Por @Wicho — 5 de Marzo de 2022

Tal día como hoy de 1982 el aterrizador de la sonda soviética Venera 14 se posaba sobre la superficie de Venus. Así que hoy se cumplen 40 años desde la última vez que tocamos la superficie del planeta. Fue apenas unos días después de que lo hiciera el aterrizador de su gemela, la Venera 13, se se posó sobre Venus el día 1 de marzo de 1982.

Los dos aterrizadores llevaban instrumentos para medir las características físicas y químicas del suelo en su lugar de aterrizaje, de la atmósfera durante el descenso y una vez en el suelo, e incluso para medir el espectro de la luz del Sol y así poder inferir más cosas acerca de la composición de la atmósfera. También llevaban una cámara delantera y otra trasera con las que capturaron cuatro de las seis imágenes de la superficie de Venus que tenemos. Las otras dos son las de las cámaras de las Venera 9 y 10, que montaban una cada una.

Además las Venera 13 y 14 montaban sendos micrófonos con la idea de utilizar sus grabaciones para estimar la velocidad del viento en sus lugares de aterrizaje, que resultó ser de entre 0,3 y 0,5 metros por segundo. Pero además se convirtieron en los primeros sonidos que grabamos en otro planeta. Los datos de audio de la Venera 13 aún no están disponibles públicamente. Pero sí los de la Venera 14, que son los que incluye el vídeo de arriba.

El aterrizador de la Venera 13 transmitió datos durante 127 minutos; el de la Venera 14 durante 57. No está mal teniendo en cuenta que estaban diseñados para durar 32 minutos en las infernales condiciones que reinan en la superficie de nuestro vecino –unos 475 ºC de temperatura y una presión atmosférica de unas 90 veces la terrestre– y eso por no hablar de que para llegar a la superficie hay que atravesar nubes de ácido sulfúrico.

El programa Venera tuvo dos misiones más, las Venera 15 y Venera 16, pero las dos fueron orbitadores, igual que lo fueron Magallanes, la Venus Express y lo es Akatsuki.

Aunque ya acumula años de retraso estaba en marcha el desarrollo de la Venera D, una misión compuesta por un orbitador y un aterrizador. Pero su desarrollo ha quedado detenido porque aunque lideraba el proyecto Roscosmos los Estados Unidos también participaba en él la agencia rusa ha decidido que las sanciones impuestas al país por la invasión de Ucrania impiden seguir la colaboración en el proyecto.

Así que todo indica que, si no hay retrasos no volveremos a tocar la superficie de Venus hasta principios de la próxima década con la misión Davinci+ de la NASA.

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