Por @Wicho

Las manos de una persona manejando un portátil que proyecta ventanas en el aireCon la entrada a primera hora de esta tarde del astronauta polaco Sławosz Uznański-Wiśniewski en la Estación Espacial Internacional (EEI), a la que ha llegado en la misión Axiom Ax-4, daba comienzo la misión Ignis de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Durante las dos semanas que tiene previstas de duración Sławosz llevará a cabo 13 experimentos propuestos por empresas e instituciones polacas y desarrollados junto con la ESA. Estos experimentos se dividen en cuatro campos: investigación sobre el cuerpo humano; demostraciones de tecnología; ciencia de materiales; y biotecnología.

  • En el primero de estos campos el experimento Human Gut Microbiota explorará cómo afecta el espacio a la digestión observando cambios en las bacterias en el sistema digestivo. Para observar cómo cambia el cuerpo en el espacio, Mollis Textus (AstroPerformance) examinará músculos y tendones, mientras que Immune Multiomics estudiará los cambios en las células inmunitarias y la actividad de los genes para entender cómo se adapta el sistema inmunitario en órbita.
    Siguiendo en el campo de cómo afecta el espacio a nuestros cuerpos el experimento EEG Neurofeedback explorará cómo la estimulación cerebral puede reducir el estrés y mejorar el rendimiento, algo vital para los astronautas que se enfrentan al aislamiento y la presión durante misiones largas; AstroMentalHealth hará un seguimiento del estado de ánimo y el bienestar mental general a lo largo de la misión; y PhotonGrav estudiará cómo el cerebro puede controlar los ordenadores directamente a través del pensamiento, utilizando luz casi infrarroja para controlar la atención y la concentración, sin mover un músculo.
    Finalmente Wireless Acoustics, tiene como objetivo mejorar el confort y la seguridad de los astronautas probando una nueva forma de controlar los niveles sonoros mediante sensores inalámbricos conectados al sistema médico de la estación.
  • En el campo de las demostraciones de tecnología LeopardISS intentaré ver cómo la inteligencia artificial podría ayudar a rovers navegar y tomar decisiones más rápidas e inteligentes por sí solos, sin necesidad de depender de la Tierra. Por su parte, RadMon-on-ISS controlará los niveles de radiación y su efecto en los circuitos integrados, lo que contribuirá al desarrollo de sistemas más resistentes para satélites y futuras misiones espaciales.
  • MXene in LEO es el experimento en ciencia de materiales de la misión. Pondrá a prueba un nanomaterial que podría algún día utilizarse en dispositivos de llevar puestos como por ejemplo una pulsera de control del ritmo cardíaco, para mejorar la salud de los astronautas.
  • Finalmente, en el campo de le biotecnología Space Volcanic Algae utilizará algas resistentes de regiones volcánicas para ver cómo pueden sobrevivir y producir oxígeno en el espacio, algo clave para futuros sistemas de soporte vital en misiones largas; el experimento Stability of Drugs estudiará hasta qué punto puede prolongarse la vida útil de medicamentos comunes almacenándolos en un soporte especial, similar a un envoltorio de plástico, durante misiones espaciales de larga duración; y Yeast TardigradeGene estudiará si la levadura mejorada con una proteína del tardígrado –los famosos osos de agua que aguantan lo que les eches– puede sobrevivir a las duras condiciones que reinan en el espacio, abriendo las puertas a la producción de alimentos y combustible lejos de casa.


El jefe del Centro europeo de astronautas (EAC) Frank De Winne y el astronauta de la ESA Alexander Gerst (de rojo) dan la bienvenida a Sławosz Uznański (de blanco) en su primer día en el EAC para su entrenamiento para Ignis – ESA

Sławosz está en la EEI como un astronauta de proyecto de la ESA, que es una fórmula que permite a un país miembro de la agencia enviar a una persona a la Estación para misiones de corta duración en paralelo a las misiones de larga duración programadas para los astronautas en activo de la agencia. Es la misma fórmula que ya usó el gobierno sueco para enviar a Marcus Wandt en la misión Muninn a principios de 2024.

Esta fórmula exige que el gobierno en cuestión la financie aparte del resto de sus contribuciones a la agencia. En esta caso la misión de Sławosz ha sido patrocinada por el gobierno polaco y respaldada por La ESA, el Ministerio polaco de Desarrollo Económico y Tecnología (MRiT) y la Agencia Espacial polaca (POLSA).

El caso es que gracias a esta fórmula tanto Sławosz como Marcus, que son astronautas de reserva de la ESA, han volado al espacio antes que ninguno de los astronautas de carrera que entraron con ellos en la agencia en noviembre de 2022.

Pero salvo que haya grandes cambios la próxima astronauta de la ESA en ir al espacio será Sophie Adenot, quien se convertirá en la primera astronauta de carrera de esta promoción en volar a la Estación Espacial Internacional en una misión de larga duración, que ya ha sido bautizada como εpsilon. Está prevista para 2026.

Aparte de todo lo demás, Sławosz es el segundo polaco en ir al espacio. El primero en hacerlo fue Mirosław Hermaszewski, quien despegó el 27 de junio de 1978 en la Soyuz 20.

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Por @Alvy

Los científicos no tienen muy clara la causa exacta, pero durante julio y agosto de 2025 la Tierra girará ligeramente más rápido de lo habitual, aunque no es algo que vayamos a notar fácilmente en nuestro día a día. El caso es que hay varios días en los que está previsto que no se completen los 86.400 segundos que tienen las 24 horas: a partir del 9 de julio se espera que el día sea 1,30 milisegundos más corto, el 22 de julio 1,38 ms y el 5 de agosto, hasta 1,5 ms más corto. Al menos eso indican los modelos matemáticos como el del Observatorio Naval de EE.UU.

Este fenómeno contradice la tendencia de ralentización de la rotación terrestre causada por la Luna y las mareas, y ha sorprendido a los científicos: los modelos atmosféricos y oceánicos no explican esta «aceleración» repentina. Desde 2020 no se han añadido segundos intercalares, lo cual ya fue un poco extraño en su momento. Algunos expertos apuntan a causas internas en la Tierra, como redistribuciones de su masa tras los terremotos, movimientos en el núcleo o incluso el deshielo de los glaciares. Pero lo de este verano podría ser de récord. (De hecho, si continúa la tendencia a lo mejor en 2029 hay que restar lo que sería el primer «segundo intercalar negativo» de la historia.)

Si el cambio fuera debido al derretimiento de los polos y los glaciares el agua tendería a irse a la región del ecuador, lo que acercaría la masa al eje de rotación, aumentaría la fuerza centrífuga y aceleraría la rotación, aunque fuera de forma temporal. A largo plazo, el agua desplazada al ecuador podría incrementar el achatamiento ecuatorial que hace que la Tierra no sea una esfera perfecta.

(Vía IFLScience + Gizmodo.)

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Por @Wicho

Esta semana hemos visto las primeras imágenes del Observatorio Vera C. Rubin. Y son impresionantes. El vídeo de arriba, elaborado a partir de más de 1.100 imágenes captadas por el observatorio, comienza con un primer plano de dos galaxias para luego ir quitando zoom hasta mostrar unos 10 millones de galaxias. Estos 10 millones de galaxias representan aproximadamente el 0,05% de los 20.000 millones de galaxias que captará el Observatorio Rubin durante los 10 años que durará su Legacy Survey of Space and Time o LSST.

Situado en Cerro Pachón, Chile, a 2.682 metros de altitud, el Vera Rubin dispone de un telescopio con un espejo primario de 8,4 m y 16,78 toneladas de peso y una cámara de 3.200 megapixeles formada por 189 sensores CCD que a su vez pesa 2,8 toneladas. La cámara tiene un campo de vista equivalente a 45 veces el tamaño de la Luna.

Con ella mapeará el cielo austral cada 3 ó 4 noches durante los 10 años que se prevé que dure el LSST. Esto supone que obtendrá imágenes del mismo trozo del cielo unas 800 veces, lo que permitirá detectar cambios en el cielo que nos dejarán tanto estudiar la evolución de los objetos ya conocidos como detectar otros que no teníamos fichados.

Al fin y al cabo comparar imágenes del mismo fragmento del cielo tomadas en distintos momentos ha sido históricamente uno de los métodos más utilizados para descubrir objetos antes desconocidos en el cosmos.

La descripción
La cámara LSST, que tiene el tamaño aproximado de un coche, y es la cámara digital más grande del mundo – J. Orrell/SLAC Lab

La descripción
Los sensores de la cámara – J. Orrell/SLAC Lab

De hecho en apenas diez horas de observaciones el Vera Rubin descubrió 2.104 asteroides que nunca habíamos visto antes. Si tenemos en cuenta que cada año todos los telescopios del mundo descubren unos 20.000 esto da una idea de las capacidades del nuevo telescopio. En ese tiempo también fue capaz de detectar aproximadamente otros 1.800 que ya teníamos fichados, lo que valida su funcionamiento.

Eso no sólo nos permitirá entender mejor cómo se formó y evolucionó nuestro sistema solar sino que también nos da una nueva herramienta para detectar asteroides potencialmente peligrosos. No vaya a ser.

Un detalle sorprendente, más allá de todo lo que se ve en ellas, es que estas imágenes se recogieron muy al principio del periodo de puesta en servicio del telescopio. La primera luz se produjo el 15 de abril. Y apenas un par de semanas después, los sistemas ya funcionaban lo suficientemente bien como para recoger estas imágenes y compartirlas con el mundo.

Lo de los 3.200 megapixeles es un poco difícil de pillar, pero desde el telescopio lo explican diciendo que para ver una imagen completa sería necesario desplazar unas 1.000 veces la pantalla de un móvil estándar, lo que vienen a ser 152 metros de desplazamiento. Cada noche de funcionamiento del telescopio producirá unos 20 TB de datos, para un total de 500 PB cuando termine con el LSST. Así que además del telescopio ha habido que diseñar y poner en marcha un sistema de almacenamiento accesible en línea para que la comunidad científica pueda acceder a todos esos datos.

Por cierto que la estructura del telescopio en la que van montados los espejos y la cámara, denominada TMA (Telescope Mount Assembly, Conjunto de montura del telescopio), ha sido diseñada por GHESA Ingeniería y Tecnología, a la que seguramente conoces aunque no lo sepas porque participó en la construcción de las T4 y T4S del aeropuerto de barajas, y construida por Asturfeito, las dos empresas españolas.

La descripción
El TMA¹ ya terminado – Rubin Obs/NSF/AURA

Todo esto suponiendo, claro que la administración Trump no decida retirarle o reducir a límites ridículos la financiación, que por ahora le llega a través de la National Science Foundation, Fundación Nacional para la Ciencia (NSF), y la Oficina de Ciencias del Departamento de Energía, Department Of Energy, DOE. Por cierto que por eso el Vera Rubin el realidad se llama oficialmente Observatorio NSF-DOE Vera C. Rubin.

Lo de Vera Rubin, por supuesto, es en honor a la astrónoma que nos llevó a intuir la existencia de la materia oscura, quien lamentablemente no ha vivido para verlo en marcha.

Sin embargo, el telescopio propiamente dicho se llama Simonyi Survey Telescope, SST, en honor a los 20 millones de dólares que el multimillonario Charles Simonyi donó para su construcción. Se ve que no se les ocurrió cómo meter las siglas de Bill Gates, que puso otros diez millones.

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¹ Sí, yo también he pensado en él.

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Por @Wicho

Dos niños a contraluz frente a una hoguera
San Juan Coruña 2011 - Cuenta conmigo CC por Dani Vázquez

Hoy lo oiremos y lo leeremos repetido montones de veces, tanto a amigos, familiares, y conocidos como en los medios de comunicación, como por ejemplo aquí, y pasa año tras año… Pero por mucho que se diga, la noche de San Juan no es la más corta del año.

Y en cualquier caso tendríamos que especificar que hablamos de la noche más corta en el hemisferio norte. En el hemisferio sur sería la más larga. Pero tampoco.

La noche más corta del año se corresponde con la de aquel día en la que el Sol pasa más tiempo sobre el horizonte, lo que sucede en junio en el hemisferio norte y en diciembre en el hemisferio sur. Es el día del solsticio de verano, que por convención marca el principio de esta estación y que si en el hemisferio norte ocurre en junio en el hemisferio sur lo hace en diciembre.

El inicio del verano, en el hemisferio norte, puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas del calendario vigente, del 20 al 22 de junio. A lo largo del siglo XXI el verano –insisto, en el hemisferio norte– se iniciará en los días 20 o 21 de junio según fecha oficial española, siendo el inicio más tempranero del siglo el del año 2096, pues ocurrirá a las 8:34 del 20 de junio, y el inicio más tardío el de 2003, pues el verano entró a las 21:12 del 21 de aquel año.

Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario gregoriano con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol, el año trópico.

El calendario juliano, al que sustituyó al gregoriano, consideraba que el año trópico estaba constituido por 365,25 días, cuando su duración real es de 365,242189, lo que suponía un desfase de un poco más 11 de minutos al año, de tal forma que para 1582, cuando se instituyó el calendario gregoriano, el desfase era ya tal que el solsticio de verano de aquel año cayó en el 12 de junio.

El calendario gregoriano, además de recuperar los 10 días perdidos, ajusta la duración del año a 365,2425 días y también cambió la norma de los años bisiestos, que en lugar de cada cuatro años como en el juliano hace que se exceptúen los años múltiplos de 100, a excepción de los años múltiplos de 400, que sí son bisiestos.

Así que por eso baila un poco la fecha en la que cae el principio del verano y la noche más corta del año… Pero desde que está en uso el calendario gregoriano nunca será la noche de San Juan, por mucho que nos empeñemos en decirlo.

Lo que sí es cierto es que al principio de nuestra era, antes de que se aplicara la corrección del calendario gregoriano, el solsticio de verano sí podía caer en el 23, 24, o incluso el 25 de junio, de ahí el origen de la confusión.

Por cierto que es lógico pensar que el día más largo del año es también el día en que el Sol sale más pronto y se pone más tarde, pero en realidad no es así.

Nuestros relojes están ajustados a un día solar medio, pero al ser la órbita de la Tierra elíptica su velocidad de desplazamiento por ella va cambiando a lo largo del año, lo que combinado con la inclinación de su eje de rotación hace que haya un cierto desfase entre las horas que marca el reloj y la posición del Sol, desfase que se puede calcular con la ecuación de tiempo.

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