Por @Wicho — 30 de Abril de 2022

Esta pasada noche para quienes vivimos en España –allí eran la 17:27– SpaceX ha puesto en órbita otro lote de 53 satélites de su constelación Starlink de acceso a Internet, lo que ya no es casi novedad. Pero sí es relevante que la primera etapa del cohete que llevó a cabo el lanzamiento volvía a volar tan sólo tres semanas después de su anterior vuelo. Esto es un nuevo récord de velocidad de procesado de una primera etapa para prepararla y lanzarla en su siguiente misión. El anterior estaba en 27 días.

En concreto la primera etapa utilizada anoche fue la B1062, que es la misma que lanzó la misión Axiom Ax-1 el pasado 8 de abril. Con anterioridad había lanzado los satélites GPS III números 4 y 5 y otro lote de satélites Starlink.

Después del lanzamiento la B1062 aterrizó sin problemas en el espaciopuerto flotante Just Read the Instructions, así que podrá volver a ser utilizada. Las dos mitades de la cofia protectora eran también reutilizadas. Han sido pescadas del mar para ser también utilizadas de nuevo.

Fue el lanzamiento número 17 en lo que va de año para SpaceX, que sigue en curso para alcanzar los 60 lanzamientos en 2022 contando tanto Falcon 9 como Falcon Heavy. Eso es casi el doble de los 31 que alcanzó en 2021, que es su récord vigente de lanzamientos en un año. Fue también el sexto lanzamiento en el mes de abril, lo que también es una cifra récord de lanzamientos en un mes.

De esos 17 lanzamientos sólo uno fue con una primera etapa nueva; en todos los demás se utilizaron primeras etapas que ya habían volado antes. Y en los 17 se utilizaron cofias protectoras ya utilizadas en vuelos anteriores.

SpaceX dice que el proceso de revisión de la B1062 para este vuelo duró tan sólo 9 de los 21 días que pasaron entre lanzamientos. Aún está un poco lejos de esa cifra medio mágica de 24 horas que dio Elon Musk en su momento como tiempo mínimo necesario entre dos lanzamientos consecutivos. Pero están trabajando en ello.

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