Por @Alvy

Cruce de cables 44 (5 de julio de 2025)

Teclado de teléfono / GPT-4oVideojuegos que parecían cine: las máquinas recreativas más realistas de los 80 [~21:00] – Antes de los gráficos 3-D y la realidad virtual, algunas recreativas de los años 80 ya ofrecían experiencias visuales sorprendentemente realistas gracias a tecnologías como el Laserdisc, aunque ese formato duró poco. Juegos como Dragon’s Lair y Space Ace parecían películas animadas interactivas, con presupuesto de Hollywood y artistas provenientes de Disney. Otras recreativas como M.A.C.H. 3 o Firefox mezclaban vídeo real con disparos en primera persona, usando «cromas». Eran máquinas grandes, ruidosas y espectaculares, y marcaron un antes y un después en cómo se podía experimentar un videojuego.

Comentando con David de Cruce de Cables redescubrimos muchos de los datos significativos de aquellas recreativas:

  • El Laserdisc se inventó en 1972 (Philips), se comercializó en 1978 (como DiscoVision, siendo la primera película Tiburón) y luego se inventaría el Compact Disc (1982, Sony).
  • Dragon's Lair llevaba un laserdisc Pioneer LD-V1000 de primera generación con un disco con unas 24 escenas y 3 recorridos, incluyendo escenas espejo A/B y unas 38-42 dedicadas a diversas «muertes». Lo cierto es que se puede pasar un juego completo de 10 escenas en 12 minutos, menos de la mitad de los 22 minutos totales.
  • El laserdisc lo controlaba un procesador Z-80.
  • Las transiciones eran instantáneas, algo inédito para la época.
  • Space Ace era la misma idea pero ambientada en el espacio, con alguna escena más y tres niveles, con tres niveles de dificultad: Cadete, Capitán y Space Ace (Héroe) (de 10 a 13 escenas). También estaba el botón Energize (modos huir / luchar) y totalizaba 24 minutos de animación.
  • En esta segunda generación la máquina era más sensible, había más caminos y mejor sincronización.
  • Otras máquinas como M.A.C.H. 3 eran juegos con sprites, básicamente combates de aviones sobre escenas en modo real, con detección de colisiones. En M.A.C.H. 3 había dos modos, unos 24 minutos en total y unos 5-8 min por partida.
  • Firefox XF-11 (de Philips+Atari) estaba basado en la película de Clint Eastwood, filmado sobre Groenlandia y Escandinavia. En total 12 minutos de vídeo y unos 10 de partida.

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Por @Wicho

La descripción
La Progress MS-31 a punto de acoplarse a la Estación Espacial Internacional – NASA TV

Poco antes de esta pasada medianoche, poco más de dos días después de su lanzamiento, la cápsula de carga Progress MS-31 se acoplaba automáticamente al puerto superior del módulo Poisk de la Estación Espacial Internacional que había dejado libre la Progress MS-29 unos días antes.

Lleva a bordo un total de 2.625 kilos de carga, que comprenden 1.205 kilos de suministros variados para la Estación y su tripulación en su compartimento de carga presurizado. Además lleva 950 kilos de combustible en sus depósitos. Parte de él será utilizado, si es necesario, para subir la altitud de la órbita de la Estación, mientras que el que sobre será transferido a los depósitos de ésta. Su carga también incluye 420 kilos de agua para el segmento ruso de la estación y 50 kilos de nitrógeno.

El agua el nitrógeno son necesarios porque aunque hay mecanismos de reciclado ninguno es eficiente al 100 % y por eso de vez en cuando hay que reponer. El agua no sirve para el segmento estadounidense porque utilizan diferentes productos químicos para su esterilización y si los mezclas la vas a liar parda. El nitrógeno se va liberando poro a poco en la atmósfera de la Estación para mantener su presión relativa dentro de los límites necesarios.

La Progress MS-31, que la NASA llama Progress 92 porque es la número 92 que llega a la EEI, en realidad es la número 184 de estas cápsulas, que llevan en servicio desde 1978, y desde entonces han dado servicio a varias estaciones espaciales como las Salyut 6, Salyut 7 y Mir.

Permanecerá unos seis meses atracada en la Estación antes de partir para el fin de su misión, que como siempre será con una reentrada controlada en la atmósfera sobre el Pacífico sur en la que tanto la cápsula como su contenido se desintegrarán. El contenido para aquel entonces serán materiales de desecho y ya no necesarios a bordo de la Estación.

El lanzamiento, como es habitual, corrió a cargo de un cohete Soyuz-2.1a. Pero en lugar del habitual acabado gris verdoso y naranja de estos cohetes este iba pintado en blanco porque en principio estaba destinado para Glavkosmos, la subsidiaria comercial de Roscosmos, la agencia espacial rusa.

Aunque ya sea por el aislamiento internacional del país por la invasión de Ucrania, lo que complica conseguir contratos a la empresa, o por los problemas de financiación de Roscosmos en particular y del país en general, también parcialmente atribuibles a la invasión de Ucrania, o por una combinación de todo eso, al final lo ha utilizado Roscosmos.

La descripción
Logo conmemorativo del 50 aniversario de la misión Apolo-Soyuz – Roscosmos

Un detalle del cohete es que la cofia que protege a la cápsula durante los primeros minutos del lanzamiento llevaba pintada un motivo conmemorativo del 50 aniversario de la misión conjunta Apolo-Soyuz, de la que el próximo día 15 se cumplen 50 años.

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Por @Wicho

Portada del libro con una imagen de lo que debe ser el planeta en el que los Carryx mantienen prisioneras a las especies esclavizadasLa piedad de los dioses (La guerra de los cautivos 1). Por James S. A. Corey. Nova ( 9 de enero de 2025). 471 páginas. En inglés.

El planeta Anjiin está habitado por humanos. Que no saben cómo ni cuando llegaron allí pero siguen siendo muy humanos. De hecho la mayor preocupación de Dafyd Alkhor, el protagonista, son las intrigas entre grupos universitarios de investigación.

Hasta que un día las naves de los Carryx entran en órbita alrededor del planeta y les dicen que han sido conquistados. Y que por si hay alguna duda van a ejecutar inmediatamente a un octavo de la población escogido al azar, cosa que proceden a hacer.

Dafyd sobrevive a esa primera eliminación pero termina, junto con lo que los Carryx consideran lo mejor de la población de Anjiin, prisionero en un planeta en el que los conquistadores mantienen poblaciones de numerosas otras especies que han conquistado.

Y pronto descubre que si quieren sobrevivir, no sólo ellos sino también las personas que quedan en Anjiin, tendrán que demostrar su utilidad para sus nuevos señores o serán eliminados sin piedad. Aunque mientras simula hacer eso Dafyd, que cuenta con un aliado inesperado, empieza a ver la forma de terminar con los Carryx, aún a pesar de que parecen todopoderosos.

La piedad de los dioses es el primero de los supuestamente tres libros que formarán la serie La guerra de los cautivos y marca la vuelta de James S. A. Corey, el autor que no es uno sino dos de The Expanse, a la ciencia ficción, aunque en un universo que nada tiene que ver con aquel.

Pero está a años luz de distancia de la sorpresa que supuso el universo de The Expanse, con una humanidad a duras penas haciéndose sitio en el sistema solar. En esta los Carryx son unos alienígenas todopoderosos más, un tropo bastante manido, y Dafyd tendrá que intentar meterse en su forma de pensar si quiere conseuir sus objetivos.

En cualquier caso me ha parecido una novela entretenida, y sin duda me leeré lo que vaya viniendo.

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Por @Wicho

La descripción
El Asus Zenbook A14 en color Gris Islandia – Asus

He estado poniendo a prueba un Asus Zenbook A14 estas últimas semanas. Y he de decir que me ha sorprendido muy positivamente, en especial en lo que se refiere a la duración de la batería y a su peso. O más bien a su falta de peso.

El Zenbook A14 en la configuración que utilicé yo monta un procesador Snapdragon® X X1-26-100 Oryon con caché de 30 MB, hasta 2,97 GHz, 8 núcleos, y 8 subprocesos); una NPU –acelerador de IA– Qualcomm® Hexagon™ hasta 45 TOPS; y una tarjeta gráfica Qualcomm® Adreno™.

Tal y como me lo enviaron venía con 32 GB de RAM LPDDR5X y un SSD M.2 NVMe™ PCIe® 4.0 de un TB, aunque la configuración mínima son 16 GB de RAM y un SSD de 512.

Todo esto montado en un chasis que mide 31,07×21,39 centímetros de ancho y de fondo y 1,59 centímetros en su parte más gruesa –dónde está la bisagra– que bajan hasta los 1,59 en su parte frontal.

En el lateral derecho hay un puerto USB A 3.2 de 2.ª generación; en el izquierdo hay un conector HDMI 2.1 TMDS, dos puertos USB C 4.0 con soporte para pantalla y entrega de energía con una velocidad de datos de hasta 40 Gbps; y un jack de audio de 3,5 mm. Wi-Fi 6E (802.11ax) y Bluetooth® 5.3 completan las opciones de conectividad del A14.

Abierto muestra una pantalla OLED de 14 pulgadas con resolución WUXGA (1.920×1.200) en formato 16:10 con retroiluminación LED y 60Hz tasa de refresco y tiempo de respuesta de 0,2 milisegundos. En la parte superior central va una cámara HD con función IR compatible con Windows Hello, lo que quiere decir que puede utilizar tu cara para desbloquear el ordenador. La pantalla se puede abrir con un dedo, algo a mi modo de ver siempre de agradecer en un portátil.

El teclado, retroiluminado en blanco, es de tipo chicle, con un recorrido de tecla de 1,3 mm. El trackpad, de precisión, según Asus, mide mide 127×78 mm. Se trata de un touchpad de vidrio, suave al tacto, con botones integrados y soporte para gestos multitáctiles avanzados, como ajuste de volumen y brillo mediante deslizamientos en los bordes.

Andan también por ahí tres micrófonos y unos altavoces.

Y he dejado el peso para el final porque como decía arriba, me ha parecido una de las características más sorprendentes de este portátil. Son sólo 985 gramos. Eso lo hace tan ligero que el día que lo saqué de la caja creí que me habían enviado un modelo de exposición vacío. Pero no, venía completito con todas sus cosas.

Me sorprendió el día en que lo saqué de la caja y me seguía sorprendiendo el día en que lo empaqueté para enviarlo de vuelta. Y ahora mi ordenador habitual, un MacBook Air M2, con su 1,24 kg de peso, casi me parece pesado.

Eso es en gran medida gracias al material del que está construido, que aunque a primera vista pueda parecer plástico en realidad es de un material que Asus ha bautizado como Ceraluminio y que es una aleación de magnesio y aluminio. Dicen que es anti desgaste, anti arañazos y que no se mancha. Las dos primeras cosas me las puedo creer; lo de las manchas pues bueno, puedo dejarlo en que quizás se manche menos que otros materiales. Pero mancharse se mancha, aunque es fácil de limpiar.

Seguir leyendo: «Ponemos a prueba el Asus Zenbook A14, un portátil impresionantemente ligero y que tampoco anda nada mal de autonomía y prestaciones»

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