Ya se puede consultar el programa definitivo de las IV Jornadas sobre bitácoras y medios de comunicación, en las que el hilo conductor será el fenómeno de la larga cola.
Las jornadas se celebran los próximos 10 y 11 de mayo en el patio del local de la Asociación de Prensa de Granada y la asistencia es libre y gratuita, aunque si te vas a pasar por allí la organización te agradecería que te registraras para saber quienes vamos a estar por allí y poder dimensionar el local adecuadamente.
Los organizadores nos han invitado amablemente a participar en la mesa redonda Aprovechándose de la Cola Larga: el dinero en los blogs, en la que al final estaré yo como representante de Microsiervos junto a Luis Rull de Blogestudio y Raúl Hernández de Weblogs SL, mesa que será moderada por Verónica Carmona, periodista y editora web de el Ideal Digital.
Si no hay cambios de última hora mi idea es estar allí desde el miércoles por la tarde/noche hasta el final de las jornadas, así que nos vemos en Granada.
Este cubo de Rubik gigante que mantiene toda su funcionalidad y se puede girar (y hasta resolver, con fuerza y paciencia) está en el Museo de Tecnología de Helsinki, Finlandia, junto con otros 1.300 puzzles de los que los aficionados han subido muchas fotos a Flickr. Casi todos los puzzles de esa apetecible y envidiable exposición a la que muchos no podremos ir «porque nos pilla un poco lejos» (por si acaso: durará hasta enero de 2008) son de Matti Linkola, quien los coleccionó a lo largo de más de treinta años. Este cubo de Rubik gigante está justo a la entrada, debe tener más de un metro de lado y como se ve es más alto que algunos niños que pasan por allí. Pertenece en concreto a la colección de Tomas Lindén.
(Vía Passion for Puzzles.)
El universo no sólo es más raro de lo que suponemos: es más raro de lo que podemos suponer.
J.B.S. Haldane, biólogo
Una breve historia de casi todo
(Vía Genís Roca)
Tal y como cabría esperar de este experimento, suena bastante aleatorio: Solo de Piano con los mil primeros dígitos decimales de Pi. Cada nota se corresponde a un dígito diferente, primero suenan unas escalas de prueba y entonces comienza la música de π. En la misma página hay otras composiciones matemáticas musicales, con el número e, otras constantes y diversos instrumentos; también se puede ver sobre el teclado del piano cómo suenan los dígitos de Pi y hay algunos otros experimentos visuales con Pi. Como dicen en la anotación original… «aunque es aleatoria, esa música tiene cierta belleza matemática en sí misma».
(Vía Neatorama.)