nos protege de los rayos X, así que por eso es necesario colocar los observatorios de este tipo en órbita. La órbita objetivo de XRISM es de 550 kilómetros de altitud y una inclinación de 31 grados.

XRISM viene a sustituir a Hitomi, otro telescopio de rayos X lanzado por Japón en febrero de 2016 pero que resultó destruido por una maniobra errónea abril de 2016 cuando el telescopio aún estaba en su fase de calibración. Está previsto que esté en servicio un mínimo de tres años, pero lo más probable es que dure bastantes más.

Resolve y Xtend son similares a los instrumentos SXS y SXI de Hitomi; pero los dos detectores de rayos X duros (HXI) de Hitomi no tienen equivalente en XRISM.

Tras la pérdida de Hitomi había una cierta prisa por lanzarlo para evitar un hueco en la recogida de datos en la banda de los rayos X ahora que los sensores y sistemas de Chandra, NuSTAR y XMM-Newton, otros telescopios de rayos X, ya van mostrando achaques de la edad. Y dado que ATHENA, el futuro telescopio de rayos X de la ESA no será lanzado antes de finales de los 2030. Si no hay más retrasos.

Aunque también es cierto que en junio de 2017 China lanzó HXMT y en diciembre de 2019 la NASA hizo lo propio con IXPE, ambos telescopios de rayos X. Y que también está en el espacio el observatorio de rayos X ruso-alemán Spektr-RG. Pero a consecuencia de la invasión rusa de Ucrania está parado pues Alemania, quien suministró su instrumento principal, solicitó a Roscosmos que lo apagara.

La misión está en Twitter como @XRISM_jp.

Un compañero de lanzamiento

Aprovechando que al cohete le sobraba capacidad de carga para el lanzamiento de XRISM, y como es habitual en estos casos, la JAXA aprovechó esa capacidad extra y lanzó con él el aterrizador SLIM, de Smart Lander for Investigating Moon, Aterrizador inteligente para investigación lunar.

Su objetivo es realizar un aterrizaje de precisión en la Luna utilizando un sistema de navegación óptico basado en los datos obtenidos por la sonda Kaguya. La JAXA pretende que SLIM alunice a menos de 100 metros de distancia del punto escogido en el cráter Shioli. Por contraste la elipse de aterrizaje del Apolo 11 medía 20 kilómetros de largo por 5 de ancho.

El alunizaje, además, ha de ser suave, de tal forma que tras posarse pueda explorar durante un tiempo su entorno utilizando las cámaras de a bordo y que los dos pequeños rovers que lleva a bordo, que habrán sido desplegados poco antes de que el aterrizador se pose sobre el suelo de la Luna.

Si SLIM lo consigue Japón se unirá al pequeño grupo de países que ha conseguido colocar misiones de una pieza sobre la superficie de la Luna: la URSS, los Estados Unidos, China y, desde el miércoles de esta misma semana, la India con la misión Chandrayaan-3.

La misión está en Twitter como @SLIM_JAXA pero sólo la he visto tuitear en japonés.

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