Por @Wicho — 12 de Abril de 2021

Poyéjali!

– Yuri Gagarin
al despegar la Vostok 1

Hoy se cumplen 60 años desde que Yuri Gagarin se convirtiera en la primera persona en salir al espacio a bordo de la Vostok 1. Por una curiosa carambola cósmica se cumplen también 40 años desde el primer lanzamiento de un transbordador espacial de la NASA. Y a punto estuvo de coincidir también hoy el primer vuelo de una aeronave con motor en otro planeta. Entre el lanzamiento de Gagarin y el de Columbia habíamos conseguido llegar a la Luna

Pero cuando se cumplieron 50 años del vuelo de Gagarin escribí un artículo para la web de Radio Televisión Española que titulé ¿Qué ha sido del espíritu de Yuri Gagarin? En él me quejaba de que el «se puede hacer» de los primeros tiempos de la época espacial parecía haberse perdido; de la falta de voluntad de asumir riesgos a pesar de que estamos hablando de, como dicen en Star Trek, la frontera final.

Gagarin se subió a su cápsula Vostok sin que estuviera garantizado en absoluto el éxito de la misión. De hecho las autoridades soviéticas tenían preparados varios discursos en función de cómo terminara la cosa. John Young y Bob Crippen se subieron al Columbia en el que iba a ser su primer lanzamiento; nunca antes la NASA había estrenado una nave tripulada con un lanzamiento en el que fuera alguien a bordo. Y aunque en aquel entonces el Columbia llevaba asientos eyectables en realidad apenas eran útiles durante unos momentos muy concretos durante el lanzamiento y el aterrizaje.

Pero años más tarde asumir esos riesgos era impensable; de hecho la última misión de mantenimiento del telescopio espacial Hubble estuvo cancelada durante algún tiempo porque la dirección de la NASA la consideraba demasiado arriesgada.

Sin embargo en los diez años que han pasado desde aquel artículo hay algo que ha cambiado: el impulso que las empresas privadas le están dando al acceso al espacio; lo que se ha venido en llamar new space. Empresas como Rocket Lab con su sorprendente Electrón y cacharrada asociada y SpaceX –aunque a veces exploten las cosas– que están consiguiendo resultados sorprendentes a un ritmo yo diría que nunca visto antes; la miríada de empresas chinas que están dispuestas a diseñar cohetes par a hacer lanzamientos baratos; Relativity Space y sus cohetes impresos en 3D que quizás veamos volar pronto…

Desde luego para quienes somos del ramo del espaciotrastorno estos últimos años están volviendo a ser realmente emocionantes. Algo que, personalmente, me llena de orgullo y satisfacción por lo que dice de nuestra especie cuando se propone ir más allá.

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