Por @Alvy — 29 de Mayo de 2023

Nikola Tesla Autobiografía (IA) Alvy + Adobe Firefly

Quien quiera conocer más en profundidad la figura de Nikola Tesla, el «hombre que inventó el Siglo XX» pueden hacerlo en un documento poco conocido pero muchas veces citado: My Inventions (Mis invenciones), la autobiografía que escribió para la revista Electrical Experimenter en 1919, cuando tenía 69 años, bastante antes de que falleciera en 1943 con 86 años, ya en su ocaso físico y mental.

Está dividida en seis capítulos o entregas; tan solo 34 páginas en total:

  • I. Mis primeros años
  • II. Mis primeros intentos de invención
  • III. Mis esfuerzos posteriores
  • IV. El descubrimiento de la bobina y el transformador Tesla
  • V. El transmisor de aumento
  • VI. El arte de la Telautomática

En ellos describe muchos de sus inventos y cuán importantes considera que eran, aunque algunos no lo fueron tanto. Por ejemplo habla del transformador Tesla como algo «tan revolucionario como la pólvora fuera en su día en la guerra» pero también de el «transmisor de aumento» que serviría para enviar energía alrededor de todo el globo terráqueo con tanta energía que «podría iluminar 200 bombillas incandescentes» (no fue el caso).

Durante un tiempo me entregué por completo al intenso placer de imaginar máquinas e idear nuevas ideas. Era el estado mental de felicidad más completo que he conocido en mi vida. Las ideas fluían ininterrumpidamente y la única dificultad que tenía era retenerlas. Los aparatos que concebía me parecían absolutamente reales y tangibles en todos sus detalles, incluso en las marcas y señales de desgaste. Me deleitaba imaginando los motores en constante funcionamiento, pues de ese modo se me presentaban ante el ojo de la mente, como un espectáculo fascinante. Cuando la inclinación natural se convierte en un deseo apasionado, uno avanza hacia su meta con botas de siete leguas.

Es curioso cómo de parecido es su «Sistema del Mundo» a la Internet actual; según Tesla se podría poner en marcha en solo 9 meses (fueron más bien casi 90 años) e incluiría la interconexión de todas las centralitas de telégrafo y teléfono, la criptografía para comunicaciones seguras y «la transmisión de datos bursátiles, distribución de música, letras, cheques» entre otras cosas.

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Imagen generada con (IA) Adobe Firefly; traducción cortesía de DeepL.

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Por @Alvy — 26 de Mayo de 2023

An Interactive Introduction to Fourier Transforms

Resulta interesante que en An Interactive Introduction to Fourier Transforms, de Jez Swanson, no haya una sola ecuación de la Transformada rápida de Fourier (FFT) pero es que de eso se trata. Es una introducción visual interactiva al algoritmo que se utiliza en todo tipo de aplicaciones de tratamiento digital: análisis de audio, imágenes y señales variadas, tanto en ingeniería como en comunicaciones y otros campos. Una técnica tan potente que debería estar sin duda en el top 10 de las mejores ideas matemáticas de la historia.

En los esquemas que se pueden ver y manipular con el ratón en la pantalla la onda de la señal analizada suele ser la de arriba (azul oscuro) y sus componentes aparecen debajo. La clave del asunto es entender que la combinación de varias señales simples puede generar una señal más compleja. Puede verse con cierto detalle cómo las ondas sinusoidales más sencillas se combinan para regenerar las señales originales, tan complejas como se quiera.

Al final del artículo hay algunos ejemplos curiosos con epiciclos e imágenes vectoriales SVG y JPEG, siendo quizá el JPEG el más conocido y espectacular a la vez. Al respecto ya publicamos sobre cómo funciona la compresión JPEG, una explicación paso a paso y gracias a este artículo de Swanson es más fácil entender precisamente uno de esos pasos.

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Por @Alvy — 16 de Mayo de 2023

Este viejo documental de la Escuela Técnica Salesiana de Italia (parte 1, parte 2) se enseña el fascinante proceso del funcionamiento de las antiguas linotipias. Esas impresionantes máquinas de composición, manejadas por un linotipista, automatizaban una gran parte del trabajo de la composición de las planchas metálicas que se utilizaban para imprimir libros, revistas, periódicos y otros materiales en el pasado.

Como hemos explicado alguna vez, estas máquinas iban dejando caer letra a letra los tipos creados instantáneamente con plomo fundido a partir de moldes tipográficos, añadiendo espacios y otros detalles la composición. El resultado –la plancha metálica– era lo que se llevaba a la imprenta para, entintándola y presionándola sobre el papel, crear las hojas de los libros y periódicos.

En las linotipias había literalmente que encender fuego debajo de la máquina para que el metal se calientara a 285 grados, algo que podría considerarse de muy, muy, muy baja tecnología. Ese metal era una triple aleación compuesta de 85% plomo, 11% antimonio y 4% estaño.

Los teclados eran de 90 letras, dispuestas en 6 filas de 15 columnas; mediante gigantescos «cartuchos» donde se almacenaban diferentes fuentes tipográficas las revistas podían cambiar de un tipo de letra como el Times Roman a algo parecido a la Helvetica. Todo era un barullo de canales metálicos, pequeñas piezas, engranajes, muelles y movimientos que funcionan gracias a la fuerza de la gravedad o la presión. Un detalle que he aprendido es que el término slug que se usa en WordPress y otros CMS se refería originalmente a una línea (corta) de texto.

El documental está datado alrededor de ~1960, y no he conseguido encontrar mucha más información que la que se ve en la propia película, que ha quedado guardada en Archive.org para los anales de la historia como tantos otros materiales de aparatos que fueron en su momento revolucionarios en todos los sentidos pero hoy en día ya quedaron obsoletos.

Actualización (16 de mayo de 2023) – Agradecimientos a Gali por hacernos llegar este enlace a La linotipia del siglo XIX, un documental de Eugenio Monesma del año 2000 en el que Sandalio Martínez de Zaragoza explica cómo funcionaba la compleja máquina.

(Vía Swissmiss.)

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Por @Alvy — 13 de Mayo de 2023

Welcome to Life es una simpática minipeliculita de Tom Scott inspirada por Everyone in Silico, de Jim Munroe y Postsingular, de Rudy Rucker, acerca de cómo podría ser nuestra existencia virtual más allá de la muerte si las cosas toman un camino descarriado. Humor negro del bueno. Tiene ya más de una década pero es perfectamente aplicable a hoy en día.

Ese camino del horror incluye un estado de consciencia en la singularidad arruinado por los abogados, (¿Acepta las condiciones de servicio?) en el que tras 200 páginas legales las opciones más baratas reemplazan partes de la «realidad» por publicidad (al estilo de la versión barata de Netflix, pero más chunga), donde se revisan tus acciones en la vida anterior y se borran las «ilegales» y en la que si no pagas cifras millonarias no tienes acceso a los recuerdos de obras protegidas por copyright.

Así que más te valdría ir ahorrando ya y portándote bien o tu vida virtual será un infierno miserable a resolución pixelada a unos pocos frames por segundo, con más anuncios que una web piratilla y menos contenido interesante que las webs gubernamentales.

Para una existencia postmortem así… ¡mejor no morirse!

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