Por @Alvy — 17 de Mayo de 2024


Con destino a la Luna (Irving Pichel, 1950), conocida como precursora de Alien: el octavo pasajero

Tanto si te gustan las obras cinematográficas maestras de toda la vida como si eres más del cine de serie B cutre seguro que te apetece apuntarte esta lista de 3.000 películas que LearnOutLoud ha recopilado, llamada humildemente

En general son todos largometrajes hollywoodienses, con algún documental y película extranjera de vez en cuando. Se pueden ver gratis sin anuncios si tienes Youtube Premium, o con anuncios con la versión gratuita normal.

Cómo está creada esta colección de películas

Todas estas películas son –en principio– perfectamente «legales». Esto es a veces porque su copyright ha expirado, como muchas de las obras maestras del cine mundo, por ejemplo El hombre mosca (Newmeyer y Taylor, 1923) con Harold Lloyd. También puede ser por olvido, como le pasó a La noche de los muertos vivientes (George A. Romero, 1958) o porque sus propietarios han desaparecido del mapa, cosa que a veces sucede con las productoras antiguas que entran en quiebra. También algunas están online porque las televisiones o canales de TV de internet las han emitido y sus acuerdos incluyen conservarlas online públicamente. Esto quiere decir que es poco probable que desaparezcan de repente, lo cual es interesante de por sí.

Los creadores de la lista dicen que han intentado buscar siempre la versión de más calidad y más reciente de todas las que hay en YouTube, y se nota. Todas tienen una calidad de imagen más que decente y buen audio. Muchas tienen subtítulos y algunas incluso audio en varios idiomas, incluyendo castellano. Además no da la impresión de que sean versiones cutres que alguien anónimo sube en modo «pirata» y a los pocos días desaparecen. Eso sí: ya avisan que algunas no están disponibles por cuestiones regionales relacionadas con los derechos de distribución, y YouTube automáticamente las omite. [Nota: a mi solo me aparecen 682 vídeos desde España, pero usando una VPN desde otros países de Europa he podido acceder a 738, e incluso a 1.979 desde Estados Unidos, así que, ya sabes, YMMV.

Un catálogo amplio y variado de películas estupendas (y horribles)

Entre las pequeñas joyas que he visto echando un vistazo rápido hay muchas de las primeras películas de Alfred Hitchcock; obras geniales como Sabotaje (1936) o Alarma en el expreso (1938) y algunas otras de su etapa de debutante, cuando era menos conocido.

También hay casos raros, raros, de pelis recientes como El hombre que mató a don Quijote (Terry Gilliam, 2018) que no está muy claro qué pinta ahí –por lo de los copyright más que nada– aunque en este caso a mi me decepcionó un poco en cuanto a la historia, y eso que el prota es Adam Driver y hay actores españoles.

Además de esto están las curiosidades bizarrísimas como Pánico en el Transiberiano (Eugenio Martín, 1972) que tiene como atractivo a Cristopher Lee, Peter Cushing (¡y Telly Savallas!) como protagonistas. Esta película de terror se rodó en España, hay escenas en la Estación de las Delicias de Madrid decorada como si fuera rusa y con Navecerrada como montaña nevada de Siberia (!) Mi recuerdo personal de esta peli (que solo he podido volver a ver recientemente) es que me llevaron a verla a una sesión continua siendo muy pequeño –pero muy, muy pequeño–. Aunque no fuera el estreno sino una reposición imagino que tendría 6, 7 u 8 años… Definitivamente mala idea llevar a un niño tan pequeño a ver al «realista» y terrorífico monstruo de ojos rojos y a los personajes muertos y ensangrentados con ojos vidriosos porque les habían extraído la energía vital del cerebro (¡glups!) Recuerdo que fue la película que más pesadillas me produjo durante años.

Esta peli entraría sin duda en la lista de lo que yo llamo Las mejores películas malísimas –categoría: España– junto con otras cuantas que están en la lista de las 3.000… Así a ojo hay joyas del cine de serie B como Vampiros del espacio (a.k.a. Plan 9 del espacio exterior) (Ed Wood, 1957) o Con destino a la Luna (Robert Graves, 1950) que es genial y precursora ni más ni menos que de Alien Atención a la lista de personajes y cómo van siendo eliminados uno por uno, y a ese cohete vertical y claustrofóbico donde transcurre la acción. Eso sí, confieso que no he sido capaz de ver más de dos minutos de la versión turca de Star Wars, que también está.

Aparte de eso hay muchos largometrajes de Chaplin (Charlot), de Oliver y Hardy (El gordo y el Flaco), Buster Keaton… Y joyitas como Un muchacho y su perro (L.Q. Jones, 1975), precuela de todas las pelis y series post-apocalípticas estilo Mad Max, The Road o Fallout.

Así que si te has cansado ya del catálogo de Netflix y HBO, o te gusta rememorar pelis viejas o simplemente dormite oyendo algún clásico, aprovecha y dales una oportunidad, que están a un par de clics.

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Por @Alvy — 17 de Mayo de 2024

Andromeda Invaders recrea el más clásico de los videojuegos y entretiene (y vicia) un rato

Andromeda Invaders es un medio homenaje, medio recreación, medio experimento de programación que recrea el más clásico de los clásicos de los juegos de marcianitos: Space Invaders (1978). Eso sí, lo hace con algunas variantes como una mayor simplicidad y un incremento de dificultad que hacen que sea un poco más viciosillo si cabe que el original.

En esta versión moderna el láser no para de disparar, es decir, que no hay botón de disparo como tal. Y los ovnis no sólo atacan al jugador sino que además tienen cierta «resistencia» y hay que acertarlos tres veces para destruirlos. Esta especie de «vida» la indica el color de las naves invasoras, al igual que la del láser, que no desparecen si lo alcanzan sino que cambia de color también tres veces antes de ser destruido (se consiguen vidas extra cada 100 puntos).

La dificultad del juego aumenta con más ovnis invasores y más velocidad tras completar cada nivel. Según las instrucciones, disponibles junto con el código fuente de Andromeda Invaders hay unos 20 niveles hasta llegar a la velocidad máxima de los ovnis y de los láseres que disparan. De ahí al nivel 1.000 (que debe ser el último) no hay variación.

¡Suerte y al lío!

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Por @Wicho — 17 de Mayo de 2024

La historia de la misión ExoMars de la Agencia Espacial Europea (ESA) da para varios culebrones. Pero en su último capítulo la agencia europea y la NASA han firmado un acuerdo en el que retoman su colaboración para hacer aterrizar el rover Rosalind Franklin en Marte.

El rover es la segunda parte del programa ExoMars, que en 2018 puso el Trace Gas Orbiter (TGO) en órbita alrededor de Marte. El TGO, además de estudiar la composición de la atmósfera marciana, tiene como objetivo actuar como relé de comunicaciones para el rover. Junto con el TGO viajaba Schiaparelli, una plataforma para comprobar las tecnologías que la ESA y Roscosmos, en aquel momento parte del programa, iban a utilizar para hacerlo aterrizar en el planeta rojo.

Pero Schiaparelli no lo consiguió. Y otros problemas variados, incluyendo la pandemia de covid 19, fueron retrasando el lanzamiento de Rosalind Franklin. Hasta que a principios de 2022 todo parecía listo para lanzar ese otoño. Aunque la invasión de Ucrania por parte de Rusia dio al traste con todo ya que la ESA suspendió sus proyectos conjuntos con Roscosmos, la agencia espacial rusa, incluyendo ExoMars. Eso dejó al rover sin cohete lanzador –iba a ser un Protón M– y sin plataforma de aterrizaje.

Así que la ESA tuvo que replantearse todo, empezando por si seguir adelante con el lanzamiento. Aunque dado que estaba construido y listo para volar parecía un desperdicio no hacerlo. Y además hay que recordar que el rover está dotado de un taladro que podrá tomar muestras hasta a dos metros por debajo de la superficie de Marte y analizarlas in situ, algo que nunca se ha hecho hasta ahora. El objetivo es buscar señales de vida pasada en Marte.


El taladro del gemelo de Rosalind Franklin para pruebas en tierra – ESA

Tomada la decisión de seguir adelante la ESA contrataba recientemente con Thales Alenia Space el desarrollo de una nueva plataforma de aterrizaje para la misión ante la imposibilidad de utilizar la desarrollada por Roscosmos. Es un contrato valorado en 552 millones de euros.

Aunque, entre otras cosas, seguía quedando el problema del lanzador. Y aquí es dónde la NASA vuelve a entrar en la ecuación. Vuelve porque allá por 2009, cuando la misión ExoMars tomó más o menos su forma actual, la NASA se iba a encargar del lanzamiento con un cohete Atlas. Pero recortes forzados sobre todo por el coste extra del telescopio Espacial James Webb llevaron a que la agencia estadounidense se retirara del proyecto en 2012. Y es a partir de ahí cuando entró Roscosmos hasta lo de Ucrania.

En virtud del nuevo acuerdo recién firmado la NASA se encargará del lanzamiento –previsiblemente en un Falcon Heavy– y proporcionará también motores para la plataforma de descenso y las unidades de calor de radioisótopos que permitirán al rover sobrevivir al frío marciano.

El lanzamiento está previsto para 2028 con un aterrizaje en 2030 para llegar a Marte después de la temporada de tormentas de arena.

La misión está en Twitter como @ESA_ExoMars.

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Por @Wicho — 16 de Mayo de 2024

Impresión artística de BepiColombo en las proximidades de Mercurio
Impresión artística de BepiColombo en las proximidades de Mercurio – ESA/JAXA

Según ha comunicado la Agencia Espacial Europea (ESA) hace unas horas la sonda BepiColombo tiene problemas con sus motores, que no ahora mismo no pueden funcionar a plena potencia.

BepiColombo es un proyecto conjunto de la ESA y de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) que tiene como destino Mercurio. Fue lanzada el 20 de octubre de 2018 en una complicada trayectoria que, gracias a varios sobrevuelos de Mercurio, uno de la Tierra y dos de Venus tienen que llevarla a que el 5 de diciembre de 2025 la gravedad del planeta termine por capturarla.

El viaje hacia Mercurio lo hace en una configuración conocida como Mercury Composite Spacecraft, Nave Compuesta para Mercurio (MCS). El MCS incluye los dos orbitadores independientes que forman la misión propiamente dicha, el MPO (Mercury Planetary Orbiter, Orbitador Planetario de Mercurio) y el MMO (Mercury Magnetospheric Orbiter, Orbitador Magnetosférico de Mercurio).

Pero también incluye el Mercury Transfer Module, Módulo de Transferencia a Mercurio, que básicamente contiene los motores y el sistema de guiado que llevará todo el conjunto a su destino, y el MOSIF, de MMO Sunshield and Interface Structure, un parasol para proteger al MMO durante la travesía.

Impresión artística de BepiColombo en las proximidades de Mercurio
Los módulos de la misión. Se separarán una vez en órbita alrededor de Mercurio - ESA/JAXA

Pero para que esas maniobras se puedan ejecutar como está planeado es necesario que los propulsores eléctricos del MTM funcionen correctamente. Y precisamente ese parece ser el problema: el MTM no está entregando suficiente electricidad a los motores que, por tanto, no pueden funcionar con la potencia necesaria.

Por ahora el fallo no es crítico, pero si el equipo de la misión no consigue hacer funcionar de nuevo el MTM al 100 % como poco será necesario replantear las futuras maniobras, lo que con toda seguridad retrasaría la llegada a su destino de la misión. Y eso no es trivial, suponiendo que sea posible. Aunque por ahora hay tiempo.

Una vez en Mercurio BepiColombo observará el planeta desde su órbita y estudiará la composición, topografía y morfología de su superficie y su interior, así como el entorno del planeta y su magnetosfera. Será la segunda misión que pongamos en órbita alrededor del planeta tras la MESSENGER de la NASA, que llegó allí en marzo de 2011 y terminó su misión en 2015.

La misión está en Twitter como @BepiColombo.

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