Por @Wicho

Desde finales del pasado mes ya están en órbita los dos satélites de la misión TRACERS de Tandem Reconnection and Cusp Electrodynamics Reconnaissance Satellites, Satélites de reconocimiento de reconexión y electrodinámica de cúspides en tándem. Su objetivo es medir la interacción del viento solar con el campo magnético de la Tierra que nos protege de lo peor de él.

Para ello los dos satélites gemelos giran alrededor de nuestro planeta en una órbita sincrónica al Sol de 600 kilómetros de altitud y 97,7º de inclinación que los lleva a pasar por unas zonas en forma de embudo que hay sobre los polos en los que el campo magnético es especialmente débil.

Imagen de microscopio electrónico de barrido de la GFAJ-1 - Science / AAASPero es que es justo por allí por dónde las líneas del campo magnético que son «arrancadas» por el viento solar vuelven a conectarse con él en un fenómeno conocido como reconexión magnética. Ese proceso tiene enormes repercusiones en la Tierra, desde provocar auroras hasta interrumpir las comunicaciones y causar problemas en las redes eléctricas terrestres o interferir con el funcionamiento de los sistemas de navegación por satélite. Pero no lo entendemos muy bien.

De ahí TRACERS, que pasaran por esas zonas de reconexión en repetidas ocasiones para poder medir el fenómeno tantas veces como puedan. Además, a lo largo de los doce meses de la misión se modificará su posición relativa en órbita para que pasen por el mismo punto con una separación de entre 10 segundos y dos minutos. Esto les permitirá también ver cómo cambian los eventos de reconexión magnética con el tiempo.

Para ello cada uno de ellos monta cinco instrumentos: un detector de electrones (ACE), otro de iones (ACI), un magnetómetro (MAG) principal y otro secundario (MAGIC), y un detector de ondas magnéticas (MSC).

Aunque ahora mismo el equipo de la misión está teniendo problemas para poner en marcha uno de los dos satélites, ya que su subsistema de energía no está respondiendo según lo previsto, por lo que la fase de puesta en marcha está en pausa mientras ven qué hacer.

TRACERS tiene un blog, a la vieja usanza, para poder seguir las novedades. Hasta tiene su feed RSS y todo.

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Por @Alvy

En este vídeo de Veritasium, Derek y Casper explican las matemáticas subyacentes en las cadenas de Márkov, cuyas propiedades tienen un sinfín de aplicaciones incluyendo:

  • Simulación de comportamiento de neutrones en una bomba nuclear (como en el Proyecto Manhattan).
  • Cálculo del valor crítico k las en reacciones nucleares para saber si una reacción es autosostenible.
  • Compresión y transmisión de información, según la teoría de la información de Shannon.
  • Modelado de la propagación de enfermedades (epidemiología).
  • Medición de independencia o dependencia en estadísticas sociales, como matrimonios o criminalidad.
  • Método de Monte Carlo para resolver problemas con millones de posibilidades imposibles de calcular analíticamente.
  • Diseño de reactores nucleares usando simulaciones estadísticas.
  • El algoritmo PageRank de Google para ordenar páginas web por relevancia y calidad.
  • Predicción del tiempo atmosférico considerando dependencias meteorológicas.
  • La aleatoriedad en las barajas de naipes, incluyendo cuánto hay que barajar para obtener una baraja verdaderamente aleatoria (con 7 mezclas basta).
  • Estudios de retroalimentación en sistemas complejos, como el cambio climático.
  • Estimación estadística de probabilidades complejas a partir de juegos como el solitario.

Y, como no podía ser de otra forma,

  • Modelado del lenguaje natural, como la predicción de textos en Gmail y smartphones, en modelos de lenguaje aplicados para la IA.

Con nombres como Bernoulli, Ulam, Oppenheimer, von Neumann, Shannon, Yang y Filo, Brin y Page, o Masayoshi Son, hay que verlo para entender cómo todo encaja en una historia perfecta desde su concepción, allá por 1906.

Y eso que todo vino de un pique en una discusión con su colega de profesión Pavel Nekrasov. Ha dado para mucho.

Relacionado:

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Por @Alvy

Tres años de sombra: los próximos eclipses que no te puedes perder en España

El Instituto Geográfico Nacional de los EE.UU. tiene publicada una lista con los eclipses visibles en España 2026, 2027 y 2028 para que cualquiera pueda prepararse adecuadamente para tan magnos acontecimientos.

Los eclipses son espectáculos únicos, más sabiendo que se producen cada pocos (o no tan pocos) años y a veces justo el día en cuestión no se ve nada porque está nublado, pasa por una zona demasiado alejada o solo se ve parcialmente y otros inconvenientes.

Las trayectorias y calendario de estos próximos eclipses están calculados a partir de información del Observatorio Astronómico Nacional de EE.UU. y principalmente se trata de datos técnicos con las predicciones (exactas) para cada año.

Aunque a medida que se acercan estos eventos aumenta la información disponible para disfrutar de ellos, de momento en esa web hay ya numerosos recursos sobre cómo disfrutar los eclipses de forma segura y educativa. Hay enlaces a guías de observación, recomendaciones para proteger la vista, mapas de visibilidad según la ubicación, consejos para quienes practican astrofotografía, actividades para escolares, materiales para docentes, curiosidades y otras referencias sobre los eclipses en la historia, el arte e incluso la mitología.

Los próximos dos eclipses son el 12 de agosto de 2026 y el 2 de agosto del 2027, lo cual coincide con las típicas vacaciones españolas. Es toda una invitación para prepararse, planificar esas vacaciones para estar en el lugar adecuado y, entonces, mirar al cielo… y maravillarse.

(¡Gracias por el enlace, Hombre de Venus!)

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Por @Wicho

Hace apenas un par de horas un cohete GSLV-F16 despegaba del Centro Espacial Satish Dhawan en la India para poner el órbita el satélite de observación terrestre NISAR, un proyecto conjunto de los Estados Unidos a través de la NASA y de la India a través de la Agencia India de Investigación Espacial (ISRO).

NISAR, de NASA-ISRO Synthetic Aperture Radar, Radar de Apertura Sintética NASA-ISRO, lleva a bordo dos radares de apertura sintética, uno de banda L y otro de banda S. Los dos operan a través de nubes, humo, o lo que les eches, y permiten medir con precisión de milímetros la distancia entre el terreno que sobrevuela y el satélite. Da igual que sea sobre tierra, mar, o hielo.

Desde su órbita sincrónica al Sol de 747 kilómetros NISAR revisita cada metro cuadrado de nuestro planeta cada doce días. Comparando las mediciones obtenidas entre sucesivos sobrevuelos mediante una técnica conocida como interferometría se pueden medir los desplazamientos y cambios que se vayan produciendo.

Esto incluye movimientos causados por terremotos como por ejemplo el de esta pasada madrugada en Kamchatka, uno de los de mayor magnitud desde que tenemos datos, o aquellos causados por la actividad humana como puede ser el del terreno alrededor de una presa y los desplazamientos que sufre por. la presión del agua. Así que la idea es que sirva tanto para ayudar en la respuesta frente a fenómenos naturales como en la planificación y prevención en cuanto a usos del terreno.

Es una misión muy similar a la de los satélites Sentinel 1 del programa Copérnico de la Agencia Espacial Europea (ESA), que también portan un radar de apertura sintética, aunque en este caso de banda C. Ahora mismo está en funcionamiento el Sentinel-1A; el 1C está ya en órbita pero aún en fase de puesta en marcha; y está previsto el lanzamiento del 1D este mismo año. El 1B falló en diciembre de 2021.

NISAR también es capaz de medir la humedad del suelo, lo que será de ayuda con la gestión del agua en agricultura, la prevención de incendios forestales, y la vigilancia de enfermedades transmitidas por vectores como mosquitos o la prevención de desastres naturales que tienen relación directa con el nivel de humedad de suelo.

El satélite está ahora mismo ya en comunicación con el control de la misión. Pero vienen unos días de mucha actividad que, con suerte, terminarán con el despliegue de su antena de doce metros en el día dieciocho después del lanzamiento. Es la que se encarga de transmitir y recibir de vuelta las señales de los radares:

La descripción
Fase inicial de la misión – ISRO

A partir de ahí vendrá la fase de calibración y puesta en marcha para una misión que tiene una duración prevista de tres años. Una vez en producción, lo que se espera que ocurra 90 días después del lanzamiento, NISAR generará uno 80 terabytes de productos de datos por día, que serán de libre acceso.

Con un coste de 1.500 millones de dólares es el satélite de observación terrestre más caro jamás lanzado, algo que se aparta mucho de la frugalidad de la India con los lanzamientos espaciales, que ha sido capaz, por ejemplo de enviar una misión a Marte por 73 millones de dólares.

Se ve que todo se pega.

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