Por @Wicho — 21 de Marzo de 2024

Hace unos días Roc, que es el avión de mayor envergadura del mundo, lanzó el TA-1, el vehículo de pruebas de desarrollo para el Talon-A en su primer vuelo. El TA-1, después de separarse sin problemas de Roc, encendió su motor, ganó altura, alcanzó velocidad hipersónica y terminó su primer vuelo con un amerizaje, tal y como estaba previsto.

Cuando Vulcan, la empresa fundada en su momento por Paul Allen que gestionaba sus otras empresas, puso en venta Stratolaunch en junio de 2019 poco después de la muerte del millonario no creí que volviéramos a saber mucho más del Roc.

Pero Cerberus Capital Management, la empresa que la adquirió, cambió sus objetivos. Abandonaron la idea de lanzar cohetes desde el aire y decidieron centrarse en el desarrollo del Talon-A, un avión cohete de 8,5 metros de largo y 3,4 de envergadura capaz de alcanzar velocidades hipersónicas de entre cinco y siete veces la velocidad del sonido.


Un modelo del Talon-A a tamaño real – Stratolaunch

Así, Roc volvió a volar en abril de 2021. Y tras varios vuelos más de prueba, por fin consiguieron soltar el TA-0 para que amerizara al final de un vuelo libre sin motor. Más vuelos de prueba llevaron a la suelta y vuelo propulsados del TA-1. El TA-2 debería ser el primero en aterrizar después de un vuelo, convirtiéndose así en el primer vehículo hipersónico de pruebas reutilizable. En la actualidad cualquier plataforma de pruebas hipersónica –un cohete, básicamente– es de un solo uso.

A la empresa aún le queda camino por delante para poder empezar a ser rentable. Pero es posible que al final corre mejor suerte que Virgin Orbit, la empresa de Richard Branson que también ofrecía lanzamientos de cohete desde un avión y que terminó por cerrar.

La empresa está en Twitter como @Stratolaunch.

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Por @Wicho — 21 de Marzo de 2024

Cuando apenas faltaban veinte segundos para el encendido de los motores del cohete que tenía que haberla puesto en órbita los sistemas automáticos del Cosmódromo de Baikonur abortaron el lanzamiento de la cápsula espacial tripulada Soyuz MS-25.

A bordo de ella estaban Oleg Novitsky de Roscosmos, Marina Vasilevskaya de la Agencia Espacial de Bielorrusia y la astronauta de la NASA Tracy Caldwell Dyson.


De izquierda a derecha Tracy Caldwell Dyson, Oleg Novitsky y Marina Vasilevskaya – NASA

La causa parece haber sido una caída de voltaje en el sistema eléctrico del cotete. Una vez identificado el problema Roscosmos dice que habrá un nuevo intento de lanzamiento el sábado 23 a las 13:36, hora peninsular española (UTC +1). Pero en vez de un viaje de tres horas como el que estaba previsto hoy la cápsula y su tripulación tardarán día y medio la Estación Espacial Internacional (EEI), donde atracarán el lunes 26 a las 16:10.

Esto es así porque la órbita de la EEI se va ajustando en las semanas previas a un lanzamiento para que sea posible la llegada de la cápsula en cuestión de horas. Pero al haber perdido la ventana de lanzamiento de hoy ese ajuste ya no es válido y la Soyuz MS-25 tendrá que ir acercándose poco a poco a la Estación una vez en órbita.

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Por @Wicho — 21 de Marzo de 2024


El primer New Glenn en alcanzar la plataforma de lanzamiento durante sus pruebas iniciales – Blue Origin

El cohete New Glenn de Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos dedicada al espacio, ha superado con éxito sus primeras pruebas en la plataforma de lanzamiento. Eso lo pone un paso más cerca de su primer lanzamiento que, según la empresa, puede tener lugar a finales de este verano.

De hecho el lanzamiento del orbitador EscaPADE de la NASA con destino a Marte, que en principio será su estreno, sigue programada para mediados de agosto

Durante las pruebas en la plataforma del Complejo de Lanzamiento 36 de Cabo Cañaveral la empresa utilizó un New Glenn sin motores, que estaban siendo sometidos a pruebas en las instalaciones de la empresa en Texas. En total fue sometido a tres procesos de carga criogénica, pero utilizando nitrógeno líquido en todas en vez del oxígeno y metano líquidos que utilizará en cohete cuando vaya a volar de verdad.

Pero las pruebas han servido para comprobar el correcto funcionamiento tanto del cohete como de los sistemas de apoyo en tierra.

El New Glenn es el lanzador orbital de la empresa. Por eso su nombre homenajea a John Glenn, el primer estadounidense en entrar en órbita. Tiene una altura de algo más de 98 metros, lo que viene a ser un edificio de 30 plantas. Su cofia protectora mide siete metros frente a los cinco más habituales en cohetes de este tamaño. Bajo ella caben tres autobuses escolares, por ejemplo. Será capaz de colocar hasta 45 toneladas en órbita baja terrestre (LEO) y 13 toneladas en órbita de transferencia geoestacionaria (GTO).

La primera etapa es reutilizable –salvo que los parámetros de la misión lo impidan– y será recuperada en una barcaza a unos 1.000 km de la costa. La idea es que pueda volar hasta 25 veces. Blue Origin dispone de tres embarcaciones para la recuperación.

La empresa está en Twitter como @BlueOrigin.

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Por @Wicho — 20 de Marzo de 2024

Los FiiO FT3La gente de Zoco City me ha dejado otro cacharro para probar, en este caso los FiiO FT3, que son los primeros auriculares HiFi circumaurales dinámicos abiertos de la empresa. Y suenan espectacularmente bien, en especial con el precio que tienen. Aunque, eso sí, necesitarás tener un equipo al que enchufarlos que sea capaz de moverlos y sacarles todo su partido.

Lo de circumaurales quiere decir que tus orejas quedan –o deberían quedar– dentro de las almohadillas de los auriculares, lo que contribuye a que suenen mejor. A este diseño también se le conoce como over-ear.

El que sean abiertos también contribuye a la calidad del sonido porque minimiza rebotes de las ondas sonoras y vibraciones no deseadas. Pero eso es a cambio de que lo que estás escuchando también se oiga a tu alrededor. Así que según el volumen al que los escuches y la sensibilidad de quien te rodea pueden ser molestos. Pueden ser no adecuados, por ejemplo, para utilizarlos en un lugar de trabajo o en una biblioteca. O en el salón de tu casa si estás con alguien más.

La construcción de los FT3 es en aluminio con una apariencia realmente sólida. Eso les da un peso de 391 gramos sin el cable. Tienen dos diademas que se ajustan solas a tu cabeza. La superior es metálica, la que se apoya en tu cabeza es de un material flexible. Las dos están recubiertas de cuero sintético. Además las dos cúpulas pueden girar en 3 ejes, lo que facilita el encaje sobre tus orejas y además hace que los transductores (altavoces) queden paralelos a ellas.

En sesiones de escucha de varias horas no se me hicieron pesados en ningún momento, aunque según las almohadillas que estuviera usando sí es cierto que mis orejas podían terminar acaloradas.

Y es que vienen con dos juegos de almohadillas: unas de ante y otras de, cito literalmente, cuero proteico. Me gustaron más las de cuero; me dan la impresión de que dan un sonido más vivo y detallado. Es como su las de ante absorbieran parte del sonido. Pero a cambio dan más calor porque transpiran peor. Nunca imaginé que escribiría la palabra transpirar relacionada con la prueba de unos auriculares y mis orejas.

Aunque lo importante son los transductores dinámicos de 60 mm de diámetro que montan. Según el fabricante llevan diafragmas de berilio y un material denominado DLC (Diamond-Like Carbon). La bobina de voz, por su parte, está hecha de aluminio japonés revestido de cobre ultrafino. Su rango de frecuencias va desde los 7 Hz a los 40 kHz, lo que es más que el rango auditivo de cualquier persona. Al menos de cualquier persona que no tenga superpoderes. Y desde luego mayor que el de un señor de mi edad.

Todo esto quiere decir que suenan muy, pero que muy bien, con una escena sonora muy amplia y sin que ninguna de las bandas –bajos, medios y agudos– destaque sobre las demás, aunque todas suenan con contundencia. Los bajos son fuertes y limpios; los tonos medios no se pelean con los demás; y los agudos suenan nítidos, sin restallar. Claro que esto es de esperar porque, aparte de ser los primeros auriculares circumaurales abiertos de FiiO también son los primeros auriculares HiFi de la marca, como decía antes.

Pero, como también decía al principio, para sacarle partido a los FT3 necesitas un equipo capaz de moverlos, ya que tienen una impedancia de 350 ohmios. Esta impedancia tan alta les da mayor inmunidad frente a posibles ruidos eléctricos. Pero a cambio quiere decir que si los conectas directamente a un ordenador, una tablet o a un móvil estarás desaprovechándolos. Creo que no hay ningún dispositivo de estos tipos en el mercado que tenga una salida adecuada para los FT3.

Necesitarás, como poco, conectarlos a un amplificador para cascos. O, alternativamente, a un convertidor digital a analógico (DAC) que tenga una salida que pueda aprovechar esos 350 ohmios y mover los diafragmas de los FT3 como es debido.

Otra opción son los FiiO FT3 32Ω, que salieron después de los FT3. Como su propio nombre indica tienen 32 ohmios de impedancia, con lo que funcionarán bien conectados directamente a un ordenador, tablet o móvil. Supongo que sonarán también muy bien pero lo cierto es que no los he probado.


Los FT3, su funda, y un amigo – FiiO

En cuanto a conectividad, con los FT3 no hay problema… Siempre que no busques unos auriculares inalámbricos, pues los FT3 sólo funcionan con cable. Vienen con un cable de cobre monocristalino de Furukawa de tres metros. No sé si mis oídos y mi cerebro aprecian la monocristalinidad del cable, pero estoy dispuesto a aceptar que está a la altura de los cascos. Eso sí, lo de los tres metros se me hizo un poco incordio para tenerlos conectados al FiiO R7 que tenía sobre mi mesa con el que los probé.

Aunque afortunadamente puedes ponerle el cable que quieras y de la longitud que quieras porque es desmontable: como se ve en la foto precedente cada uno de los pabellones tiene un jack de 3,5 mm de toda la vida, con lo que no hay ningún problema en conectarle otro cable de tu elección.

Por el otro extremo el cable que viene de serie tiene también un jack de 3,5. Pero dentro de la caja te encontrarás tres adaptadores para conectarlo a una toma de 6,35 mm, a una toma balanceada de 4,4 mm, o a un conector XLR. Vamos, que los puedes conectar prácticamente a lo que quieras.

Además de los dos juegos de almohadillas, el cable y los adaptadores, los FT3 vienen con una funda rígida en cuero –no sé si también proteico– marrón claro con el logo de la empresa en una chapa dorada. Además de meter, como es lógico, los cascos dentro, tiene espacio también para el cable y los adaptadores. Eso sí, ocupa lo suyo, así que no sé yo si me veo mucho usándola como funda de transporte. Salvo si me toca hacer una mudanza. Que espero que no.

En definitiva, me han encantado los FT3. Y con un precio de 330 € me parecen una opción más que recomendable si quieres hacer una primera incursión en el mundo de los auriculares HiFi. Siempre y cuando, insisto, tengas el equipo adecuado con el que moverlos. Y si no vas a estar todo el rato escuchando Spotify, claro; sería como matar moscas a cañonazos. Si no, tienes los FT3 de 32Ω por el mismo precio.

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