Por @Alvy — 11 de Mayo de 2024

Berger, Shapson-Coe, Januszewski et al., Harvard and GoogleSegún un reciente experimento, en un milímetro cúbico de tejido cerebral humano hay ni más ni menos que 57.000 células individuales, 230 milímetros de vasos sanguíneos y 150 millones de sinapsis, que son los nodos a través de los cuales se comunican las neuronas. Convertido en información esto equivale a unos 1.500 terabytes de datos. [Fuente: Un equipo de Harvard liderado por el profesor Jeff Lichtman junto con Google AI / Interesting Engineering + Nature + The Havard Gazette vía Slashdot.]

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Por @Alvy — 10 de Mayo de 2024

Matt Bahner ha construido un cubo de Rubik de 34 × 34 × 34, lo cual no solo es un tamaño colosal sino que requiere de una habilidad, destreza y planificación realmente inusuales. El resultado es un cubo de 44 kilogramos, que mide 42 cm de lado y tiene 6.939 piezas. Para moverlo hay que transportarlo en un carrito elevador y luego girarlo con ayuda de unas gigantescas planchas de madera.

No sé si es más asombroso que haya tardado cerca de mil horas de trabajo (más o menos un año) o que haya tenido que trabajar con varias impresoras 3-D y habilitado una habitación de su casa al completo para la clasificación y preparación de todas las piezas. Por no hablar del coste en materiales y demás. Claramente no está al alcance de todo el mundo.

Tal y como puede verse en el vídeo, que reduce esas mil horas a 6 minutos, lo de las piezas impresas en 3D no solo es necesario imprimirlas, sino que por cómo funcionan estas impresoras requieren de un laborioso acabado, porque hay que limpiar, lijar y lubricar cada pieza de forma individual.

No sé si se habrán atrevido a desordenar realmente el cubo, porque aunque se ve una mezcla es muy simétrica y casi simbólica… Habría que ver si alguien sería capaz de resolverlo a partir de una mezcla aleatoria buena, buena.

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Por @Wicho — 10 de Mayo de 2024

Ya vuelven a las andadas las malas gentes de Lego. En este caso con un conjunto un conjunto de 1.913 piezas que permite construir el rover lunar del programa Apolo. En concreto el de la misión Apolo 17. Aunque antes de que se cargaran el guardabarros trasero derecho y tuvieran que improvisar uno con cinta americana –cómo no– y unos mapas.

Foto del rover del Apolo 17 con el guardabarros improvisado en primer plano
El guardabarros improvisado. Los mapas se pueden ver en el Museo Nacional del Aire y el Espacio en Washington. El resto del rover sigue en la Luna – NASA

Este Lego permite montar el rover en su configuración para recorrer la superficie de la Luna o en los cuatro conjuntos que había que ensamblar para prepararlo para ello. Cada uno viene con una placa que explica lo que es. Y se puede ver perfectamente el panel del ingenioso sistema de navegación que utilizaban. Una vez montado y encajados todos los subconjuntos sale un cacharro de 14 cm de altura, 38 cm de longitud y 25 cm de anchura.

Los cuatro subconjuntos mostrados por separado, cada uno con su respectiva placa
Los distintos subconjuntos que forman el rover entero – Lego

Incluye también la Muestra Lunar 61016, más conocida como «Big Muley», que es la más grande traída a la Tierra. Aunque es un anacronismo porque en realidad fue recogida durante la misión Apolo 16.

Los Lunar Roving Vehicle (LRV), que era el nombre oficial de estos vehículos, fueron utilizados en las tres últimas misiones del programa Apolo. Diseñados para moverse a un poco menos de 10 kilómetros por hora –aunque el del Apolo 17 llegó a ir a 18– permitieron a los astronautas recorrer distancias que jamás habrían podido recorrer a pie. Cada uno de ellos fue usado en tres paseos espaciales en su respectiva misión. Llegaron a recorrer un total de 27,76, 26,55 y 35,89 kilómetros respectivamente.

Este rover es el complemento perfecto del Saturno V, ya descatalogado, aunque aún es fácil de encontrar, y el módulo lunar Águila del Apolo 11.

Eso sí, serán otros 220 euros. A partir del 1 de agosto.

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Por @Wicho — 9 de Mayo de 2024

Impresión artística de un A321XLR de Iberia en vuelo
Impresión artística de un A321XLR de Iberia en vuelo – Airbus

Según acaba de confirmar Marco Sansavini, presidente y consejero delegado de la compañía, Iberia será el cliente de lanzamiento del Airbus A321XLR y no Aer Lingus como estaba previsto. Aún no está decidido en cual pero será en la ruta a Boston o Washington, en principio en el segundo semestre de 2024. IAG, la empresa matriz de Iberia, tiene pedidas 14 unidades de este modelo, en principio ocho para iberia y el resto para Aer Lingus.

Aunque para ello Airbus aún tiene que terminar de obtener la certificación de tipo del modelo, algo en lo que está trabajando desde hace meses y en principio sin mayores problemas.

Con un alcance de 8.700 kilómetros sin escalas el A321XLR se convertirá en el avión de un solo pasillo de más alcance del mundo cuando entre en servicio. Son 1.300 kilómetros más que el LR, que ya tiene un alcance considerable.

La descripción
A 8.700 kilómetros de Madrid en «línea recta» – Great Circle Mapper

Para ello el XLR incorpora un tanque de combustible extra en la parte posterior del fuselaje con una capacidad de 12.900 litros; un tren de aterrizaje mas robusto que le permite un peso de 101 toneladas al despegar –todo ese combustible pesa lo suyo–; y unos flaps rediseñados para que tenga las mismas prestaciones al despegue que el A321neo, lo que le permite operar desde los mismos aeropuertos y en las mismas condiciones aún a pesar del peso extra.

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