Por @Wicho

Portada del libro con una imagen de lo que debe ser el planeta en el que los Carryx mantienen prisioneras a las especies esclavizadasLa piedad de los dioses (La guerra de los cautivos 1). Por James S. A. Corey. Nova ( 9 de enero de 2025). 471 páginas. En inglés.

El planeta Anjiin está habitado por humanos. Que no saben cómo ni cuando llegaron allí pero siguen siendo muy humanos. De hecho la mayor preocupación de Dafyd Alkhor, el protagonista, son las intrigas entre grupos universitarios de investigación.

Hasta que un día las naves de los Carryx entran en órbita alrededor del planeta y les dicen que han sido conquistados. Y que por si hay alguna duda van a ejecutar inmediatamente a un octavo de la población escogido al azar, cosa que proceden a hacer.

Dafyd sobrevive a esa primera eliminación pero termina, junto con lo que los Carryx consideran lo mejor de la población de Anjiin, prisionero en un planeta en el que los conquistadores mantienen poblaciones de numerosas otras especies que han conquistado.

Y pronto descubre que si quieren sobrevivir, no sólo ellos sino también las personas que quedan en Anjiin, tendrán que demostrar su utilidad para sus nuevos señores o serán eliminados sin piedad. Aunque mientras simula hacer eso Dafyd, que cuenta con un aliado inesperado, empieza a ver la forma de terminar con los Carryx, aún a pesar de que parecen todopoderosos.

La piedad de los dioses es el primero de los supuestamente tres libros que formarán la serie La guerra de los cautivos y marca la vuelta de James S. A. Corey, el autor que no es uno sino dos de The Expanse, a la ciencia ficción, aunque en un universo que nada tiene que ver con aquel.

Pero está a años luz de distancia de la sorpresa que supuso el universo de The Expanse, con una humanidad a duras penas haciéndose sitio en el sistema solar. En esta los Carryx son unos alienígenas todopoderosos más, un tropo bastante manido, y Dafyd tendrá que intentar meterse en su forma de pensar si quiere conseuir sus objetivos.

En cualquier caso me ha parecido una novela entretenida, y sin duda me leeré lo que vaya viniendo.

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Por @Wicho

La descripción
El Asus Zenbook A14 en color Gris Islandia – Asus

He estado poniendo a prueba un Asus Zenbook A14 estas últimas semanas. Y he de decir que me ha sorprendido muy positivamente, en especial en lo que se refiere a la duración de la batería y a su peso. O más bien a su falta de peso.

El Zenbook A14 en la configuración que utilicé yo monta un procesador Snapdragon® X X1-26-100 Oryon con caché de 30 MB, hasta 2,97 GHz, 8 núcleos, y 8 subprocesos); una NPU –acelerador de IA– Qualcomm® Hexagon™ hasta 45 TOPS; y una tarjeta gráfica Qualcomm® Adreno™.

Tal y como me lo enviaron venía con 32 GB de RAM LPDDR5X y un SSD M.2 NVMe™ PCIe® 4.0 de un TB, aunque la configuración mínima son 16 GB de RAM y un SSD de 512.

Todo esto montado en un chasis que mide 31,07×21,39 centímetros de ancho y de fondo y 1,59 centímetros en su parte más gruesa –dónde está la bisagra– que bajan hasta los 1,59 en su parte frontal.

En el lateral derecho hay un puerto USB A 3.2 de 2.ª generación; en el izquierdo hay un conector HDMI 2.1 TMDS, dos puertos USB C 4.0 con soporte para pantalla y entrega de energía con una velocidad de datos de hasta 40 Gbps; y un jack de audio de 3,5 mm. Wi-Fi 6E (802.11ax) y Bluetooth® 5.3 completan las opciones de conectividad del A14.

Abierto muestra una pantalla OLED de 14 pulgadas con resolución WUXGA (1.920×1.200) en formato 16:10 con retroiluminación LED y 60Hz tasa de refresco y tiempo de respuesta de 0,2 milisegundos. En la parte superior central va una cámara HD con función IR compatible con Windows Hello, lo que quiere decir que puede utilizar tu cara para desbloquear el ordenador. La pantalla se puede abrir con un dedo, algo a mi modo de ver siempre de agradecer en un portátil.

El teclado, retroiluminado en blanco, es de tipo chicle, con un recorrido de tecla de 1,3 mm. El trackpad, de precisión, según Asus, mide mide 127×78 mm. Se trata de un touchpad de vidrio, suave al tacto, con botones integrados y soporte para gestos multitáctiles avanzados, como ajuste de volumen y brillo mediante deslizamientos en los bordes.

Andan también por ahí tres micrófonos y unos altavoces.

Y he dejado el peso para el final porque como decía arriba, me ha parecido una de las características más sorprendentes de este portátil. Son sólo 985 gramos. Eso lo hace tan ligero que el día que lo saqué de la caja creí que me habían enviado un modelo de exposición vacío. Pero no, venía completito con todas sus cosas.

Me sorprendió el día en que lo saqué de la caja y me seguía sorprendiendo el día en que lo empaqueté para enviarlo de vuelta. Y ahora mi ordenador habitual, un MacBook Air M2, con su 1,24 kg de peso, casi me parece pesado.

Eso es en gran medida gracias al material del que está construido, que aunque a primera vista pueda parecer plástico en realidad es de un material que Asus ha bautizado como Ceraluminio y que es una aleación de magnesio y aluminio. Dicen que es anti desgaste, anti arañazos y que no se mancha. Las dos primeras cosas me las puedo creer; lo de las manchas pues bueno, puedo dejarlo en que quizás se manche menos que otros materiales. Pero mancharse se mancha, aunque es fácil de limpiar.

Seguir leyendo: «Ponemos a prueba el Asus Zenbook A14, un portátil impresionantemente ligero y que tampoco anda nada mal de autonomía y prestaciones»

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Por @Alvy

Cloudflare plantea un escenario web en el que las empresas de IA y buscadores paguen por rastrear los contenidos / GPT-4o

La idea es sencilla e interesante de explorar: Cloudflare plantea una opción para que los robots que rastrean la Web para las empresas de IA y los buscadores paguen por acceder a los contenidos generados por empresas y creadores de todo tipo, compensándolos así económicamente.

Actualmente no ven un duro porque los gigantes básicamente se han están quedando con todas las visitas humanas que los editores pueden monetizar; les dan respuestas sin que nadie tenga que «salir» de ChatGPT o el buscador de Google, por poner dos ejemplos. Y rastrearon y entrenaron sin pagar; al fin y al cabo toda la Web era abierta.

La situación actual es un poco la dicotomía de siempre: muchas empresas no quieren cerrar sus contenidos pero tampoco quien «regalarlos». El hecho de que estén o hayan estado abiertos durante décadas es algo a estas alturas inevitable (las IAs se han entrenado con ellos) por lo que esta medida se aplicaría más bien a futuro. Y me da a mi que además no serviría de gran cosa porque formas de saltarse esas barreras hay miles, pero bueno.

Lo que Cloudflare denomina pay per crawl (pago por rastreo) es algo así como que las páginas solicitadas devuelvan el famoso «error 402»:

402 Payment Required

y luego se emplee un sistema de identificación, venta, conciliación y pasarela de pagos por el que las empresas que rastrean, que serían principalmente «las grandes» (Google, OpenAI, Microsoft, Meta…) pagaran por lo que leen, pagos que podrían entonces transferirse en las condiciones pactadas con los creadores de los contenidos (editoriales, bloggers, usuarios finales…)

El sistema parece bastante completo e incluye un montón de variaciones interesantes, tales como límites en los precios, licencias, granularidad, precios dinámicos, consideraciones distintas para búsquedas, entrenamiento de IAs, y demás.

Los interesados en esta idea pueden darse de alta como editores o «rastreadores» a la espera de novedades, porque el sistema está actualmente en versión beta privada, en pruebas.

Cloudflare tiene cierta ventaja al facilitar el acceso –de pago– a gran parte de los contenidos de la web mediante su CDN (red de distribución de contenidos), que es una especie de gran caché de todas las páginas web, al igual que hace con iniciativas como el DNS 1.1.1.1.

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Por @Wicho

La descripción

El día uno de julio el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides, más conocido como ATLAS, por sus siglas en inglés, detectaba un objeto que por su trayectoria y velocidad tenía pinta de poder ser un objeto interestelar. Nuevas observaciones por parte de ATLAS y otros telescopios del mundo lo han confirmado. Así que 3I/ATLAS se convierte en el tercer objeto interestelar que vemos pasar por el Sistema Solar.

De hecho la I de su nombre provisional viene de Interestelar, mientras que el 3 es su ordinal, pues viene detrás del asteroide 1I/Oumuamua y del cometa 2I/Borisov. En el caso de 3I/ATLAS ha recibido la calificación de cometa porque se observa una coma a su alrededor típica de estos astros.

La descripción
Trayectoria prevista de 3I/ATLAS por el Sistema Solar – NASA/JPL-Caltech

Viene de la dirección de la constelación de Sagitario –lo que no quiere decir que venga de allí– y se desplaza a unos 60 kilómetros por segundo, mientras que su tamaño está estimado en unos 20 kilómetros. Pero no representa ningún tipo de amenaza.

Y es que ahora mismo está a unos 670 millones de kilómetros de nosotros y la distancia mínima a la que pasará de la Tierra será de unos 240 millones de kilómetros. Su aproximación máxima al Sol será sobre el 30 de octubre, cuando pase a 210 millones de kilómetros de él.

Mientras está de visita por nuestro barrio estelar telescopios de todo tipo en todo el mundo seguirán observándolo para aprender todo lo posible de él mientras esperamos a que llegue Rama. O por lo menos la película.

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