La preciosa fotografía del usuario de Flickr cestomano.com, tomada en la zona norte de Tenerife (el Teide al fondo a la izquierda), muestra el efecto de la contamiación lumínica habitual de las ciudades y zonas pobladas.
La contaminación lumínica tiene dos impactos evidentes en el entorno y las personas porque a) reduce la visibilidad del cielo nocturno y hace desaparecer de la vista las estrellas y b) supone un evidente derroche de energía en forma de luz que va "a ninguna parte".
La contaminación lumínica [...] genera numerosas y perjudiciales consecuencias como son el aumento del gasto energético y económico, la intrusión lumínica, la inseguridad vial, el dificultar el tráfico aéreo y marítimo, el daño a los ecosistemas nocturnos y la degradación del cielo nocturno, patrimonio natural y cultural, con la consiguiente pérdida de percepción del Universo y los problemas causados a los observatorios astronómicos.
Desde 2007 la Declaración de la Palma, defiende, con el apoyo de la UNESCO, el cielo nocturno y el derecho a observar las estrellas.