Por @Alvy — 10 de Febrero de 2024

Estos curiosos y a la vez inquietantes androides son unos robots humanoides llamados EVE, obra de la compañía noruega 1X Technologies, que tiene algo de financiación de OpenAI y se dedica a «diseñar androides para beneficiar a la sociedad» (loable objetivo, porque claro, si dices «para dominar el mundo…» te llaman la atención). Su propósito es crearlos de modo que sean sobre todo seguros e inteligentes pero a la vez prácticos.

Aquí se les ve trabajando rutinariamente en una especie de almacén clasificando objetos, paquetes y realizando otras tareas como recargar sus baterías. El resultado es un tanto peculiar. Para mi gusto están en pleno valle inquietante, ese punto en el que parecen «demasiado humanos» y dan miedito, probablemente por el tamaño del cuerpo y su musculado torso con hombros dignos de Conan el Bárbaro, los brazos, y el traje-pijama-chandalista. Intentan parecer amables y redonditos, pero a la vez resultan amenazadoramente robóticos, con ruedas poco naturales, una cara que me recuerda a las de Westworld (la peli antigua, de 1973) y amenazadoras garras metálicas. No sé yo si mucha gente se metería en ese almacén a solas con ellos.

Seguramente tengan que darles una vuelta al concepto y el diseño. Leí hace poco que los ingenieros tienen cierta manía por diseñar robots que parezcan humanos, cuando un robot no tiene necesariamente que tener forma humana: ni solo dos brazos, ni cabeza, ni piernas para caminar. Todo depende de para qué se usen y qué tengan que hacer (mira R2-D2).

Algo sumamente destacable del vídeo, por cierto, es que muestra una imagen sumamente auténtica de cómo son los EVE, a diferencia de casi todos los vídeos que veas por ahí de robots y otros inventos futuristas. No utiliza teleoperación (una persona manejando a los robots a distancia), no hay cortes y todo está en un solo plano, no está acelerado a ×2 (bandera roja absoluta) ni los robots circulan en trayectorias programadas. Bien por la gente de 1X Technologies; ojalá todos hicieran lo mismo.

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Por @Alvy — 19 de Octubre de 2023

Este «gemelo digital» parece divertido, blandito y amable. Es algo así como el famoso robot de telepresencia de Sheldon Cooper –un palo y una tableta– pero con una capa extra inflable, que lo vuelve un robot redondito y blando. Como dicen en el trabajo que han presentado los estudiantes de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Meiji en Japón, «lo mismo sirve para hacer de pareja como para un trío».

Además de cobrar presencia inflándose el avatar inflable tiene sencillos mecanismos para hacer algunos gestos, tales como mover las caderas e inclinarse, levantar los brazos o mover la cabeza. Esto lo hace un poco más humano a la hora de interactuar. En el vídeo [no tiene sonido] puede verse en acción.

Además de esto, una de sus principales ventajas es que es poco peligroso, psicológicamente nada amenazador y capaz de detectar interactuación táctil a través de su piel inflable, por ejemplo cuando se le da la mano y cosas así. Un gran invento, tan sencillo como aparente y resultón.

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Por @Alvy — 12 de Junio de 2023

El Rizon 4 es un brazo robótico de precisión que aunque pesa algo más de 30 kg entre el brazo y la unidad de control es capaz de afinar hasta 0,03 Newtons con la fuerza que ejerce. Utiliza diversas técnicas de visión artificial e IA para «emular la habilidad y destreza de una masajista humana», con 7 grados de libertad. No es el primero ni parece que vaya a ser el último.

La cuestión es, como siempre, si te fiarías y desnudarías tu alma (y tu cuerpo) ante uno de estos robots que, quieras que no, podría fallar, tener un bug o «rebelarse» y darte un buen crujido. Pero claro, si razonáramos lo mismo a otros niveles no nos subiríamos a un coche autónomo, ni a un avión ni quizá a un ascensor. O no aceptaríamos las operaciones láser para mejorar la visión o cualquier otra técnica médica en la que estos ingenios robóticos muestran su utilidad día a día.

Aquí la cosa no parece tan complicada y los movimientos del Rizon 4 son bastante lentos y metódicos; incluso se adapta cuando la persona se mueve un poco para afinar con los puntos exactos en los que dar sus masajes. Habría que probarlo para ver qué tal con la experiencia. Yo no me negaría, la verdad.

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Por @Alvy — 29 de Abril de 2023

Este simpático robot se llama OP3 y es el protagonista de la investigación en aprendizaje mediante refuerzo profundo (Deep RL) en los laboratorios de DeepMind. En este primer vídeo se puede ver una de sus habilidades: resistir los embates y golpes de los adversarios, mateniéndose en pie o levantándose del suelo cueste lo que cueste. Cuesta no empatizar con su causa.

La forma en que se entrena a estos robots la cuentan en este trabajo de DeepMind: Learning Agile Soccer Skills for a Bipedal Robot with Deep Reinforcement Learning. Allí se muestra cómo el escenario habitual es una simulación de partido uno-contra-uno y los protagonistas unos OP3 de Robotis con pequeñas modificaciones, que tienen 20 juntas entre brazos y piernas con las que realizar movimientos.

Tal y como puede verse en el vídeo los robots aprenden cosas que son un tanto contrarias a lo que cabría esperar sin demasiada información, tales como como caerse y levantarse, lanzar un penalti o jugadas defensivas tales como bloquear la pelota, que forman parte de la estrategia del juego.

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