Por @Alvy — 17 de Marzo de 2023

Not By AI Badges — A Badge for Your AI-free Content

Not By AI es una curiosa y un poco distópica iniciativa que propone añadir unos sellos o etiquetas identificativas al contenido generado por humanos en contraposición con el contenido generado por las inteligencias artificiales de moda, ya sean textos, imágenes, música o de otro tipo. Hay básicamente tres tipos de sellos:

  • Escrito por humanos
  • Dibujado por humanos
  • Producido por humanos

Tal y como explican en la página donde se presenta la iniciativa:

Una experta estima que el 90 por ciento de los contenidos en línea podrían estar generados por IA para 2025. Con este aumento de los contenidos generados por IA es importante tener en cuenta que originalmente se entrenan con contenidos generados por humanos. Si los humanos siguen confiando únicamente en la IA para generar contenidos en el futuro, cualquier contenido nuevo podría acabar siendo simplemente contenido reciclado del pasado. Esto podría suponer un gran obstáculo para el avance de la humanidad. Tan solo limitando nuestra dependencia de la IA y continuando con la creación de contenidos originales podremos avanzar como especie.

En el menú hay un kit de sellos para descargar. Vienen los tres sellos (escrito/dibujado/producido) en formato EPS y SVG, en dos versiones, con fondo blanco y fondo negro. La página es una pequeña guía de estilo de cómo integrarlo en sitios web, obras de arte o blogs.

Generado por humanos¿Hasta qué punto es esto necesario? ¿No es perfectamente lícito crear textos o imágenes con estas IAs para ahorrar tiempo y trabajo? Hasta Google dice que los contenidos los han de escribir los humanos y para los humanos.

El caso es que estos sellos no tienen ninguna validez «legal»: nadie va a comprobar que el contenido no esté generado por una IA ni va a servir para protestar respecto a algo ni nada más, excepto para que un medio / creador de contenidos enfatice su «humanidad» frente a las IAs. Simplemente es una forma de dar visibilidad al «problema», si es que acaso existe, que también es algo que habrá quien dude. A mi me recuerda un poco a los sellos que se proponían para las imágenes retocadas con Photoshop o la marca de colores que le pone Dall-E 2 a las imágenes que genera.

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Por @Alvy — 16 de Marzo de 2023

En Digital Trends dedicaron un segmento divulgativo a las razones técnicas que impiden que los deportes en directo en calidad 4K sean algo habitual en la televisión de nuestros salones, donde el 4K es algo habitual desde hace años. Aunque la diferencia de calidad suele ser notable en películas y series a las que podemos acceder a través de las apps de streaming, lo que sucede con las emisiones en directo es algo distinto.

Hace algunos meses, por ejemplo, muchos pudimos disfrutar de todos los partidos del Mundial de fútbol en 4K a través de Gol Mundial, mientras que en RTVE se pudieron ver algunos partidos también en UHD-4K. El despliegue de Gol Mundial y sus comunicaciones funcionó bien en general, aunque los primeros días se producían cortes. Lo mejor: cubrían todos los partidos del evento (por un precio más que razonable, he de añadir: unos 20 euros). La calidad respecto a la emisión de RTVE era muy similar y se podía elegir entre 1080p y 4K en caso de problemas.

Estamos acostumbrados a que esas emisiones en 4K suelan limitarse a eventos puntuales: mundiales de fútbol, Juegos Olímpicos, la Super Bowl americana… Y esto es porque hay diversas dificultades como enumera el vídeo que hacen que no sea fácil adaptar todas las emisiones a 4K. Hay que tener en cuenta que «en directo» hay todos los días ligas de un sinfín de deportes más o menos populares, que requieren de decenas de cámaras por evento, además de toda la parafernalia de equipos de producción y transmisión.

En el caso concreto del formato 4K, las cuestiones técnicas son:

  • 4K significa cuatro veces más píxeles y más «de todo»: capacidad de procesamiento, cables, ancho de banda, consolas de vídeo, camiones, parabólicas… No hay nada más que ver el despliegue para cubrir un evento en directo (frente a simplemente grabarlo) para entender esa complejidad.
  • Hay que desplegar cámaras 4K para captar las imágenes con la máxima calidad, cámaras que son tremendamente caras en comparación con las habituales.
  • Han de añadirse adaptadores de 4K a 1080p en la fase de producción y emisión para que todo siga funcionando en los sistemas antiguos.
  • El añadido de HDR o Dolby Vision para obtener más calidad en la «calidad de los píxeles» complica todavía más las cosas.

Según explican, para tener que evitar ese despliegue de cámaras 4K y multiplicar por cuatro todo lo que las rodea, incluyendo los costes (que son difíciles de recuperar) una buena opción es utilizar 1080p escalado a 4K en HDR a 60 fotogramas por segundo. También se sabe que cuanta menor sea la compresión, mejor, de modo que visualmente resulta de mejor calidad un 1080p con poca compresión que un 4K muy comprimido (que es a lo que a veces se ven abocadas las cadenas).

Aunque la tendencia es ir avanzando poco a poco de unos formatos a otros, queda todavía un largo camino para que el 4K sea algo habitual en las emisiones en directo, igual que ya lo es con películas y series, especialmente las de nueva producción.

Naturalmente, el 8K que se puede ver desde hace tiempo en los televisores tope de gama de las tiendas puede ser considerado todavía una rareza, porque aunque técnicamente sea impresionante ahora mismo no hay apenas nada a nivel de contenidos más allá de algunas grabaciones experimentales y videojuegos capaces de aprovecharlo.

Relacionado:

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Por @Alvy — 2 de Marzo de 2023

Este precioso y a la vez didáctico vídeo de Posy describe con lujosas imágenes de alta calidad la tecnología y funcionamiento de los VFD («visualizadores fluorescentes de vacío») que comenzaron a usarse en las primeras calculadoras, juegos electrónicos y todavía son muy comunes hoy en día en los equipos de alta fidelidad y vídeo por su vistosidad al ser especialmente brillantes, lo que permite verlos en todo tipo de condiciones de luz ambiente.

Los VFD los inventó Philips en 1959 y se fabrican con unas delgadas ampollas de vidrio al vacío con filamentos que operan a 12 voltios. Al polarizar esos filamentos la corriente los ilumina de forma uniforme, lo cual es una de sus ventajas. Los diseños de los VFD son muy flexibles y una de sus mejores características: además de utilizarse como visualizadores de siete segmentos o más para mostrar números y letras pueden crearse diseños a medida de lo que se necesite, como flechas, palabras, logotipos…  Por su alto consumo en comparación con las pantallas LCD tuvieron difícil competir y hoy en día son menos comunes, pero nadie les quita su encanto.

Otra de las curiosidades tiene que ver con los colores: el color de un VFD depende del tipo de fósforo que se utilice y además puede modificarse con diversos filtros superpuestos en los propios aparatos. La mayor parte de los VFD suelen ser blancos, pero se pueden combinar con filtros azules o verdes; también los hay naranjas, rojos o incluso dorados. Lo malo de usar filtros es que absorben mucha luz, pero todo es cuestión de gustos.

Otros vídeos de Posy:

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Por Microsiervos — 11 de Febrero de 2023

Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia reproducimos aquí el artículo que la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco ha publicado al respecto. El 11F es, sin duda, una iniciativa que merece todo nuestro apoyo.

Conforme van creciendo, niños y niñas adquieren una comprensión cada vez más sofisticada del entorno social que les rodea y, a la vez, desarrollan un sentido de su propia identidad, especialmente en relación con las características que los unen y los diferencian de los demás. Tanto la comprensión de la realidad social como el desarrollo de su identidad están muy condicionadas por la pertenencia a un grupo.

Algunas de las características del grupo al que se pertenece derivan de o, directamente, son estereotipos sin bases objetivas. Por otro lado, dado que la creencia en estereotipos puede condicionar las expectativas acerca de lo que se puede hacer y lo que no, el sentido de pertenencia a un grupo y la identidad que confiere este condicionan esas expectativas en muchos casos. Los estereotipos, de ese modo, dan forma a las autopercepciones académicas, incluidas las creencias en la capacidad propia para cursar ciertos estudios y desempeñar ciertas profesiones, y las relativas al sentido de pertenencia al grupo de quienes optan por ciertos estudios o de quienes no lo hacen.

Género, comunicación y transmisión de estereotipos

Es importante, por tanto, entender dónde y de qué forma surgen los estereotipos citados y cómo se transmiten. Que sean adquiridos por chicos y chicas en el entorno familiar no quiere decir que surjan de forma espontánea. No son consecuencia de una revelación ni inspiración sobrenatural. Las familias no viven en un vacío social. Los estereotipos tienen carácter cultural y, para empezar, pueden surgir en el seno de la comunidad científica, por la forma en que se generan nuevas nociones y cómo, después, se difunden hacia otras esferas. Y se transmiten a través del entorno familiar, los grupos de amigos y amigas, la escuela, y los medios de comunicación. Estos reproducen los esquemas vigentes en la sociedad a través de la información que difunden, el tratamiento que hacen de la perspectiva de género o la representación e imágenes que emiten y proponen. Esta reproducción transmite los estereotipos y consolida determinadas formas de actuar acordes con aquellos.

Además de la génesis y transmisión de los estereotipos, es importante conocer de qué forma, mediante qué mecanismos se difunden. Hay multitud de señales sutiles cuya transmisión contribuye a configurar las identidades a que me he referido antes. Por ejemplo, el lenguaje, más allá de su carácter incluyente o excluyente –que es en lo que más nos fijamos o en lo único en que reparamos–, contiene claves que dan forma a la identidad y la dotan de atributos (supuestos) con consecuencias de largo alcance. Y las imágenes tampoco son neutras. Lenguaje verbal y lenguaje visual son las dos herramientas de comunicación mediante las que, de forma sutil, se pueden transmitir preconcepciones y modelos estereotipados. Lo dicho no es importante solo para quienes se dedican a la comunicación de forma profesional, el personal investigador muchas veces no es consciente de que tan importante o más que el valor denotativo de lo que se afirma o niega, pueden serlo sus connotaciones. Todo ello influye de forma determinante en lo que se transmite y, por lo tanto, en los valores que se difunden y promueven.

El pasado día 9 de febrero, y en el marco de los actos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU celebró una jornada bajo el título Género y Comunicación de la Ciencia. Hasta ahora, hemos celebrado esa efeméride difundiendo vídeos mediante los que hemos intentado llamar la atención y concienciar acerca de las desigualdades entre chicos y chicas en el acceso a ciertos estudios científico-tecnológicos y en el progreso en la carrera científica por parte de hombres y mujeres.

Después de los seis vídeos difundidos durante los seis años anteriores, hemos decidido dar un salto y buscar la forma de llevar a la práctica acciones que contribuyan de forma efectiva a combatir esas desigualdades. Ese ha sido el objetivo de la jornada, aportar datos, valorar la situación y proponer remedios en el terreno de la comunicación científica. Parte de los estereotipos que dibujan diferentes predisposiciones, actitudes y aptitudes en chicos y chicas para con la ciencia, las matemáticas y la tecnología tiene su origen en la forma en que esos contenidos se generan en la comunidad científica y se transmiten a la sociedad a través de los medios de comunicación. Estos y la comunicación en sí pueden consolidar los esquemas de género predominantes en la sociedad o pueden inducir al cambio. El cambio exige prescindir de estereotipos y roles consolidados que no se compadecen con la realidad, y comunicar el conocimiento e información de manera que su transmisión sea coherente con la idea de la igualdad esencial de hombres y mujeres en su relación – como estudiantes o como profesionales– con la ciencia y la tecnología. Por eso hemos pensado que merecía la pena indagar acerca de todo ello y tratar de llegar a conclusiones prácticas. Hemos querido pasar del binomio reflexión y denuncia, a otro binomio diferente: reflexión y acción.

No quiero terminar sin recordar, como cada 11 de febrero, que para la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU todos los del año son Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, como muestra el hecho de que Mujeres con Ciencia publique un artículo todos los días del año.

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Referencias:

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