Hace unas horas, con aproximadamente un día de retraso sobre lo previsto, la primera cápsula de carga Cygnus XL llegaba a las proximidades de la Estación Espacial Internacional (EEI). Allí fue capturada por el brazo robot de la Estación, manejado por Jonny Kim con la ayuda de Zena Cardman. Y finalmente fue acoplada al puerto inferior del módulo Unity desde el control de la misión en Houston.
El retraso en la llegada se debió a que el segundo encendido de su motor tras su lanzamiento el pasado día 14 se cortó antes de lo previsto. Pero eso al parecer fue debido a unos ajustes de seguridad demasiado prudentes en el software de a bordo, que una vez modificados permitieron que la cápsula retomara su camino hacia la EEI.
Y es que no hay que olvidar que, como ya he indicado arriba, esta es la primera Cygnus XL, una variante de mayor tamaño de las Cygnus lanzadas hasta ahora. Tiene un metro y medio más de longitud que la variante mejorada en uso hasta ahora, lo que aumenta su capacidad de carga máxima en 1.250 kilos. Comparada con las Cygnus estándar utilizadas en las cuatro primeras misiones de esta cápsula el aumento es de casi tres metros y 2.250 kilos. El volumen de su bodega de carga, lógicamente, también ha aumentado y es ahora de 36 metros cúbicos frente a los 27 de la mejorada y los 19 de la estándar.
Características principales de la Cygnus XL – Northrop Grumman
Su mayor tamaño también implica mayor masa al lanzamiento, así que no es de extrañar que haya habido que hacer algún que otro ajuste en el software. Las simulaciones no siempre lo pillan todo.
Por supuesto en cada lanzamiento hay que combinar la capacidad de carga disponible en cuanto a masa y volumen. Pero en este caso la S. S. William «Willie» McCool¹ va bastante aprovechada, ya que lleva a bordo 4.989 kilos, divididos en suministros para la tripulación, para la Estación, y material para diversos experimentos.
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