Por @Wicho

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Bolivia vista por Biomass – ESA

Se me había pasado pero ya han sido publicadas las primeras imágenes obtenidas por el satélite Biomass de la Agencia Espacial Europea (ESA).

El satélite tiene como objetivo medir como nunca antes el papel que cumplen los bosques en la absorción del dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. Para ello monta un radar de apertura sintética de banda P, el primero que mandamos al espacio, que emite sus señales en 435 MHz. Esa longitud de onda, bastante baja para un radar, le permite penetrar en los bosques más densos y distinguir las hojas del tronco y las raíces. Es, por decirlo así, como hacerle un escáner a los bosques desde el espacio.

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Impresión artística de Biomass en órbita con su antena desplegada – ESA

Y de hecho es algo que se puede apreciar en la imagen con la que empieza esta anotación. Muestra una porción de 60×90 kilómetros de Bolivia y en ella los tonos verdes representan principalmente la selva tropical, los rojos las llanuras aluviales boscosas y los humedales, y los azul-púrpura las praderas, mientras que las zonas negras son ríos y lagos.

Aunque Biomass no sólo puede distinguir entre distintos tipos de cobertura del terreno sino que es capaz de ver la topografía que hay debajo gracias a la capacidad de su radar de traspasar la cubierta vegetal. En esta imagen, por ejemplo, se ve el bosque tropical de Halmahera en Indonesia, pero al tiempo se puede ver la forma del terreno sobre el que está:

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Indonesia vista por Biomass – ESA

Biomass está aún dentro de su periodo de puesta en marcha y calibración, pero estas primeras imágenes parecen indicar claramente que podrá cumplir con creces sus objetivos.

Eso sí, no deja de ser irónico que el satélite no vaya a poder observar Europa. Bueno, ni Europa Occidental ni Norteamérica, América Central o el Ártico. Porque resulta que su radar interfiere con unos radares de alerta temprana de los Estados Unidos.

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Por @Alvy

El futuro es oscuro: un mapa de la contaminación lumínica con la escala Bortle

Las aplicaciones que muestran los mapas de contaminación lumínica nacen y mueren, y aunque hemos comentado muchas a lo largo de estas décadas, pocas consiguen sobrevivir más allá de unos años. Ahora llega LightPollutionMap.app, que busca ser un Mapa de Contaminación Lumínica con las últimas tecnologías y datos actualizados todos los años. Está en español además de en otros idiomas.

En el mapa se utiliza la escala Bortle, una apropiada métrica:

La escala Bortle es una clasificación utilizada en astronomía para medir el brillo del cielo nocturno y, por tanto, la visibilidad de objetos astronómicos, que queda afectada por la contaminación lumínica.

Esta escala tiene valores entre 1 y 9: de 1 (muy oscuro) y a (muy brillante) y según aumenta el valor se ven cada vez menos estrellas y otros objetos debido al deslumbramiento de las luces de las ciudades y carreteras. En el mapa está en color, usando por un lado el negro y colores oscuros (1, 2, 3…) y por e otro colores cada vez más claros (rojo oscuro, claro y blanco).

Un cielo rural típico permite ver entre 3.000 y 5.000 estrellas y la Vía Láctea es visible en todo el cielo. El mapa también permite buscar lugares oscuros (¡uuuh!), planificar sesiones de observación o de fotografía astronómica y según dicen sus creadores pronto incluirá predicciones de auroras y una comunidad de usuarios.

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Por @Wicho

Impresión artística de ambas naves acopladas en órbita – NASA/Robert McCall
Impresión artística de ambas naves acopladas en órbita – NASA/Robert McCall

Se suele considerar que el fin de la carrera espacial entre los Estados Unidos y la URSS lo marca la misión Apolo-Soyuz. Lanzada el 15 de julio de 1975, el día 17 a las 16:19:09 UTC alcanzaba su objetivo con el acoplamiento en órbita de un módulo de comando Apolo con la Soyuz 7K-TM. El módulo estadounidense llevaba un adaptador específicamente diseñado para la misión y que hacía compatibles ambas naves para un encuentro espacial, algo impensable no muchos años antes.

Aunque es cierto que tras años de dura competencia entre los Estados Unidos y la URSS la carrera había perdido ya casi todo su impulso tras el éxito de la misión Apolo 11, que en 1969 ponía por primera vez a un ser humano en la Luna.

En el Museo Nacional del Aire y el Espacio de los Estados Unidos hay una exposición dedicada al programa Apolo-Soyuz.

Apolo Soyuz en el NASM
Reproducción de ambas naves acopladas – Museo Nacional del Aire y el Espacio

Aquí se pueden ver unidades a tamaño real del programa de pruebas Apolo-Soyuz, el programa conjunto de los EEUU y la URSS para desarrollar y probar un mecanismo común de atraque para naves espaciales. En 1975 esta misión fue la primera vez que naves espaciales de dos países se encontraron en el espacio. A la izquierda están los módulos de comando y de servicio Apolo. Esta nave se usó como vehículo de pruebas durante el programa Apolo y fue restaurada para ser expuesta aquí. En el centro está el módulo de atraque que fue construido como reserva del utilizado durante la misión. A la derecha está la Soyuz verde, que incluye un módulo orbital esférico, un módulo de aterrizaje con forma de campana, y un módulo de servicio cilíndrico. Es un modelo construido por la Asociación de Producción científica Energía, la empresa que aún fabrica las Soyuz reales.

A bordo de la nave estadounidense iban Thomas Sttaford, Vance Brand, y Deke Slayton; a bordo de la Soyuz iban Alexei Leonov y Valeri Kubasov.

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Historic Handshake: Apretón de manos entre Stafford y Leonov tras la apertura de las escotillas

Durante las 44 horas que ambas naves permanecieron acopladas sus tripulantes llevaron a cabo experimentos científicos, intercambiaron banderas y regalos, y visitaron ambas naves.

Firma del certificado conjunto de la misión
Certificate Signing of First American and Russian Docking: Firma del certificado conjunto de la misión

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Symbol of Cooperation: placa conmemorativa que ambas tripulaciones ensamblaron en órbita

Leonov y Kubasov volvieron a tierra el 21 de julio a las 10:50:00 UTC; su misión fue la primera misión espacial soviética cuyo lanzamiento y aterrizaje fue televisado.

Sttaford, Brand y Slayton amerizaron el 24 de julio a las 21:18:00 UTC; su misión fue la última misión tripulada de la NASA en amerizar hasta la llegada de las Crew Dragon en 2020, que retomaron el método. Fueron también los últimos astronautas de la NASA en salir al espacio hasta que John W. Young y Robert L. Crippen despegaron a bordo del transbordador espacial Columbia el 12 de abril de 1981 en la misión STS-1. Y fue también el último lanzamiento del programa Apolo.

Dejando aparte el valor de relaciones públicas y de imagen de la misión esta sirvió para que ambas agencias espaciales comenzaran a trabajar juntas, lo que desembocó en las misiones de los transbordadores espaciales a la Mir –aunque casi veinte años más tarde– y luego en la Estación Espacial Internacional.

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Por @Wicho

El 24 de diciembre de 2024 la Parker Solar Probe (PSP) de la NASA pasó a tan sólo 6,2 millones de kilómetros de la superficie del Sol, lo que marcaba un mínimo de distancia de nuestra estrella en su misión. Ahora la NASA acaba de presentar imágenes de ese encuentro en las que se ve la atmósfera del Sol con más detalle del que hayamos visto nunca hasta ahora.

En concreto en el vídeo puede verse como chocan unas con otras tres eyecciones de masa coronal. También se puede ver la corriente heliosférica difusa, que es una especie de falda plisada que rodea al Sol en la que se producen cambios de polaridad del campo magnético del viento solar.

Entender cómo interactúan estos fenómenos nos ayudará a entender cómo influyen en el clima espacial que afecta a las naves y sondas espaciales y astronautas que tenemos por ahí y a nuestro planeta y a un montón de tecnologías de las que dependemos.

Desde que tomó esas imágenes la PSP ha pasado otras dos veces más a 6,3 millones de kilómetros de la superficie del Sol, la última de ellas en junio de este año. La aproximación de junio ha marcado el final de la misión principal de la sonda. Pero no quiere decir que haya dejado de funcionar, ni mucho menos.

La PSP en primer plano vista desde atrás con el Sol al fondo de la imagen
La PSP mirando hacia el Sol – NASA/Johns Hopkins APL/Steve Gribben

De hecho todos los sistemas de a bordo siguen funcionando correctamente. Y, si nada influye sobre ella, la órbita actual de la Parker es estable, lo que quiere decir que seguirá en ella durante millones de años. Así que mientras le quede combustible para maniobrar y mantener su antena apuntada hacia la Tierra para poder transmitir los datos que recoja la idea es que siga trabajando, ya que es una de las pocas misiones que, en principio, se ha librado de la tanda de recortes que quiere hacer la administración Trump.

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