Por @Alvy — 15 de Abril de 2024

El maletín para transportar 368 TB cuando moverlos por internet resultaría demasiado lento

Este curioso maletín de WD llamado Ultrastar Transporter es una auténtica bestia pero con estilo en la que se pueden transportar 368 TB de datos en unidades SSD de una tacada. Te cabe media internet, por lo menos. Dicen que es ideal para esas situaciones en las que mover tantos datos a través de internet no resulta posible o sería demasiado lento.

El Ultrastar Transporter se puede alojar a su vez en un maletín estándar perfectamente acolchado y protegido, muy al estilo del maletín nuclear. Además, es bastante autónomo: incluye un servidor Ice Lake con todos los SSD y dos puertos 200 GbE, su fuente de alimentación, etcétera. Y seguro que cabe en el reducido espacio de equipaje de cabina del avión, puede que hasta de Ryanair. Hay una versión algo más grande del mismo maletín pero con ruedas y todo.

Ya vimos en su día que las palomas mensajeras eran capaces de transferir datos más rápido que las conexiones tradicionales (hasta unas 5.000 millas) porque aquello de transferir terabytes y terabytes no es tan ágil como copiar archivos a pelo. Eso era válido para 3 pendrives de 1 TB, lo cual entraría dentro del peso que puede transportar una paloma. Pero claro, ya no sería el caso para este chisme, que debe pesar algunos kilitos… Aunque quizá si en vez de palomas fueran golondrinas… Eso sí, ¿europeas o africanas? En fin, habría que hacer los cálculos… Tal vez entre dos golondrinas, sujetando el asa del maletín con sus patas… Hmmm…

(Vía Tom’s Hardware.)

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Tarjetas microSD de 4 TB de SanDiskBonus: Y ya que estamos a lo grande, el anuncio de las Tarjetas microSD de 4 TB de SanDisk, en formato SDUC (Secure Digital Ultra Capacity) que en el futuro podrían llegar hasta 128 TB. Esta de 4 TB, el tamaño de un disco duro grandecito de hoy en día, no se venderá hasta 2025.

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Por @Alvy — 11 de Abril de 2024

Además de ser caro y tener todo tipo de fallos típicos de un producto «en beta» dice David Pierce, que ya lo ha probado para The Verge, que sencillamente no funciona. Según explica en su detallada reseña, es demasiado lento, se equivoca a menudo y el proyector es una patata.

Por 699 dólares y 24 dólares más al mes, este gadget promete liberarte de tu smartphone. Solo hay un problema: no funciona.

Supongo que todavía quedan meses para que se pueda comprar o ver por aquí; por eso ayuda ver la reseña para entender cómo funcionan algunos detalles, lo cual siempre viene bien.

Por ejemplo: lleva un sistema operativo propio, lo cual no está muy claro si tiene mucho sentido. Luego está el mal aspecto del proyector patatero (que apenas se ve con la luz del sol en el exterior). O cosas como que la batería va aparte, al estilo de las Apple Vision Pro («batería extra»), en un pin magnético que te venden por 50 dólares (aunque no valdrá más de 1 ó 2, robo del siglo). El AI Pin utiliza una conexión de datos telefónica para comunicarse, en vez de usar la del teléfono móvil por Bluetooth o wi-fi, lo cual es entre raro e inconveniente, entre otras cosas porque usa otro número de teléfono.

Aunque el aspecto exterior no está mal, el AI Pin cuando está funcionando resulta demasiado lento, la mitad de las veces no entiende lo que estás hablando (o lo entiende pero no resuelve las órdenes correctamente) y le faltan muchas funciones básicas, cosas que cualquiera sin la «inteligencia» de GPT-4 puede adivinar con una consulta rápida en Google o por sentido común. La cámara interpreta imágenes, pero también falla más que una escopeta de feria al distinguir objetos o preguntas básicas (como si un alimento es saludable o no, aunque sea una bolsa de Cheetos).

Como gadget versión 1.0 consideran que muy chusco, un poco lo mismo que le sucede a Apple y otras marcas cuando innovan con tecnologías poco probadas que no están suficientemente maduras, que acaban en el hoyo meses o años después. Así que a menos que seas un coleccionista o un fan de las «versiones 1» de los dispositivos, es mucho mejor esperarse a la v2 o v3 que seguramente bajará de precio, hará más cosas y las hará razonablemente mejor. O sea, que al menos funcionará.

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Por @Wicho — 7 de Abril de 2024

Esta pasada noche un Falcon 9 de SpaceX puso en órbita 21 satélites de la constelación Starlink de acceso a Internet. Pero seis de ellos montan el hardware necesario para dar servicio a teléfonos móviles. Con ello la empresa empieza el despliegue de este servicio.

Los iPhones en cuestión en las manos de sendas personas; se ve la conversación en sus pantallasEsto viene después de unas pruebas realizadas a principio de año en las que la empresa envió sin mayores problemas mensajes de texto entre móviles estándar.

Estos satélites Starlink DTC (Direct To Cell, Directos al móvil) actúan como si fueran una torre de telefonía móvil pero están en el espacio. Con un número suficiente de ellos en órbita –SpaceX quiere lanzar 7.500– la empresa podrá dar cobertura móvil en cualquier lugar del mundo. Lo mismo que ya hacen con el acceso a Internet.

Aunque no será sino hasta finales de este año cuando empiecen a ofrecer mensajes de texto. Habrá que esperar a 2025 para los servicios de voz y datos, incluido IOT.

Eso sí, a diferencia del acceso a Internet, que puede ser contratado por particulares, en el caso de los teléfonos móviles serán las operadoras de telefonía las que tengan que contratar el servicio con SpaceX y luego ofrecerlo a su clientela.

Operadoras que ya han firmado con SpaceX son T-Mobile en los Estados Unidos, que fue la primera en apuntarse; Optus en Australia, Rogers en Canadá, Entel en Chile y Perú, KDDI en Japón, One en Nueva Zelanda, y Salt en Suiza.

AST SpaceMobile quiere ofrecer un servicio como el de Starlink con sus satélites BlueBird. Pero por ahora sólo tiene en orbita el BlueWalker 3, con el que ha llevado a cabo pruebas con éxito. Sólo que no está claro que vaya a conseguir financiación para seguir adelante.

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Por @Wicho — 3 de Abril de 2024

Foto de producto de los altavoces y el subwoofer
Los Pebble X Plus – Creative

Desde hace unos años he tenido la oportunidad de poner a prueba sucesivas generaciones de los altavoces de sobremesa Pebble de Creative. Cada una que he ido probando se ha convertido en los que uso en mi mesa de trabajo. Y los Pebble X Plus van a seguir con la tradición.

Los Creative Pebble X Plus son unos altavoces 2.1, lo que quiere decir que tienen dos altavoces –izquierdo y derecho– y una unidad dedicada para los graves, también conocida como subwoofer.

El izquierdo y el derecho tienen forma esférica, aunque la parte inferior es plana para que no se marchen rodando, y tienen un corte inclinado 45° en el que se aloja el transductor de 2,75 pulgadas. Miden 139,2×136,5×131,8 mm y pesan 575 gramos cada uno. El subwoofer, con radiadores pasivos duales, mide 156×156,4×158,5 mm y pesa 1,7 kilos.

Como es habitual en los Pebble, el altavoz derecho es el que tiene todos los conectores y los mandos. Lo une al izquierdo un cable de 1,2 metros, cable que no se puede cambiar. O al menos no sin cargarte la garantía. Es un cable más corto que el de los Pebble Pro que estaba usando, que mide 1,8 metros. Y puede ser escaso de cara a colocarlos sobre tu mesa de trabajo. Yo, por ejemplo, tengo mi portátil sobre un soporte elevado y al lado un monitor Cinema Display de Apple de 24". Y el cable de los X Plus no me da para pasarlo por detrás del soporte y del monitor; me he visto obligado a pasarlo por debajo del soporte y por delante de la pata del monitor. También complica un poco las cosas si tienes que mover los altavoces, ya que hay que moverlos unidos entre sí y por el cable.

Siguiendo con el altavoz derecho, aparte del transductor, en el frontal tiene el mando de volumen, que también sirve para encender y apagar; un botón de selección de entrada; otro para el control de la iluminación; y un LED que indica qué fuente de entrada está en uso. En el lado inferior derecho tiene conectores para auriculares y micrófono (de cuatro y tres polos respectivamente) por si quieres usar cualquiera de esos dispositivos y por lo que sea los conectores correspondientes del ordenador no te quedan a mano. Y en la parte inferior trasera un conector USB-C para conectarlo al dispositivo con el que vayas a utilizarlo; un conector USB-C PD para alimentarlos; y un conector de entrada estéreo de 3,5 mm.

En la caja vienen dos cables USB-C a USB-C de 1,5 metros y un cable con conectores estéreo macho de 3,5 mm de 1,2 metros. Pero nada te impide sustituirlos por otros más largos si así lo necesitas.

De la parte trasera inferior sale también el cable que lo conecta al otro altavoz y el que lo conecta al subfwoofer, que tampoco se puede cambiar, aunque afortunadamente no va unido permanentemente a él sino que lleva un conector RCA en su extremo. Pero este caso mide 1,8 metros, lo que ha sido más que suficiente para poder colocarlo debajo de mi mesa sin problemas. Eso sí, el que el cable del subwoofer esté integrado en el altavoz derecho quiere decir que no puedes comprar unos Pebble X y luego convertirlos en X Plus comprándolo aparte.

Loa altavoces tienen una rosca de trípode en la parte inferior que puedes utilizar para montarlos sobre algún soporte si así lo deseas; no así el subwoofer, que tiene que ir apoyado directamente en el suelo o sobre tu mesa.

Además de a través del conector USB o del de 3,5 mm los Pebble X Plus también soportan Bluetooth 5.3 con perfil A2DP (Advanced Audio Distribution Profile), lo que básicamente quiere decir que los puedes conectar de forma inalámbrica a prácticamente cualquier dispositivo. El codec que usa es el SBC, que utiliza compresión con pérdida. Pero para el nivel de estos altavoces es más que suficiente.

Que cómo suenan, caballero

Aunque con esto no quiero decir que no suenen bien; todo lo contrario. Los X Plus son, con diferencia, los mejores Pebble que he probado. No sólo el subwoofer hace que los bajos suenen fuertes y con cuerpo; las mejoras en los traductores de los altavoces también se notan en el resto de la gama de frecuencias. En esto deben ayudar las funciones de la Acoustic Engine de Creative que incorporan como Surround, Crystalizer, Bass, Smart Volume y Dialog+ cuyos parámetros puedes trastear desde Windows.

La respuesta de frecuencia va, por si quieres saberlo, de los 45 a los 20.000 hercios. Eso recorta un poco por abajo la gama que se supone que podemos escuchar y que teóricamente empieza en los 20 Hz, aunque yo, personalmente, no he encontrado que eso sea un problema. En cualquier caso es un punto de corte habitual para un subwoofer de esta gama. Los Pebble X, por ejemplo, empiezan en los 60 Hz.

Pero aparte de sonar bien, también alcanzan un volumen más que suficiente para tenerlos como altavoces de sobremesa. Yo los he usado alimentados a través de uno de los puertos USB de mi ordenador, lo que les permite dar hasta 15W RMS con picos de 30W, y ni de lejos los puedo usar a tope de volumen sin que me parezca exagerado. Pero si los conectas a un alimentador con PD de al menos 30W –no incluido– los límites son entonces de 30 y 60 W respectivamente. Que ya casi te da para montar una fiesta en el despacho.

Mi mayor pega, aparte de lo del cable corto entre los dos altavoces, es que los Pebble –es de familia– «hablan» cuando los enciendes en modo Bluetooth para decirte que están en modo emparejamiento. Y es algo que no se puede desactivar. Lo que, según en qué entornos, puede ser inapropiado.

Y una función a la que nunca le he encontrado uso es lo de las luces. Si has leído con atención recordarás que ahí arriba he escrito acerca de un botón que controla la iluminación. Y es que los X Plus tienen una serie de ledes en los laterales de los altavoces que van cambiando de color e intensidad según varios modos de funcionamiento, a saber Chasers; Aurora; Peak Meter, que son como una especie de vumetros; Glowing, Wave; y Cycle. Aunque afortunadamente también se pueden apagar. Pero para gustos, colores y tal. Las luces se pueden personalizar usando Windows, Android e iOS. Las puedes ver en acción en este vídeo:

Con un precio de 140 euros los X Plus son, con diferencia, los más caros de la familia. Pero para la calidad de sonido que ofrecen me parecen más que recomendables. Como decía al principio, se han convertido en mis altavoces de uso diario en el trabajo. Si buscas unos altavoces para usar con el ordenador, dales una oportunidad.

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