Por @Alvy

Cruce de cables 40 (14 de junio de 2025)

Telégrafo óptico / GPT-4oLa historia de los telégrafos ópticos [~19:00] – Cada vez que veo pasar un artículo sobre este curioso medio de comunicación de la era napoleónica no puedo sino cotillear un poco más algunos de los detalles. De esto y de sus orígenes estuve hablando con David Sierra en el último programa de Cruce de cables, en el que aunque solo solemos estar diez minutos da tiempo a contar muchas cosas:

  • Antes de la fibra óptica, el wifi y los satélites existió una especie de «Internet» decimonónica hecha de palos y erigida sobre piedras: la red de telégrafos ópticos. El invento se atribuye a Claude Chappe, aunque como en toda novedad tecnológica la autoría es objeto de debate, con Robert Hooke y otras personas por ahí pululando.
  • Este ingenioso sistema de comunicación visual de la Francia post-revolucionaria permitía enviar mensajes a cientos de kilómetros en pocas horas, un récord absoluto comparado con el correo a caballo (eso sí, con importantes limitaciones).
  • Por comparar, un mensaje podía recorrer en unos 30 minutos los 230 km de la línea original (París–Lille). Era como un WhatsApp perezoso, pero con más gente transportando los mensajes y sin emojis.
  • Se podría considerar al telégrafo óptico como la primera «internet» de la historia en el sentido de que acabó siendo una red descentralizada de transmisión de datos a larga distancia, aunque limitada.
  • El contexto político fue clave para su desarrollo: el nuevo gobierno necesitaba comunicar órdenes militares rápidamente en todo el país. En las guerras napoleónicas era una herramienta esencial para coordinar tropas y transmitir información desde el frente.
  • En condiciones meteorológicas adversas tenía una fiabilidad muy baja: con niebla, lluvia o de noche era totalmente inoperativo.
  • Los operadores de las torres de señales seguían estrictos protocolos militares y usaban telescopios para replicar señales visuales, un poco como los protocolos de internet de hoy en día.
  • Aunque se usó principalmente para transmitir órdenes militares acabó utilizándose para otro tipo de alertas y mensajes gubernamentales urgentes.
  • El hackeo del telégrafo óptico nos enseña que incluso los sistemas analógicos más seguros pueden ser vulnerables a la manipulación humana.
  • Todavía se conserva algún «diccionario de códigos» original, que incluía miles de abreviaturas codificadas mediante combinaciones numéricas de señales.

_____
Imagen: GPT-4o.

Relacionado:

Compartir en Flipboard Publicar
PUBLICIDAD


Por @Alvy

Descubre el árbol tecnológico más épico de la historia: ¡el Historical Tech Tree!

Este Árbol Tecnológico de la Historia es un proyecto muy ambicioso, aunque todavía está algo incompleto y su presentación –en especial la forma de navegarlo– es mejorable. En él Étienne Fortier-Dubois ha representado visualmente la historia de todas las tecnologías, inventos y descubrimientos, desde la prehistoria hasta hoy. ¿Se puede pedir más para dedicarle un buen rato?

El comienzo: las piedras. La primera más baja tecnología imaginable.

A diferencia de una simple cronología, esta especie de «mapa» tiene forma de árbol en la que las ramas indican las conexiones entre tecnologías: qué inventos derivan de otros, o bien cuáles fueron mejoras o meras inspiraciones. Si te recuerda un poco a los árboles tecnológicos de juegos como Civilization no eres el único. La diferencia es que aquí todo lo que se muestra es la realidad, con fechas exactas y sin simplificaciones excesivas.

Para quienes les interese algo más del cómo se hizo hay una página dedicada a justificar por qué se incluyen ciertas tecnologías pero no otras (básicamente: la Wikipedia manda), cómo se fijan las fechas (normalmente por la primera aplicación práctica de los inventos) y cómo se dibujan las conexiones.

En total hay ahora mismo unas 1.750 tecnologías con fechas, inventores y enlaces, y más de 2.000 conexiones entre ellas, recopiladas minuciosa y manualmente. El proyecto está abierto a sugerencias de los lectores, tanto para añadir contenidos como para corregir errores, y también admiten donaciones. Las imágenes son libres, y proceden casi todas de Wikimedia.

Relacionado:

Compartir en Flipboard Publicar
PUBLICIDAD


Por @Alvy

Scott de Strange Parts se prodiga poco últimamente, pero ha publicado este vídeo que es una colaboración pagada con la gente de Anker en la que hace una visita a una fábrica de impresoras y a todo lo que supone construir un avanzado modelo paso a paso. Hasta se apunta a hacer de operario y trabajar en ese montaje pieza a pieza.

Lo satisfactorio del vídeo es ver cómo en casi todos los pasos hay que hacer un trabajo manual delicado y preciso, con pequeñas piezas que van encajando cual kit de Lego. Aquí fabrican una eufyMake E1 que es un modelo bastante avanzado de impresora UV capaz de imprimir sobre cualquier superficie y textura, incluyendo curvas, plásticos, metal y otras.

eufyMake E1La estructura de la máquina se fabrica mediante fundición a presión en aluminio. Luego las piezas pasan por un fresado CNC (control numérico), limpieza e interminables controles de calidad, incluyendo rayos X, mediciones con láser y con sondas de precisión. Cuando todas las piezas están listas hay que colocarlas y atornillarlas: ejes X, Y, Z, motores, sensores de posición, bandejas de limpieza y los sistemas de presión para las tintas.

Todo este proceso puede verse en 40 relajantes minutos en los que el propio Scott hace de operario en cada uno de los pasos, una experiencia envidiable. La eufyMake E1 puede imprimir sobre objetos planos, cilíndricos o incluso sobre vinilo adhesivo en rollo (hasta 10 metros), todo ello con efectos 3D de hasta 5 mm de grosor en las texturas. Es una forma de llevar a la gente corriente a bajo precio un dispositivo capaz de hacer merchandising, personalizar dispositivos y servir para crear arte decorativo.

Relacionado:

Compartir en Flipboard Publicar
PUBLICIDAD


Por @Alvy

Aprende cómo almacenar datos en papel sin complicaciones ni errores garrafales

Martin Monperrus tiene estos apuntes dedicados a cómo almacenar datos digitales en papel, codificándolos en un formato imprimible y, en algunos casos, incluso legible por humanos. Se aplica un algoritmo para codificar y la versión inversa para descodificar.

Hay varias formas de hacer esto y las que ha explorado incluyen:

  • Codificación con caracteres (OCR). Son letras, números y otros caracteres codificados e impresos, usando base16, base32, base64, bip39 o bocr32 (esta última la ha inventado Monperrus para evitar problemas con la distinción entre «1», «l» y «7» por ejemplo). La ventaja es que son legibles, incluso sin escáner, pero tienen poca capacidad, entre 1 y 17 KB por página A4. Eso sí, los caracteres por OCR resultan muy robustos.
  • Codificación por puntos en blanco y negro. Son básicamente códigos QR, que pueden almacenar hasta 70 KB en una página A4 si se usa un buen escáner. Usando otros como Optar o DataMatrix se obtienen otras densidades, hasta 100 KB por página.
  • Codificación por puntos en color. Es como el anterior pero permitiría almacenar más datos (×3). Se pueden usar herramientas como Jabcode y Colorsafe, hasta unos 224 KB por A4. En la práctica se producen fallos en la decodificación aunque a veces se pueden corregir.
  • Codificación artística o manual. Sí, puede hacerse, pero almacenan muy poco y requieren de infinita paciencia: los Artcodes y los códigos de Spotify escritos a mano serían un ejemplo.

Todos estos métodos pueden requerir de una corrección de errores si lo que se están almacenando son datos en binario complejos que deben decodificarse de forma exacta y precisa. Algunos, como los QR, ya lo llevan incorporado.

¿Hasta dónde se puede llegar? El máximo teórico es de 1,1 MB para una página A4 en la que cada píxel a 300 ppp (píxeles por pulgada) se usaran de forma óptima. Algo que está lejos de ser posible, ahí queda el dato.

Como cuestiones filosóficas está el hecho de que los archivos guardados en papel pueden degradarse con el tiempo, ya sea por la tinta o por el propio deterioro del papel y como soportes alternativos podrían considerarse piedras, microfilms, piezas de Lego y otros materiales. Algo que puede resultar extraño pero viable en caso de contextos extremos, históricos o artísticos.

Compartir en Flipboard Publicar
PUBLICIDAD