Por @Alvy

La colección de las populares (en sus tiempos) mini libretas sobre electrónica de Forrest Mims

En nuestro admirado Archivo de Internet tienen escaneadas muchas de las libretas sobre electrónica de la serie Engineer’s Notebook que publicaba Radio Shack en los años 70. Independientemente de su contenido, que es interesante, son una preciosidad digna de admirar: están escritas y dibujadas a mano y publicadas tal cual.

Esto es difícil de imaginar hoy en día, pero como puede verse en las páginas escaneadas el original estaba escrito y dibujado a mano con rotulador sobre papel cuadriculado; nada de composición de textos ni de plantillas para dibujar los componentes. Al parecer la editorial decidió publicarlos así, con ese plus de «encanto manual» y solo compuso fotográficamente la cubierta. Algunas de las libretas sí que van (al menos parcialmente) escritas a máquina, aunque sin composición.

Cuenta Forrest Mims, su autor, que se vendieron unas 650.000 copias, una cifra importante incluso siendo el mercado básicamente sólo el estadounidense. Mims, por cierto, era un autodidacta de la electrónica y fue uno de los cofundadores de MITS, creadores del legendario Altair 8800.

Los libros están ahora en el dominio público. En la colección de Forrest Mims en Archive.org hay muchas pequeñas libretas temáticas de este estilo, que se vendían originalmente a 2 dólares: electrónica básica, sensores, semiconductores, el chip 555, comunicaciones, optoelectrónica… Más que suficiente para aprender algo, entretenerse y además darle gusto a la vista.

(Vía Hackaday.)

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Por @Alvy

Así se construye, paso a paso, una CPU con las reglas del Juego de la vida de Conway

Nicholas Carlini escribió hace tiempo esta detallada serie de cinco artículos ([1], [2], [3], [4], [5] sobre cómo ha construido, paso a paso, circuitos digitales funcionales dentro del Juego de la vida de Conway. Su inspiradora idea es, poco a poco, implementar un microprocesador Intel 4004 completo que sea capaz de ejecutar el propio Juego de la vida, lo cual sería un sin duda un grácil y precioso bucle autorreferente.

La primera parte explica los componentes básicos, que como se puede imaginar son los deslizadores/planeadores con los que se puede transportar una señal de 1 bit. Éstos surgen de cañones de deslizadores, que sirven como fuente periódica cada pocos tics del reloj. Cuando hace falta, unas estructuras llamadas «devoradores» sirven para eliminarlos sin que quede rastro de ellos. Las colisiones entre deslizadores son el mecanismo para implementar las puertas lógicas: OR, AND y NOT.

En teoría combinando estas tres puertas lógicas ya se puede construir cualquier ordenador. En la práctica, debido a las limitaciones de las reglas del juego de la vida y el «escenario», se necesitan algunos elementos auxiliares como rotadores, duplicadores, cruces y divisores de señal; nada extremadamente complicado. Con todo esto se puede construir un sumador de 4 bits totalmente funcional.

La segunda y tercera partes de la serie entran en la lógica secuencial: un reloj hecho con un bucle de compuerta NOT, latches para almacenar los bits, flip-flops de tipo D sincronizados y un contador de 4 bits conectado a un visualizador de 7 segmentos. Como los autómatas celulares son deterministas se pueden simplificar algunos diseños, aunque no es que sean precisamente lo más eficiente en cuestión de espacio físico y velocidad.

En la cuarta parte parte se unen todos estos bloques prediseñados en una máquina de registros ilimitados (URM) de 16 registros de 4 bits, que es capaz de ejecutar tres instrucciones básicas: INC (incrementar), DEC (decrementar) y un salto condicional. También hay algunos módulos más sencillos que combinando las anteriores sirven para «poner a cero» (ZRO) o los «saltos incondicionales» (JMP). El diseño incluye:

  • Reloj
  • Registros
  • Unidad aritmético-lógica (ALU) mínima
  • Contador de programa
  • ROM de 128 instrucciones
  • Lógica de control
  • Salidas en 7 segmentos

A partir de aquí la CPU está lista y se pueden hacer muchas cosas. La quinta y última parte habla de cómo multiplexar circuitos para hacerlos más eficientes, e incluye como ejemplo hasta un contador de Fibonacci. Una vez se dispone de las herramientas básicas, el resto es echarle imaginación.

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Por @Alvy

Sarenet: nuevo datacenter en Derio, Bizkaia

Este año se ha celebrado el 30º aniversario de Sarenet, una de las más míticas empresas de nuestra Internet más cercana. Y lo digo con propiedad. Si llevas en esto de Internet tanto como nosotros, seguro que te suena: es una de esas empresas que estaban ahí cuando todo esto empezaba.

Quien recuerde lo que había en Internet en 1995 será consciente de ello: si te conectabas con el módem que «hacía ruiditos» recordarás que Google ni existía. Y por aquel entonces InfoVía –el primer acceso a internet a «precios populares»– era una innovación. Pero la gente de Sarenet ya estaba ahí, y se veían sus anuncios y novedades en las revistas y en legendarias listas como Dios Proveerá (un listado de proveedores de acceso a internet).

El caso es que con motivo del aniversario aprovecharon para reunirnos muy amablemente a la prensa y los tecnólogos cercanos y enseñarnos la construcción de su nuevo centro de datos en el Parque Tecnológico de Derio (Bizkaia), dentro del denominado Hub de Comunicaciones del Norte de España. Es su noveno centro de datos, y supondrá una inversión de 20 millones de euros. ¿Qué mejor manera de cumplir años que invirtiendo de nuevo? Ante el panorama de gigantes como Google, Amazon o Microsoft, Sarenet sigue siendo uno de los proveedores independientes de servicios digitales integrales para pymes de referencia en todo el país.

Más espacio, más capacidad técnica

Sarenet: nuevo datacenter en Derio, Bizkaia (sala principal)El nuevo centro de datos ya está bastante avanzado tal y como pudimos ver en persona en la visita guiada que tuvimos la suerte de disfrutar. Tiene una superficie de unos 1.000 m², dividida entre oficinas y salas técnicas, y capacidad para albergar 340 racks distribuidos en diez «cubos». La primera fase entrará en funcionamiento antes de final de año y el diseño modular permitirá ir escalándolo en función de la demanda.

Energéticamente hablando, el centro se ha concebido con una capacidad de 3 megavatios, ampliables hasta 6 MW, y está alimentado exclusivamente por energía 100% renovable procedente de dos redes eléctricas independientes y redundantes. Además, como extra incluirá su propia instalación fotovoltaica en la azotea, y la energía generada los días de sol se almacenará en baterías.

Seguir leyendo: «Sarenet celebra 30 años mirando al futuro: un nuevo data center, hogar para los datos y conectividad en el corazón de Euskadi»

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Por @Alvy

Leer un cómic; por ejemplo… El espectro

Resulta un poco espeluznante leer acerca de la «vida analógica» en The Analog Life, un articulillo de Tanner Garrity en que el que hay una gran lista de 50 formas de «volver a sentirse humano», esto es, como un ser analógico. Dramatizaciones aparte, es una buena recopilación que recuerda costumbres otrora cotidianas que ahora se han convertido principalmente en digitales. Lo habitual del día a día: chatear con los amigos por WhatsApp, buscar el mejor restaurante en el lugar de vacaciones entre las reseñas de Google o pedirle a ChatGPT las recetas.

De la lista de 50 me quedo con estas diez por ser las que más me llamaron la atención porque me parece que están en estado irrecuperable:

  • Leer el periódico
  • Llamar por teléfono a familiares y amigos
  • Usar libros de cocina
  • Usar un tocadiscos
  • Enviar cartas a mano
  • Pasar por casa de un amigo sin avisar
  • Pedir recomendaciones a personas reales
  • Hacer cosas sin dejar prueba
  • Explorar tu entorno cercano sin móvil

También hay otros consejos más orientados a una desconexión fulminante y radical, como cuando los alcohólicos han de pasar la abstinencia: borrar las cuentas online, bloquear webs que te hacen perder el tiempo o prescindir del móvil incluso con herramientas físicas como cajas con candado (dicen que esto funciona).

Otras cosas de la lista las encuentro raras porque todavía las hago (!) como leer libros y cómics en papel, escuchar la radio con un transistor, llevar un reloj de muñeca (a veces cambio el Apple Watch por algún Casio más rústico) o usar una consola de videojuegos sin internet, donde la Game Boy gana por goleada.

Supongo que revisando la lista y marcando las cosas que haces, no haces, no piensas volver a hacer o jamás las hiciste se podría calcular tu viejunez o el grado de digitalización de tu vida. Pero ¡cuidado con quedarte sin batería!

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