Por @Wicho — 5 de Septiembre de 2020

Parece que SpaceX va dominando el proceso de construcción de prototipos de su futuro cohete Starship pues acaba de conseguir que el SN6 haga su primer salto de 150 metros. Es un cambio importante porque todos los anteriores, salvo el Starhopper y el SN5, «no lo consiguieron». En algunos casos porque se hicieron pruebas destructivas con ellos pero en la mayoría por errores de construcción o de procedimientos de carga y descarga de propelentes.

Ha sido un salto muy similar al que hizo el Starship SN5 en agosto, aunque en este caso el SN6 rotaba en sentido contrario. No es un dato muy relevante pero hay que recordar que estos saltos se usan para probar y afinar los mecanismos de control de vuelo de los vehículos, con lo que es normal que prueben cosas distintas de uno a otro.

Tanto el SN5 como el SN6 están propulsados por un motor Raptor que, para ayudar con las pruebas del sistema de guía, está montado descentrado.

Los planes de SpaceX son siempre fluidos –y más tal y cómo los cuenta Elon Musk– pero la idea ahora es hacer varios saltos más con los Starship SN5 y SN6 para ir probando cosas antes de que un Starship haga el vuelo de 20 kilómetros de altitud que todos esperamos.

Ese vuelo correrá a cargo de un Starship con tres Raptor que además llevará un cono frontal y superficies de control aerodinámicas (aletas, vaya). La idea es que suba hasta los 20 km y luego empiece a descender sobre uno de sus laterales, igual que haría un Starship que estuviera volviendo del espacio, para, al final, ponerse en de nuevo en vertical y aterrizar. Esperemos que de una pieza.

Estos vuelos de prueba también están sirviendo para probar el sistema de fijación de las losetas del escudo térmico que necesitarán los Starship para sobrevivir a la reentrada en la atmósfera.

No hay fecha para las pruebas a 20 kilómetros y mucho menos para el primer lanzamiento orbital de un Starhsip, por mucho que Musk insista en que podría ser en 2021.

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