El Reloj Astronómico de Praga está en la pared del Ayuntamiento de la capital Checa, donde fue instalado en el año 1410, hace más de 600 años. Es una auténtica belleza además de prodigio de la ingeniería y ahora su cuadrante astronómico está reproducido en una web que simula algunas de sus características.

Entre los datos visibles a simple vista están la hora del día, los movimientos del Sol y la Luna, el ocaso y el crepúsculo y los signos zodiacales. El panel del simulador situado a la derecha permite añadir diversas opciones y detalles, incluyendo cambios de aspecto en la esfera según las épocas, pues el reloj fue objeto de varias restauraciones.

Aunque el reloj original está situado a 50° de latitud Norte –de lo cual dependen los cálculos astronómicos– el simulador se puede mover para situarlo en cualquier otro lugar de la Tierra, mostrando la hora local.

El código fuente, disponible en Github, muestra cómo se usa el reloj del ordenador y la red para mantenerlo en hora, aunque se puede hacer una «simulación mecánica» aproximada (el error es de alrededor de 15 minutos).

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La Web se está volviendo hostil para los humanos. Se rastrea a los usuarios y se viola sistemáticamente su intimidad. Los resultados de las búsquedas están llenos de anuncios. Los robots nos envían spam constantemente. La IA generativa amenaza con convertir foros públicos antes útiles en una sopa de márketing sin alma, sacrificando al mismo tiempo los medios de vida de los creadores que, sin saberlo, los alimentan. Los centros de datos, hambrientos de energía, exigen la quema de combustibles fósiles y desvían agua y energía de las comunidades, emitiendo toneladas de carbono a la atmósfera para alimentar toda su chatarra digital. Los usuarios abandonan los sitios web hostiles que tardan demasiado en cargarse en dispositivos poco potentes, o se ven obligados a actualizarse, a medida que crece una enorme pila de residuos electrónicos.

Necesitamos una Web por y para los humanos.

– Manifiesto por una Web humana
(Michelle Barker, 2024)

A pesar del panorama en este manifiesto escrito por Michelle Barker no hay que perder la esperanza. La buena noticia, dice, es que todavía es posible hacer renacer la Web. Esa nueva web más humana sería accesible, inclusiva, segura, privada, sostenible, fiable, resiliente, transparente, independiente y pensada, diseñada y dirigida a los seres humanos.

En la web del manifiesto pueden encontrarse más enlaces y referencias sobre cada uno de estos temas.

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Traducción cortesía de DeepL

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Inspirado por el trabajo de la bióloga Lynn Margulis, Jeffrey Ventrella ha creado este curioso y gozoso algoritmo visual llamado Clústeres. Es básicamente un micromundo de partículas, entidades ambiguas que pueden comportarse de una u otra manera según los parámetros preprogramados.

En la parte derecha de la pantalla aparecen algunos ejemplos de comportamiento: gemas, mitosis, acróbatas, planetas… Los propios nombres son bastante clarificadores, aunque hay que verlos en acción para entender cómo cada partícula de color tiene sus propias reglas: se acercan y agrupan, o se rechazan y colisionan, huyendo a veces. Por desgracia no hay acceso al código, aunque se puede juguetear un poco con el ratón para perturbar las partículas y ver qué hacen.

Entre mis favoritas están las alianzas y las naves, resultan curiosas y divertidas de ver. Ventrella tiene muchos más trabajos sobre vida artificial, matemáticas y temas relacionados, además de un vídeo demostrativo de Clústeres, con música de fondo.

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Parece que la reciente tormenta solar no sólo ha generado bellas auroras boreales en diversos puntos del mundo sino que también ha tenido otros efectos colaterales más dañinos. Uno de ellos han sido las comunicaciones por satélite. De hecho parece que han provocado graves interrupciones en algunos sistemas GPS de los tractores en Estados Unidos, afectando a la temporada de siembra.

Según cuentan, el fabricante de tractores John Deere ya ha avisado de que el sistema GPS que equipa sus tractores más modernos, llamado RTK (de Real-Time Kinematic) se ha visto mermado sobremanera debido a la drástica reducción en la precisión de las señales GPS que reciben de la red de satélites global, y eso que normalmente se utilizan como señal repetidora para mejorar la precisión a nivel de centímetros. El GPS se utiliza en esa industria tanto para el guiado de tractores robóticos como de drones y otros vehículos en las plantaciones más modernas.

Aunque el incidente se resolverá tan pronto termine la tormenta solar en cierto modo es un aviso sobre la vulnerabilidad de estos equipos tecnológicamente avanzados ante las perturbaciones de sistemas externos. Deja una especie de interrogante sobre la seguridad alimentaria y la dependencia tecnológica de la agricultura actual cuando se producen fenómenos climáticos extraordinarios… que cada vez son más ordinarios.

(Vía 404 Media.)