Por @Alvy

Un aplicación de meteorología mediante IA tan realista como práctica / Weather Watching

Weather Watching es una idea divertida de Riley Walzr acerca de cómo informar o incluso crear un pronóstico fiable a partir de la ropa y accesorios que se ve llegar a la agente por la calle.

El asunto consiste básicamente en apuntar una webcam a la calle y programar una IA para que indique qué lleva la gente como ropa y complementos: camisetas, abrigos, pantalones cortos, pantalones largo, paraguas… En base a eso puedes saber cómo es la meteorología real en esos momentos en Manhattan.

En este caso se trata de una calle de Nueva York, pero incluso –diría yo– esos datos sobre los complementos («un 25% va con paraguas») podría servir para crear una predicción meteorológica «de las masas» a muy corto plazo. Para comparar, la parte inferior muestra los datos de temperaturas reales.

Una idea tan sencilla, jocosa y práctica puede empero verse con problemas si alguien se pone especialmente pijotero con las cuestiones de privacidad: la cámara analiza las imágenes de la calle (aunque no se fija en los individuos, sino en su ropa, ni creo que grabe), así que estaría «incumpliendo la ley» según donde vidas.

En cualquier caso aquí no dan la ubicación real de la cámara, sólo dicen que está al sur de la Calle 14 de Manhattan, pero vamos, nada muy difícil de doxear. Un ejemplo también de cómo el tocahuevismo de las leyes sobre la supuesta privacidad nos impiden disfrutar a gran escala de servicios útiles y divertidos a la vez.

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Por @Alvy

Así funcionan los relojes mecánicos de pulsera: obras maestras en miniatura

El ingeniero y divulgador Bartosz Ciechanowski lo ha vuelto a hacer. Tras sus asombrosas visualizaciones interactivas sobre cámaras y lentes, arquitectura naval o GPS, ahora explica el fascinante mundo de los relojes mecánicos de pulsera. Su artículo es una clase magistral visual e interactiva sobre el funcionamiento interno de estos relojes que no requieren electrónica, porque se mueven solo por engranajes y muelles con precisión milimétrica.

Energía sin pilas

El artículo comienza explicando cómo un simple muelle enrollado (resorte) almacena la energía, y cómo esa energía se regula a través de engranajes y el llamado «escape». Este mecanismo libera la energía poco a poco, gracias a la oscilación de una rueda de volante y al muelle espiral, que marcan el ritmo.

Cada elemento —ruedas dentadas, ejes, contrapesos— cumple una función clave, y Ciechanowski los va mostrando y desmontando uno a uno, con animaciones que pueden girarse, pausarse y explorarse como si se tratara de un reloj real.

El artículo también detalla el sistema de carga automática mediante un rotor que gira con el movimiento del brazo, el mecanismo de ajuste de fecha y hora y la increíble precisión de todos los componentes ensamblados sobre la platina principal. Todo cabe en un espacio más pequeño que una tarjeta de crédito.

Fascinantes mecanismos de pulsera

Con más de un centenar de piezas y una ingeniería refinada durante siglos, el reloj mecánico —aunque haya sido superado por los modelos electrónicos— sigue siendo un ejemplo insuperable de belleza técnica y funcionalidad.

Yo todavía guardo en mi pequeña colección de relojes curiosos muchos digitales, pero alguno mecánico queda. También es mecánico, aunque hay que «darle cuerda» un reloj de ajedrez Garde que funciona básicamente con los mismos principios, o al menos eso recuerdo de la última vez que me tocó repararlo.

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Por @Alvy

El reloj sumerio / Oisín Moran

Oisín Moran programó este Reloj sumerio, que es como reloj digital normal y corriente solo que los dígitos están en numeración babilónica, una de las opciones disponibles en Unicode, para mostrar en pantalla aunque originalmente fuera cuneiforme.

Es sabido que la civilización sumeria, una de las más antiguas del mundo, floreció en Mesopotamia hace más de 5.000 años. Fue la responsable de muchas innovaciones, entre ellas su peculiar sistema de numeración sexagesimal, lo que hoy en día llamaríamos «base 60». Esta notación fue clave para medir el paso del tiempo: es por ella que dividimos todavía a día de hoy las horas en 60 minutos y los minutos en 60 segundos.

Como curiosidad, si esperas lo suficiente, verás que el cero no tiene símbolo, simplemente aparece un hueco en blanco. Esto no llegaría hasta bastante más adelante en la historia.

Las tablillas de arcilla sumerias, grabadas con escritura cuneiforme, dejaron constancia de calendarios, ciclos lunares y registros astronómicos. Si los sumerios hubieran inventado un reloj digital, seguro que tendría forma de tablilla y contaría el tiempo en símbolos claviformes como los de esta web.

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Por @Alvy

Cruce de cables 41 (14 de junio de 2025)

Telégrafo óptico / GPT-4oLa historia de los telégrafos ópticos [~19:00] – Cada vez que veo pasar un artículo sobre este curioso medio de comunicación de la era napoleónica no puedo sino cotillear un poco más algunos de los detalles. De esto y de sus orígenes estuve hablando con David Sierra en el último programa de Cruce de cables, en el que aunque solo solemos estar diez minutos da tiempo a contar muchas cosas:

  • Antes de la fibra óptica, el wifi y los satélites existió una especie de «Internet» decimonónica hecha de palos y erigida sobre piedras: la red de telégrafos ópticos. El invento se atribuye a Claude Chappe, aunque como en toda novedad tecnológica la autoría es objeto de debate, con Robert Hooke y otras personas por ahí pululando.
  • Este ingenioso sistema de comunicación visual de la Francia post-revolucionaria permitía enviar mensajes a cientos de kilómetros en pocas horas, un récord absoluto comparado con el correo a caballo (eso sí, con importantes limitaciones).
  • Por comparar, un mensaje podía recorrer en unos 30 minutos los 230 km de la línea original (París–Lille). Era como un WhatsApp perezoso, pero con más gente transportando los mensajes y sin emojis.
  • Se podría considerar al telégrafo óptico como la primera «internet» de la historia en el sentido de que acabó siendo una red descentralizada de transmisión de datos a larga distancia, aunque limitada.
  • El contexto político fue clave para su desarrollo: el nuevo gobierno necesitaba comunicar órdenes militares rápidamente en todo el país. En las guerras napoleónicas era una herramienta esencial para coordinar tropas y transmitir información desde el frente.
  • En condiciones meteorológicas adversas tenía una fiabilidad muy baja: con niebla, lluvia o de noche era totalmente inoperativo.
  • Los operadores de las torres de señales seguían estrictos protocolos militares y usaban telescopios para replicar señales visuales, un poco como los protocolos de internet de hoy en día.
  • Aunque se usó principalmente para transmitir órdenes militares acabó utilizándose para otro tipo de alertas y mensajes gubernamentales urgentes.
  • El hackeo del telégrafo óptico nos enseña que incluso los sistemas analógicos más seguros pueden ser vulnerables a la manipulación humana.
  • Todavía se conserva algún «diccionario de códigos» original, que incluía miles de abreviaturas codificadas mediante combinaciones numéricas de señales.

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Imagen: GPT-4o.

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