Por @Wicho

Foto de uno de los extremos del patrón de metro número 27, en el que se ve su número grabadoTal día como hoy en 1875 diecisiete países firmaron en París la Convention du Mètre, la Convención del metro, de la que nació la Bureau International des Poids et Mesures (BIPM), la Oficina internacional de pesos y medidas, que sería la encargada de fabricar la famosa barra de platino iridiado que definía el metro.

Ya sabes, eso que, al menos quienes fuimos a EGB, estudiamos como

Un metro es la longitud de una barra de platino iridiado que se conserva en el Museo de Pesas y Medidas de París.

Esa definición venía a sustituir la que decía que un metro era la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre.

La idea era que la barra en cuestión, fabricada precisamente en esa aleación para hacerla lo más insensible a variaciones de temperatura, sustituyera lo del meridiano porque había un cierto temor de que distintas mediciones pudieran arrojar resultados distintos, lo que daría al traste con la estandarización buscada en un mundo cada vez más interconectado.

Y es que hasta entonces no era raro que incluso dentro de un país se utilizaran diversas unidades de longitud y peso, lo que hacía todo mucho más complicado.

De hecho, como indica su nombre, la BIPM fue también la encargada de fabricar el cilindro de platino iridiado que servía como referencia para definir un kilo, que allá por los tiempos de la revolución francesa había sido definido como la masa de un litro de agua.

Tanto la barra que definía el metro como el cilindro del kilo, de los que luego se harían copias, como la número 27 que ilustra esta anotación, que fue entregada a los Estados Unidos, aunque no le hicieran mucho caso, estuvieron listos para 1889 y fueron adoptados en la primera Conferencia General de Pesas y Medidas (CGPM) celebrada ese mismo año. Aunque hoy en día ya no son más que curiosidades históricas.

El metro fue redefinido en 1960 en la 11ª Conferencia de Pesos y Medidas y pasó a ser

1.650.763,73 veces la longitud de onda en el vacío de la radiación naranja del átomo del kriptón 86.

Lo que desplazaba a la barra de platino iridiado. Aunque en 1983, en la 17ª Conferencia General de Pesas y Medidas, su definición volvió a cambiar para quedar en

La distancia que recorre la luz en el vacío en un intervalo de 1/299.792.458 segundos.

Que es la que sigue vigente.

El patrón del kilo, más correctamente el Prototipo internacional del kilogramo, sin embargo, estuvo en vigor hasta 2019, cuando la definición de kilo pasó a ser esto

El kilogramo, kg, es la unidad de masa; su magnitud se establece mediante la fijación del valor numérico de la constante de Planck, a ser exactamente igual a 6,62607015 ×10−34 cuando es expresada en s-1·m2·kg, que es igual a expresarlo en J·s.

Sí, un galimatías.

Pero como cada vez necesitamos medir las cosas con más precisión, es lo que hay.

La adopción del metro y el kilo por cada vez más países a partir de la Convención del metro permitió que en la 6ª Conferencia General de 1921 fueran ampliados los objetivos de la BIPM para cubrir todas las medidas físicas. Eso llevó a que en 1960 el sistema de unidades establecido desde 1921 fuera renombrado como Sistema Internacional de Unidades en la 11ª Conferencia General.

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Por @Alvy

Una doble junta de la «Librería mecánica», que muestra y enseña cómo funcionan diversos mecanismos

La Librería mecánica es un proyecto educativo para promocionar el interés por la ingeniería mecánica entre estudiantes de secundaria y bachillerato. Es una vitrina de casi dos metros de altura que muestra mecanismos en movimiento. Hay engranajes, cadenas, juntas universales y sistemas de transmisión. Todo encaja.

La librería está inspirada en cierto modo por la colección Mechanical Wonderland de los años 20 y también por el clásico libro 507 Mechanical Movements que alguna vez hemos mencionado por aquí.

En su versión web cada mecanismo cuenta con una página web donde se explica su funcionamiento con detalle, usando modelos 3D, vídeos e incluso hay alguno con versiones Lego. Hay secciones dedicadas a los engranajes reductores, las juntas universales, las cadenas y correas de transmisión, los engranajes en ángulo recto y otros mecanismos concretos, como los circulares o la rueda de Ginebra.

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Por @Alvy

Este entretenido vídeo sobre máquinas construidas con bloques de Lego que destruyen torres cada vez más altas es toda una oda a la perseverancia y un cántico al talento ingenieril. Me recordó mucho a las secuencias animadas de Barrio Sésamo. La diferencia es que aquí los bloques de construcción estándar (sí, incluso las bolas metálicas son parte de algunos kits oficiales) se exprimen al máximo con un único objetivo: la destrucción.

El vídeo es tan relajante como intrigante, porque basta ir viendo cómo crecen las torres de bloques a partir del humilde 2×2 que se convierte en 4×4, 8×8, etcétera, cada vez más sólido y más alto. Y quienes saben de Lego reconocerán la solidez de este tipo de construcciones, tan pequeñas como rocosas.

Para la destrucción se utilizan diversos ingenios mecánicos con ruedas, también completamente Lego, incluyendo cochecitos, martillos, arietes, máquinas lanzadoras de bolas… Al final se acaban utilizando auténticas «máquinas de asalto al castillo» con garfios, prodigios de la ingeniería que lanzan garfios e incluso trepan. El bloque final, por si a alguien le interesa, es una enorme torre de 12×12 y más de 80 cm de altura.

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Por @Wicho

Nick de Projects in Flight se autodefine como un nerd, un empollón. Como tal tiene intereses quizás un tanto peculiares. Uno de ellos es la microscopía, lo que le ha llevado a conseguir que le dieran un microscopio electrónico de barrido estropeado… ¡Y a conseguir ponerlo en marcha en su casa!

Esta historia comienza cuando le compraron su primer microscopio mientras estaba en primaria. Luego, ya en en instituto, ahorró para comprarse uno mejor, que aún usa. Y ya en la universidad consiguió un trabajo de becario durante un tiempo en un laboratorio en el que utilizaban un microscopio electrónico de barrido, SEM por sus siglas en inglés.

Un microscopio electrónico de barrido consigue ver detalles que un microscopio de luz visible simplemente se incapaz de ver porque, explicado un poco grosso modo, la luz no interactúa con objetos tan pequeños. Para ello usa electrones, que tienen una longitud de onda mucho menor, y en el caso de un SEM, lo que hace es ir desplazando el haz de electrones línea a línea por el objeto a observar. Un poco al estilo de las viejas televisiones de tubo en las que un haz de electrones iba pintando las imágenes, aunque en este caso el microscopio es capaz de leer los que vuelven rebotados del objeto en estudio y de construir con ellos una imagen visible.

Son cacharros que cuestan cientos de miles de euros. Pero Nick se dio cuenta de que según va avanzando la tecnología iban apareciendo en el mercado microscopios ya en desuso porque habían sido sustituidos por otros más modernos. Así que se puso a buscar uno que pudiera permitirse y que le cupiera en casa. O más bien en el garaje, supongo.

Y después de unos diez años de búsqueda dio con un JEOL JSM-5200 que tenía las ventajas de pesar unos 360 kilos y tener el tamaño de una mesa, lo que son un peso y un tamaño pequeños para un cacharro de estos. Lo malo es que no funcionaba. Así que Nick le dijo a los dueños que no le interesaba. Pero que si al final no conseguían que nadie lo comprara y decidían deshacerse de él que lo llamaran.

Lo que sucedió unos seis meses después.

Así que de repente Nick se encontró con un JEOL JSM-5200 junto con un montón de manuales y esquemas en su casa. Armado con eso y después de leer un montón sobre cómo funcionan estos cacharros y después de encontrar en línea a otras dos personas que estaban intentando poner en marcha sendos JSM-5200 comenzó la tarea de intentar devolverlo a la vida.

Lo primero que encontró fue un fusible fundido… Sólo que por supuesto la cosa no fue tan sencilla como cambiarlo. Nick tuvo que aplicar sus habilidades a la parte eléctrica del microscopio, a las bombas de vacío que necesita para funcionar, e incluso con un refrigerador que es necesario para que las bombas funcionen correctamente.

Pero con paciencia y perseverancia al final ha conseguido que el microscopio vuelva a funcionar. Y aunque aún le quedan algunos detalles que repasar con la electrónica del cacharro para mejorar un poco la calidad de la imagen no deja de ser todo un logro que haya llegado hasta ahí.

(Gracias, Gali).

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