Por @Wicho — 20 de Mayo de 2022

Esta pasada noche un cohete Atlas V de United Launch Alliance (ULA) lanzaba la misión Boeing Orbital Flight Test 2 (Vuelo de prueba orbital 2, OFT-2). Pero si bien el cohete cumplió a la perfección con su cometido, parece ser que dos de los cuatro motores de la cápsula fallaron durante la maniobra de inserción orbital, dando el primer susto de la misión. Aunque el sistema de guiado y control recurrió de forma automática a un tercero para terminar de poner la cápsula en órbita.

Así que por fin, con años de retraso sobre las previsiones iniciales, y también con años de retraso desde el primer intento, una Starliner va de camino hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), en dónde en principio está previsto que atraque a la 1:10, hora peninsular española (UTC +2), del 21 de mayo de 2022.

Aunque lo cierto es que desde el lanzamiento tanto las cuentas de Twitter de la NASA como la de Boeing Space están absolutamente calladas respecto al progreso de la misión, lo que resulta un poco chocante a pesar de que puede que no signifique nada.

Impresión artística de una Starliner a punto de atracar en la EEI - Boeing
Impresión artística de una Starliner a punto de atracar en la EEI - Boeing

Es un lanzamiento muy importante para Boeing y para la NASA porque es la tercera vez en la que intentan lanzar una Starliner a la EEI. Las dos ocasiones anteriores fracasaron por diversos motivos. Y Boeing necesita como agua de mayo recuperar parte de su maltrecho prestigio, puesto más que en entredicho por el fiasco del 737 MAX y los problemas con el KC-46, además de los de la Starliner.

Boeing y la NASA estimaban que si todo iba bien en esta misión podrían lanzar una primera Starliner con dos personas a bordo unos seis meses después del fin de la OFT-2. Pero ahora habrá que ver qué impacto tiene el fallo de los dos motores de cara a ese futuro lanzamiento. Aunque es previsible que si la cápsula completa el resto de los objetivos de la misión tanto el fabricante como la agencia intenten quitarle importancia al fallo.

Y, de nuevo si todo va bien en esa primera misión tripulada, unos seis meses después la Starliner podría entrar en servicio regular. De ese modo la NASA y sus socios en la EEI pasarían a disponer de dos naves para hacer las rotaciones de tripulaciones del segmento estadounidense: la Starliner de Boeing y la Crew Dragon de SpaceX, que acumula ya cinco viajes a la EEI sin problemas.

Pero veremos, aún quedan muchos pasos que dar antes de que la OFT-2 termine.

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