Por Microsiervos — 8 de Marzo de 2023

SalvarLasNucleares

Alfredo García, nuestro @OperadorNuclear favorito nos ha hecho llegar la página de Change.org en la que está recogiendo firmas con el objetivo de Salvar las centrales nucleares de su desmantelamiento, previsto entre 2027 y 2035. Esto alargaría su vida con el fin de que garanticen un suministro eléctrico bajo en emisiones, fiable, asequible, seguro y sostenible. Todo ello planteado de forma combinada con las energías renovables en una transición energética que podría ser modélica para otros países.

En nuestro libro Se suponía que esto era el futuro ya explicábamos nuestro parecer acerca de los mitos, realidades y futuro de la energía nuclear. Y es que cuando se dice, así sin paños calientes, energía nuclear, no es algo que suene precisamente «popular», hay que reconocerlo. Pero somos gente de ciencia, y confiando en el criterio de los profesionales de la Sociedad nuclear española y de expertos de todos los entornos concordamos en que es urgente tomar medidas para contar con independencia energética y garantía de suministros, so pena de vernos abocado a contaminar mucho más de lo que contaminamos actualmente (véase el caso de Alemania) o a depender de terceros países, algo poco deseable en el turbio contexto geopolítico actual (véase lo ocurrido en muchos países de Europa a raíz de la guerra en Ucrania).

Lo más importante es que aunque cualquier persona razonable coincidiría en que lo deseable sería utilizar únicamente energías tan verdes y limpias como la hidráulica, la fotovoltaica o la eólica, esto hoy por hoy no es muy realista. Cada una de ellas tiene un problema: o bien no están siempre disponibles, o no en todos los momentos del día o tienen limitaciones de capacidad de generación… Una central nuclear bien mantenida, en cambio, es segura y genera mucha más electricidad en el mismo tiempo; se consideran una fuente de respaldo indispensable hoy en día. Si te quedas sin ellas, ¿puedes satisfacer todas las necesidades del país? ¿Sin contaminar de forma despiadada?

#SalvarLasNucleares

La página de la campaña Salvar las Nucleares está dirigida al Gobierno de España, pero debería entenderse como dirigida a todos los partidos políticos, que convendría que aclararan con nitidez sus posturas al respecto de cara a lo que harían en los próximos años de contar con el apoyo de los ciudadanos. Porque la energía es uno de los recursos indispensables hoy en día y merecemos que se gestione bien.

Compartir en Flipboard Tuitear
PUBLICIDAD


Por @Alvy — 5 de Febrero de 2023

Nuclear Tweets Per Minute

Carlos y Guido han lanzado una web que mide los Tuits nucleares por minuto. O, en otras palabras, cuántos tuits que contienen la palabra «nuclear» (que no nucelar) circulan por la red social.

Dicen que es «una especie de contador Geiger global en tiempo real» y razón no les falta, al menos sobre lo que opina la gente. La cuestión, supongo, es que pueden mezclarse términos como arma nuclear o misil nuclear con otros como energía nuclear, que son cercanos pero con connotaciones muy distintas.

La web en cuestión muestra el nivel con un pequeño gráfico histórico de la última hora, junto con una opción para hacer los «clics» sonoros característicos de los contadores Geiger. Aparte de eso apare en diversos colores (verde, amarillo, rojo…) según el nivel de NTPM o «tuits nucleares por minuto».

Yo de momento no la he visto pasar de 55 NTPM así que la cosa va tranquila.

(Vía @OperadorNuclear.)

Relacionado:

Compartir en Flipboard Tuitear
PUBLICIDAD


Por @Alvy — 4 de Febrero de 2023

En este clarificador vídeo de nuestra admirada profesora Hossenfelder se explica todo lo que hay que saber sobre el hidrógeno como alternativa a los combustibles fósiles, especialmente en el sector del transporte. Pero las cifras no mienten: no parece que sea una alternativa muy sostenible, tanto por los procesos que se requieren para extraerlo (agua o metano) como por los materiales que se necesitan (platino e iridio).

Entre otros datos que se mencionan:

  • El hidrógeno presurizado sólo tiene 1/6 parte de la energía por litro de la gasolina.
  • Tan sólo se vendieron 16.000 coches alimentados por pila de hidrógeno en todo el mundo en 2021 y en Estados Unidos las cifras bajaron de 2021 a 2022 (de 3.500 a 2.700 en total). En Reino Unido se vendieron 12 coches (una docena, vamos) y 50 autobuses. En España había 15 en 2021 y algunas decenas de autobuses.
  • Sólo 1 de cada 4.000 coches nuevos funciona con pila de hidrógeno.

La clave de cara a entender el hidrógeno y su futuro como opción sostenible es entender cómo se obtiene, que es partiendo del agua (H₂O) o del metano (CH₄), separando las moléculas para generar hidrógeno puro (H₂) que luego puede combinarse con oxígeno para producir energía.

El problema es que separar el hidrógeno de otras moléculas requiere energía y… ¿De dónde sale esa energía? La gente que se dedica a esto identifica los diversos métodos de producción con colores; la explicación es clara cristalina:

Hydrogen Production Methods / Sabine Hossenfelder

  • Blanco: es el hidrógeno natural, muy raro de encontrar.
  • Negro: si se utiliza carbón para generar la electricidad con la que producir hidrógeno estaríamos haciendo un pan como unas hostias, para que se entienda, porque las emisiones son brutales.
  • Gris: empleando metano la situación es casi igual de mala y contaminante.
  • Marrón: El lignito es carbón mineral de turba comprimida. Es menos malo, pero más de lo mismo. Lo chungo es que el 95% del hidrógeno que se produce actualmente es de tipo negro, gris o marrón (!!)
  • Azul: metano + captura de carbono, no es tan malo porque el CO₂ se almacena bajo tierra y no va a la atmósfera; por desgracia sólo el 1% de la producción de hidrógeno se realiza con este método.
  • Verde: energías renovables (fotovoltaica + solar); son la mejor solución, aunque no son constantes (puede no haber viento o sol) pero al menos generan sólo una cuarta parte de las emisiones del método «gris». El problema: es el método más caro y tiene difícil competir con los otros.
  • Rosa: energía nuclear. Una solución interesante, aunque menos «popular», y que depende de la disponibilidad según países.

Además de todo esto está el problema del agua del que proviene el hidrógeno, que es muy abundante en el planeta pero también escasa en algunos países. Se necesitaría el 2% del agua dulce tan solo para reemplazar el 18% de los combustibles fósiles con hidrógeno. El agua de mar por lo generar no sirve porque hay que filtrarla y eso requiere bastante energía que… a ver de dónde se obtiene. Aquí publiqué otro artículo sobre cómo extraer el hidrógeno del agua de mar, un reto nada fácil al que los científicos buscan solución, explicando uno de los últimos avances de China al respecto.

Si todo esto ya pinta mal, el problema definitivo suena peor todavía: en el proceso de separación del hidrógeno se utilizan unas membranas fabricadas con dos metales nobles: platino e iridio. El platino se utiliza en joyería y es caro; el iridio es más raro todavía. Además, sólo se encuentran en tres países: Sudáfrica, Rusia y Zimbabue. Son tan escasos que ya se sabe que para 2030 la demanda superará a la oferta, tras haberse encarecido muy previsiblemente.

Todo esto sin hablar de la necesidad de crear una infraestructura de hidrolineras (yo tenía una de las pocas que existen cerca de casa y la cambiaron por una de carga eléctrica) o los problemas con el almacenamiento (el hidrógeno a presión se combina fácilmente y los envases deben ser gruesos y pesados).

Es por todo esto por lo que aunque haya avances cada semana –que los hay– el futuro del hidrógeno como alternativa a los combustibles fósiles o a las baterías eléctricas es un tanto cuestionable según los datos que ya conocemos. De todos modos hay que seguir de cerca los progresos en los métodos de producción, la utilización de agua de mar en vez de agua dulce o la reducción de las emisiones en la generación de electricidad, todo lo cual influirá en sus posibilidades futuras.

Relacionado:

Compartir en Flipboard Tuitear
PUBLICIDAD


Por @Alvy — 16 de Diciembre de 2022

Este vídeo del humilde canal de YouTube de GlassTTY me ha parecido tan entretenido como educativo, porque demuestra dos cosas: lo mucho que se podía hacer con los pequeños primeros ordenadores familiares y cómo se puede divulgar de forma amena sobre algo tan complicado como es el funcionamiento de una central nuclear. Y si además se le añade un toque de fino humor británico, mejor que mejor.

La inspiración del proyecto es un viejo anuncio publicitario del año 1980 sobre las bondades del novedoso Sinclair ZX80, afirmando del pequeño ordenador con 1 KB de RAM que:

(…) El ZX80 se programa en BASIC y puede usarse literalmente para cualquier cosa, desde jugar al ajedrez a controlar una central nuclear.

Se ve que esto caló hondo en la joven mente del presentador –como en las nuestras– y, décadas después, se ve que le dio por comprobar esa literalidad. Para ello se hace con un ZX81 de segunda mano (que fue la versión más popular y con algunas mejoras del ZX80 original) pero, a falta de una central nuclear –más difícil de encontrar– decide programar un modelo lo más fiel posible. Pero no en su «superPC de última generación» sino también en el ZX81.

Tras añadirle los 16 KB de RAM máxima que admitía este modelo y algunas mejoras en la fuente de alimentación y salida de vídeo todo es cuestión de tirar código (en Basic, claro). El código, llamado ZXReactor, se puede descargar; curiosamente esos archivos son un .WAV con sonidos como los de las cintas de casete en donde se guardaban los programas.

En el vídeo puede verse cómo funciona la central nuclear de forma visual; los gráficos son en blanco y negro y sin detalles porque las limitaciones gráficas de aquellos ordenadores eran muchísimas. Pero tiene una buena representación de los diversos componentes: reactor, generador de vapor, turbina, circuitos de refrigeración… y paneles donde se pueden ver los valores: temperatura del agua, energía generada, etcétera. Desde una segunda pantalla se pueden controlar el bombeo de agua e incluso abrir y cerrar válvulas. La simulación empieza con 0,75 GW y llega hasta 1 GW. Nada mal para un ZX81.

Las explicaciones son muy someras pero permiten entender el funcionamiento del proceso de fisión nuclear y de la central en sí; también cómo circula el agua, varía la temperatura y los posibles problemas. De hecho la parte final de la explicación es la más divertida, y la que todo el mundo espera: «provocar una fusión accidental del reactor nuclear». Para eso se cortan una por una las bombas de refrigeración y sube la temperatura de forma primero controlada… y luego ya no tanto. ¿Qué sucederá?

Curiosamente el software de la simulación incluye también alarmas para esos eventos –igual que en la realidad– y saltan las reacciones oportunas para compensarlos, incluyendo el SCRAM* o «apagado de emergencia. Pero como «aquí hemos venido a jugar» se fuerza a la máquina a que «todo falle», y al final la cosa acaba con los neutrinos por ahí desparramados borrando la pantalla. Tan interesante como educativo.

_____
* SCRAM se suele decir que son las iniciales de Safety Control Rod Axe Man («Hombre que corta con una hacha la cuerda de la barra de control»), que aunque hay quien cree que pueda ser apócrifo o retroacrónimo (inventado a posteriori) es sin duda tan apropiado como divertido.

Relacionado:

Compartir en Flipboard Tuitear
PUBLICIDAD


PUBLICIDAD


Un libro de @Alvy y @Wicho

Se suponía que esto era el futuro | un libro de Microsiervos, por Alvy y Wicho

Se suponía que esto era el futuro
Ciencia, tecnología y mucho más
www.microsiervos.com/libro