Por @Wicho — 29 de Abril de 2024

Un avión de Iberia y otro de Air Europa – Iberia
Un avión de Iberia y otro de Air Europa… algo que en unos años ya no se podrá ver si el acuerdo da por fin sus frutos – Iberia

Desde hace unos meses la Comisión Europea (CE) está examinando la posible compra de Air Europa por parte de Iberia –técnicamente IAG, que es la matriz de Iberia, pero para entendernos–. Y ha concluido que hay tres cuestiones que le preocupan:

  • La posibilidad de que se reduzca la competencia en un cierto número de rutas nacionales, especialmente en las rutas en las que los trenes de alta velocidad no ofrecen una alternativa, y en las rutas entre España peninsular y las islas Baleares y Canarias. En estas rutas, IAG y Air Europa compiten directamente. En algunas de estas rutas no habrá competencia directa tras la transacción. En otras rutas, la competencia parece limitada y procede fundamentalmente de compañías aéreas regionales españolas y de compañías de bajo coste, como Ryanair.
  • La posibilidad de que se reduzca la competencia en un cierto número de rutas de corta distancia que conectan España con países de Europa y Oriente Medio. En estas rutas, IAG y Air Europa compiten o competirán de tú a tú en el futuro previsible. La competencia en estas rutas parece limitada y procede principalmente de compañías de bajo coste, como Ryanair, que en muchos casos operan desde aeropuertos más alejados, o de la compañía tradicional del país de destino.
  • La posibilidad de que se reduzca la competencia en un cierto número de rutas de larga distancia que conectan, en particular, España con América del Norte y del Sur. En estas rutas, IAG y sus socios en empresas en las que participa compiten o competirán directamente con Air Europa. En algunas de estas rutas no habrá competencia directa tras la operación. En otras rutas, la competencia de otras compañías aéreas parece limitada y ambas partes tienen cuotas de mercado relativamente altas.

La publicación de esta objeciones no prejuzga en ningún sentido el resultado de la investigación. IAG tiene ahora hasta el 10 de junio para consultar el expediente de la Comisión, responder, o incluso solicitar una audiencia oral. También tiene la posibilidad, en ese mismo plazo, de presentar soluciones para resolver los problemas detectados por la Comisión.

En ese sentido ya hace unos días que Marco Sansavini, el nuevo presidente de Iberia, aseguraba que la compañía está dispuesta a ceder hasta el 40% de las rutas de Air Europa a otros competidores para garantizar la competencia en el mercado. Claro que está por ver que los competidores estén interesados en hacerse con ellas, en especial en el caso de las rutas nacionales.

A partir del citado 10 de junio la Comisión tiene hasta el 15 de julio para formular su decisión final.

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Por @Wicho — 19 de Abril de 2024

Hoy se cumplen tres años desde que el helicóptero Ingenuity hiciera su primer vuelo en Marte. Tenía que haber hecho cinco en treinta días pero al final hizo 72 en casi tres años. Este vídeo permite verlos en su conjunto.

Ingenuity no era más que una demostración de que teníamos la tecnología para hacer volar una nave más pesada que el aire en otro planeta. Pero fue mucho más que eso, ya que terminó actuando como explorador avanzado para el rover Perseverance, sirvió como inspiración para dos helicópteros parecidos que iban a ayudar con la recogida de las muestras que está tomando Percy, y su memoria estará con Dragonfly cuando vuele por los cielos de Titán.

Puede que Ingenuity no vaya a volar más, pero eso no quiere decir que no vaya a seguir trabajando. Si todo va bien, puede que aún le queden unos veinte años más de servicio en Marte recogiendo datos para el futuro.

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Por @Wicho — 18 de Abril de 2024

La NASA acaba de anunciar que ha dado el visto bueno para seguir adelante con el desarrollo del dron Dragonfly con el objetivo de lanzarlo rumbo a a Titán en julio de 2028… O al menos para intentarlo.

Dragonfly es, para mí, una de las misiones más asombrosas e ilusionantes de los últimos años. Aprobada a mediados de 2019 su objetivo es enviar un «dron» a estudiar Titán, una de las lunas de Saturno. Sí, vamos a enviar un dron a Titán. Casi nada.

Pero no será la primera nave que aterrice en Titán. Ese puesto le corresponde para siempre a Huygens, una sonda de la Agencia Espacial Europea (ESA) que se posó en ella el 14 de enero de 2005.


Impresión artística de Huygens sobre la superficie de Titán – ESA

Por todo lo que sabemos esta luna de Saturno se parece mucho ahora mismo a la Tierra primigenia. Y dado que no sabemos cómo en la tierra pasamos de química a biología, un proceso que podría estar teniendo lugar en Titán ahora, estudiar las condiciones actuales de Titán nos podría llevar a entender mejor el origen de la vida.

Originalmente tenía que haber estado listo para su lanzamiento en 2026 para llegar a su objetivo en 2034. Pero la falta de financiación –no sólo de Dragonfly sino de la NASA en general– ha ralentizado el proceso. Aunque también ha ayudado que su coste estimado ha ido creciendo, de unos 1.100 millones de dólares hasta los aproximadamente 3.500. Así que hace ya algún tiempo que se sabía que 2024 era un objetivo inalcanzable para el lanzamiento.

Pero la buena noticia es que, tras revisar la financiación disponible y, sobre todo, el nivel de madurez técnico de la misión, la NASA sigue viéndola viable, aunque para un lanzamiento en 2028. Lo que, afortunadamente, no afectará a su fecha de llegada, aún prevista para 2034.

Dragonfly es un octocóptero que durante el día en Titán –que dura ocho días terrestres– volará de un sitio a otro, o que incluso permanecerá en vuelo estático para tomar medidas con sus instrumentos y hacer observaciones con sus cámaras.


Impresión artística de Dragonfly sobre la superficie de Titán – NASA/Johns Hopkins APL/Steve Gribben

En la ilustración se pueden apreciar el generador térmico de radioisótopos, que es el cilindro que sale de su parte trasera; la antena de alta ganancia (velocidad) para el contacto con el control de la misión, que es el disco que hay en la parte superior; los rotores, fabricados en aluminio con el borde de ataque en titanio; y algunas de las aperturas para los sensores, en el morro, que incluyen un lidar (radar láser) y cámaras de navegación para identificar terreno llano para los aterrizajes.

Gracias al generador termoeléctrico de radioisótopos, similar al de Perseverance, al que le da igual que sea de día o de noche, podrá seguir operando también durante la noche para analizar las muestras tomadas con los taladros que llevará en las patas frontales de los patines y llevar a cabo estudios sismológicos, monitorizar las condiciones meteorológicas, y obtener imágenes microscópicas locales usando iluminación LED.

A estas alturas el equipo de la misión ha realizado importantes avances técnicos en el diseño de Dragonfly. Entre ellos: una serie de pruebas de los sistemas de guiado, navegación y control en los desiertos de California en una zona similar a las dunas de Titán; múltiples pruebas de los sistemas de vuelo en los túneles de viento del Centro de Investigación Langley de la NASA; y del funcionamiento en la nueva Cámara Titán del Laboratorio de física aplicada de la Universidad Johns Hopkins de un modelo a escala real con los mismos instrumentos que irán a Titán, sometido a las mismas condiciones de temperatura y presión atmosférica que tendrá que soportar.

Son precisamente estos avances los que han convencido a la NASA de la solidez de la misión y de que merece la pena seguir adelante con ella. Y por ello ha autorizado la fabricación de la unidad de vuelo de Dragonfly.

El Laboratorio de física aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins, que está gestionando la misión para la NASA, está en Twitter como @JHUAPL. La misión, como tal, no tiene, o al menos no todavía, cuenta.

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Por @Wicho — 17 de Abril de 2024


Ingenuity a la derecha de la imagen sobre las dunas en las que quedará para siempre y el aspa rota de su rotor a la izquierda del centro de la imagen – NASA/JPL-Caltech/LANL/CNES/CNRS

El pasado 25 de enero la NASA daba por terminada la misión del helicóptero Ingenuity en Marte tras un vuelo en el que al menos una de sus aspas resultó dañada. Pero según acaban de contar el pequeño helicóptero aún tiene trabajo, y para muchos años: actuará como una especie de estación meteorológica y de recogida de datos en la superficie de Marte. Pero serán datos para un eventual uso futuro.

Para el futuro porque la radio de Ingenuity no tiene potencia para comunicarse con el control de la misión, tan siquiera utilizando las sondas que hay en órbita alrededor de Marte que pueden actuar como relé de comunicaciones. Así que no podrá enviarlos a ningún sitio. De hecho era el rover Perseverance el que hacía de relé de comunicaciones para él. Pero al irse alejando para continuar con su misión ya no podrá hacer tal cosa. Su última sesión de comunicaciones con Ingenuity tuvo lugar ayer, 16 de abril de 2024.


La sombra de un aspa rota que marca el fin de una impresionante misión – NASA/JPL-Caltech

Pero como salvo el rotor dañado todo funciona todavía a bordo de Ingenuity el plan a partir de ahora es que se despierte una vez al día. Y así aprovechará para medir el funcionamiento de su panel solar, baterías y equipos electrónicos. Además, tomará imágenes de la superficie con su cámara en color y recogerá la temperatura de varios sensores que monta.

Todos esos datos quedarán grabados en su memoria, que aunque se quede sin electricidad no pierde los contenidos. El equipo de la misión calcula que si nada falla Ingenuity tiene memoria como para almacenar veinte años de datos diarios antes de que se llene.

La idea es que en un futuro alguien o algo pueda ir junto a Ingenuity –a lo Mark Watney– y recoger todos esos datos. Aunque probablemente no sucederá tal cosa. Pero como a la NASA no le cuesta nada dejar a Ingenuity en funcionamiento sobre Marte mientras dure tiene una cierta lógica que lo hayan programado para ello.

Y más allá de toda lógica nuestro corazoncito geek se alegra enormemente. Aunque nunca más volvamos a saber de él. Al menos no en nuestras vidas.

Además no hay que olvidar que Ingenuity era una demostración tecnológica para ver si éramos capaces de hacer volar una máquina más pesada que el aire en la tenue atmósfera marciana, 100 veces menos densa que la terrestre. Para ello tenía que hacer cinco vuelos en 30 días… Y al final ha hecho 72 vuelos en casi tres años, acumulando algo más de dos horas y ocho minutos en el aire. Así que se merece todo y más.

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