No hace falta ser un gran artista para probar este entretenimiento, Dibuja un pez (mirando hacia la derecha), un sitio donde –como su propio nombre indica– lo que hay que hacer es dibujar un pez. El acuático animal será entonces juzgado en tiempo real por un sistema de reconocimiento de imágenes y se mostrará ver el porcentaje de «reconocimiento» o «probabilidad de ser un pez» del 0 al 100%.
Las herramientas no son gran cosa, todo sea dicho: apenas unos valores numéricos para indicar el grosor del pincel y una espartana paleta de colores. Pero bueno, es más que suficiente para dibujar un esquemático pececillo y probar suerte.
Además de eso se puede dar un nombre para guardar el resultado y ver la evolución en el ránking, donde por lo visto hay grandes artistas que le han dedicado un tiempo a conseguir la máxima puntuación. Y como bonus, una pecera gigante donde viven felices todos los pececillos enviados generación tras generación.
Los caminos del Señor Lego son insondables, y hete aquí que hoy anuncian el Game Boy 72046, un set de 421 piezas que se pondrá a la venta en octubre y que está dirigido a los nostálgicos de los videojuegos y en especial de las consolas portátiles. Yo sigo llevándome de vacaciones la Game Boy Color y bien que me entretiene en las horas muertas.
La réplica es prácticamente tamaño 1:1 y lleva hasta unos cartuchos que son como los originales. Eso sí, no funcionan, porque la pantalla de la consola de plástico es más estática que los ojos de Espinete, pero dan bastante el pego. Los techies tardarán cero coma en meter algún tipo de Raspberry Pi en el interior, eso está claro.
El set viene con sus botones, joystick, varios cartuchos y pantallas y un soporte para exponerla en el mejor lugar de la casa. Por 59 euros que cuesta me parece incluso barata, sobre todo teniendo en cuenta el precio de otros Lego, así que…
He estado probando un ratón gaming ROG Keris II Ace de Asus. Me ha gustado mucho. Aunque estoy seguro de que como jugador ocasional, muy ocasional, no le saco todo el partido posible.
El Keris II Ace mide 121×67×42 mm y pesa tan sólo 54 gramos. Es un tamaño muy cómodo para unas manos grandes como las mías. Y el peso es como si no estuvieras moviendo nada. Eso sí, su forma asimétrica hace que sólo sea apto para personas diestras. Bueno, no dudo que se pueda utilizar con la mano izquierda. Pero será cualquier cosa menos cómodo. Está disponible en blanco y negro.
Tiene los consabidos botones izquierdo y derecho y una rueda de desplazamiento iluminada RGB que también funciona como botón. Además incorpora otros dos botones que puedes pulsar con el pulgar. Los interruptores de los botones son switches ópticos ROG de última generación soportando 100 millones de clics, lo que debería dar para bastante tiempo de uso. Los clics son cortos y con un agradable sonido.
Aunque en esto, como usuario de macOS, jugaría con un poco de desventaja de no ser por el shareware USB Overdrive que permite definir la función del botón de la rueda y de los botones del pulgar. Si no, macOS no hace nada con ellos. Mi configuración habitual es utilizar el clic del botón de la rueda para mostrar todas las ventanas abiertas de la aplicación activa y los botones extra para avanzar y retroceder página.
El acabado es en un plástico rugoso antideslizamiento con el que no he tenido en ningún momento problemas de que se me escapara el ratón. Aunque, insisto, no soy más que un jugador muy ocasional, con lo que para mi uso habitual esto tampoco recuerdo que haya sido un problema nunca. Su forma también ayuda a mantenerlo bien agarrado. Y, en el peor de los casos, puedes ponerle las almohadillas de goma autoadhesivas antideslizantes que vienen en la caja.
Se desliza sobre cuatro patas de teflón colocadas en las esquinas que proporcionan un movimiento súper suave y agradable sobre cualquier superficie razonable. Aunque la caja incluye dos almohadillas más grandes que se colocan en la parte delantera y trasera si prefieres una superficie de contacto más grande.
En cuanto a conectividad, va bien servido: tiene un puerto USB-C para utilizarlo con cable, modo en el que tiene la mayor velocidad de respuesta y que será el preferido por los jugadores de verdad. La caja incluye un cable USB-A a USB-C de dos metros. Soporta Bluetooth 5.1 con el que podrás emparejarlo con hasta tres dispositivos. Y también conexión inalámbrica a 2,4 GHZ, para lo que incorpora un receptor con conector USB A que se puede guardar en un receptáculo al uso en la parte inferior del ratón si no necesitas utilizarlo. Además, si tienes otros dispositivos de Asus que utilicen ese receptor puedes emparejar, por ejemplo, un ratón y un teclado al mismo, con lo que sólo ocuparás un puerto USB.
El puerto USB-C sirve también para cargar la batería, que Asus dice que dura hasta 107 horas con la iluminación apagada. No he llegado a medir ese extremo pero dura y dura y dura. Y se carga rápido. Además de que puedes seguir utilizando el ratón mientras se carga. Así que en este sentido ningún problema. Lo único es que no es reemplazable, así que cuando, con el tiempo, muera, el ratón dejará de ser inalámbrico.
Un sensor muy preciso y sensible
El sensor óptico que detecta el movimiento del ratón es el ROG AimPoint Pro que alcanza una resolución de hasta 42.000 puntos por pulgada (DPI) y una velocidad de muestreo máxima de 8.000 Hz en modo cableado. Esta velocidad de muestreo baja a 1.000 Hz en modo inalámbrico. Aunque en la caja viene un adaptador USB-A al que puedes conectar el receptor de la conexión inalámbrica que permite 4.000 Hz de muestreo en ese modo. En general cuanta mayor frecuencia de muestreo más rápido responderá el ratón a cualquier movimiento o clic de sus botones.
Puedes cambiar la frecuencia de muestreo pulsando a la vez los botones de emparejamiento y retroceso. Los valores por defecto por los que va pasando son 125 Hz (la rueda se enciende en rojo), 250 (morado), 500 (azul, no disponible si estás usando BlueTooth, igual que ninguna de las otras mayores), 1.000 Hz (verde), 2.000 Hz (amarillo, con el adaptador USB), 4.000 Hz (azul-verde, con adaptador USB), y 8.000 Hz (blanco, con adaptador USB). Estos valores se pueden modificar utilizando el software Armoury Crate.
Más allá de la velocidad de respuesta del ratón el sensor permite un máximo de 750 pulgadas por segundo cuando lo mueves antes de que el curso «se pierda». Para mí es una cifra más que suficiente. Puedes cambiar la velocidad de desplazamiento del ratón entre los 400, 800, 1.600 y 3.200 puntos por pulgada utilizando el botón al efecto que hay en su parte inferior. De nuevo son valores configurables con Armoury Crate.
Un último ajuste es el de la altura sobre la mesa, alfombrilla o lo que sea a la que el sensor deja de funcionar. La opción por defecto es baja. Pero lo puedes cambiar a alta pulsando a la vez los botones de emparejamiento y de avance. La rueda se pondrá roja o púrpura para indicar cada una de ellas.
El sensor de movimiento, por cierto, funciona sobre casi cualquier superficie que te puedas imaginar. Incluida una mesa de cristal. No una mesa de madera u otro material con un sobre de cristal, que también, sino sobre una mesa de cristal sin nada debajo del cristal.
He mencionado varias veces Armoury Crate, que es el software con el que puedes configurar una miríada de opciones del Keris II Ace en concreto y en general de la inmensa mayoría, si no todos, los productos de Asus. Pero que en su versión actual sólo soporta este ratón bajo Windows. Así que, de nuevo como usuario principalmente de macOS en esto me quedo un poco con el culo al aire. Y ya no sólo por las opciones de configuración; es que las actualizaciones de software también se hacen vía Armoury Crate.
Así que si estás valorando este ratón para utilizarlo con un Mac, asegúrate de que podrás acceder a un PC de vez en cuando. O de que dispones de un emulador en el que ejecutar Armoury Crate.
Dicho esto, también he utilizado el ratón con varios PC con Windows que he ido probando, y como es de suponer va de maravilla. En ese sentido es muy cómodo disponer de varias opciones de conectividad en el ratón, ya que podía pasar del Mac a los PCs simplemente seleccionando el tipo de conexión adecuada con el interruptor de la parte inferior sin necesidad de andar enchufando ni desenchufando cosas.
Lo que no tengo claro en ningún caso, como decía al principio, es que le haya sacado todo el partido posible a este ratón, incluso jugando, pues soy más de juegos medianamente calmados que de esos de andar pegando tiros.
No es una compra de impulso
En resumen, me ha parecido un ratón buenísimo pero cuya compra hay que valorar muy bien. En especial porque no es precisamente barato. En el momento de publicar esta reseña sale en 142 euros en negro y en 164 en blanco en Amazon.
Que son muchos euros para un ratón, aunque no digo que no los valga, en especial si le vas a sacar partido. Aunque para esto, como siempre, juega a nuestro favor la política de devolución de productos de Casa Bezos, pues lo puedes probar y si ves que no es lo que esperas, mandarlo de vuelta.
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0xDEAD//TYPE es un viciosillo juego basado en una de las ideas más típicas: ir tecleando las letras que aparecen para hacerlas desaparecer, en una especie de recorrido flappybirdiense. Pero, ¡ay! Eso es más complicado cada vez porque algunas letras están protegidas por un escudo verde y no se pueden borrar. Así que hay que destruir selectivamente e irse moviendo arriba y abajo mientras la pantalla se mueve con un scroll horizontal.
Por tanto resulta que hay un montón de teclas para controlar lo que sucede: arriba y abajo para mover la nave «estilo asteroides» y todas las letras ¡y números! que son los que hay que borrar. Si ves que alguna franja horizontal está protegida lo mejor es moverse y elegir otra, pero la cosa no es tan fácil.
Las alternativas son utilizar la barra espaciadora para crear una especie de «invencibilidad temporal», que apenas dura un par de columnas, o tener suerte y borrar el 0 (cero) que reagrupa las columnas y hace más fácil el paso.
Como casi siempre decimos… ¡Cuidadín que engancha! Luego no nos vengas que si perdiste la productividad, que si no se qué o que si la abuela fuma.